Martes 3 de julio de 2001

 

"Pienso que Kielmasz sabe la verdad"

 

González Pino está enojado por la denuncia en su contra."Le dije: si llego a quedar condenado y sabés la verdad te tengo que matar".También tuvo un entredicho con Viecens: "Hacé las cosas bien".

  ROCA (AC).- "Yo nunca le hice una amenaza a Kielmasz. Pienso que él sabe la verdad. Me empezó a contar cosas y le dije a mí no me contés nada, no me interesa nada porque soy inocente. Si llego a quedar condenado y vos sabés la verdad te tengo que matar".
González Pino intentó explicarle de esta manera a los jueces que las palabras que le dirigió a Claudio Kielmasz hace más de un año en la U9, no fueron una amenaza. Pero sin darse cuenta las transformó en una promesa. Y sorprendió.
El malestar de González Pino se empezó a notar antes de que se abriera la mini audiencia de ayer, en la que se ampliaron los alegatos y se fijó como fecha para la sentencia el jueves
Cerca de las 17, en la Cámara Segunda, los abogados, familiares y periodistas empezaron a ubicarse en la sala. Fue en ese momento cuando la defensa le proporcionó a González Pino una copia de la documentación recibida por el Tribunal, en la que se detallaba el contenido del amparo presentado por Kielmasz (no estuvo presente) y otros detenidos.
Su bronca fue evidente. Sentado detrás de su abogado Gerardo Tejeda, escuchó con atención a los jueces cuando explicaron que uno de los motivos de la postergación del fallo, fue justamente la denuncia realizada por su consorte de causa.
González Pino esperó los escasos veinte minutos que duró el debate, y cuando el presidente del Tribunal le dio la oportunidad de hablar, la aprovechó. Pero utilizó una frase poco feliz para justificar que sus palabras no fueron una amenaza: "Le dije: si llego a quedar condenado y vos sabés la verdad te tengo que matar", dijo que le expresó al otro imputado. Inmediatamente después reiteró que es inocente y que "nunca maté a nadie".
"Me molesta el recurso de amparo que hizo. ¿Y esperar tanto tiempo a hacerlo?. Si vivimos dos años juntos. Eso es todo lo que pasó con él", aseguró al Tribunal.
Con sus palabras, el juez César López Meyer dio por cerrada la audiencia. Sin embargo, el debate siguió entre González Pino y los defensores.
El imputado entrecruzó duras palabras con los abogados de Kielmasz, quienes trataban de convencerlo de que cuando Kielmasz declarara ante la justicia de Neuquén (que investiga la denuncia) se iba a aclarar todo. "Hacé las cosas bien, porque yo no te lo amenacé nunca. Vos sos el abogado de él, me pediste un favor, yo te lo hice, entonces hacé las cosas bien porque estás haciendo las cosas mal", le manifestó enojado González Pino a Gustavo Viecens.
El abogado le insistía: "A él (por Kielmasz) no lo citaron todavía, cuando lo cite (el juez) Cartolano, se termina de aclarar". Pero González Pino no entraba en razones y le recordaba que hay dos testigos que declararon (ver aparte).
Fue entonces cuando intervino Tejeda. "Se cae todo, se cae todo, quedate tranquilo", le dijo para calmarlo.
Adentro de la sala González Pino no quiso hablar con la prensa. Pero al salir del edificio entrecruzó un breve diálogo con los periodistas que aguardaban en la vereda. En ese momento reiteró su inocencia y dijo que la amenaza es "una mentira".
-¿Por qué creés que no vino Kielmasz? -se le preguntó.
-Porque ahora tiene miedo. Se manda las cagadas y después no quiere poner la cara. -contestó.
Por otra parte pidió que Viecens "me haga el favor y me solucione esto, si es toda una mentira. Yo nunca lo amenacé".
Actualmente los dos detenidos por el triple crimen no viven juntos en la U9.
Kielmasz sigue alojado en el pabellón "2 alto", pero González Pino fue trasladado a otro lugar después de que denunció apremios.

La sentencia será el jueves

ROCA (AC)- Será el jueves, a partir de las 15, en la sala de audiencias de Cipolletti. Ese día, los jueces de la Cámara Segunda leerán la sentencia contra Claudio Kielmasz y Guillermo González Pino y se sabrá si hay condena por los asesinatos de María Emilia, Paula y Verónica.
El anuncio fue formulado ayer por el presidente del Tribunal, César López Meyer, después de la mini audiencia para incorporar pruebas y ampliar los alegatos (ver nota central).
Se prevé que la diligencia será larga (la requisitoria fiscal que abrió el juicio, por ejemplo, demandó siete horas de lectura) por lo que el resultado del fallo quizá se conozca hacia la medianoche, un horario poco conveniente para que se informen todos los que están interesados en el resultado de esta causa. Los numerosos periodistas presentes ayer intentaron dialogar con López Meyer para que contemple la posibilidad de cambiar el horario, pero a través de un vocero hizo saber que es inmodificable.
Después de la lectura de la sentencia en la causa principal será el turno de las conexas, en las que están imputados el sargento Luis Minervini y el comisario José Luis Torres, ambos acusados de encubrimiento en sendos expedientes. El primero, por intentar "plantar" una testigo falsa; el otro por intentar "plantar" una billetera para incriminar a Hilario Sepúlveda.

Para los jueces la denuncia es "llamativa"

ROCA (AC)- Para la Cámara, resultó significativa la denuncia de Claudio Kielmasz. "Al Tribunal le llamó la atención, porque González Pino dijo que apenas conocía a Kielmasz quien a su vez ni lo mencionó a González Pino", dijo ayer el juez César López Meyer.
La denuncia de Kielmasz, manuscrita, menciona que su integridad física "corre serios riesgos por la amenaza recibida de parte del interno Hugo González Pino de que si él quedara condenado en la causa del triple crimen de Cipolletti me iba a matar".
El último párrafo dice: "en el día de la fecha 5 de 6 del 2001 siendo la hora 10.44 dejo copia fiel, para constancia de todo lo expuesto". Y la firma.
No es la única denuncia contra Guillermo González Pino. Otros seis internos de la Unidad 9 presentaron recurso de amparo por el mismo motivo: Daniel Chaufaux, Héctor Cortés, Raúl Albanese, Elio Bonsegundo, Juan Zalazar y José Dos Santos Gonzálvez.
Los siete, según consigna un escrito del juez federal Guillermo Labate en el expediente 7364 fechado 6 de junio de 2001, "expresan haber recibido amenazas por parte de González Pino".
Labate se declaró incompetente. La causa llegó entonces a manos del juez provincial José Luis Cartolano, quien abrió el expediente 11.767.
Ayer a la mañana citó a prestar declaración testimonial a dos de los denunciantes: Bonsegundo y Albanese. Según Kielmasz, ambos estaban presentes cuando González Pino lo amenazó por lo que también son testigos.
Ante el juez, Bonsegundo y Albanese fueron interrogados sobre las amenazas de González Pino hacia ellos. Dijeron que era algo habitual y acusaron también a otro preso, Ricardo Herrera.
Después, a Bonsegundo le preguntaron: "si conoce de algún entredicho entre estas personas (González Pino y Herrera) y los demás internos del pabellón, y en especial con el interno Kielmasz". A Albanese, en tanto, le preguntaron: "si conoce de algún problema o entredicho entre González Pino y Kielmasz", y también "si puede decir cómo es la relación de González Pino con Kielmasz".
En términos generales ambos respondieron lo mismo: confirmaron la existencia de la amenaza (aunque aclararon que ocurrió hace un año) y dijeron que la relación entre los dos imputados en el triple crimen es mala.

Otra pulseada por la menor

ROCA (AC)- La credibilidad de la menor que asegura haber presenciado el triple crimen volvió a ser debatida ayer, en la ampliación de los alegatos durante una mini audiencia. Los jueces sometieron a consideración de acusación y defensa la rueda de reconocimiento que protagonizó la joven, en la cual no señaló a Miguel Angel "Negro" Fernández pese a que había nombrado a alguien con su mismo apodo y apellido como integrante del grupo agresor.
Al ampliar sus alegatos, el fiscal Eduardo Scilipotti y el querellante Fernando Dalmazzo dijeron que ese fallido reconocimiento "no afecta la credibilidad de la menor". Ambos la consideran testigo de los hechos pese a sus múltiples contradicciones.
En cambio Gerardo Tejeda, abogado de Guillermo González Pino, opinó que "este reconocimiento corrobora que la menor miente". Su postura recogió la adhesión de Gustavo Viecens y Alberto Cariatore, defensores de Claudio Kielmasz.
"A las personas que vio las designó con nombre distinto", recordó Cariatore, en alusión a que en una rueda de reconocimiento, la chica confundió a González Pino con Marcelo Arratia.
En definitiva, señaló que los fallidos reconocimientos, "junto con el resto de las contradicciones en que ha incurrido esta chica, demuestra que no tiene asidero como para tener su testimonio por certero".

   
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