Martes 31 de julio de 2001 | ||
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Argentina inició un ciclo que puede ser histórico |
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El título en el Sudamericano de básquet es muy alentador |
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Ese festejo eufórico de todo el plantel fue la mejor muestra de la frustración que había acumulado el seleccionado argentino de básquetbol, que tras 14 años de sequía se consagró en el Sudamericano de Valdivia, Chile, y en dos semanas afrontará el Premundial de Neuquén, su desafío más importante. El ciclo del técnico Rubén Magnano arrancó de la mejor manera posible, porque Argentina se alzó con un título que se había vuelto demasiado esquivo y que logró de manera invicta y merecida. El domingo venció a Brasil por 76 a 69 con un final bochornoso, ya que los brasileños lucieron agresivos y no acataron las decisiones de los jueces. Esta semana será utilizada por el plantel para festejar, descansar y recargar las pilas para lo que viene, porque del 16 al 26 de agosto, Neuquén será sede del Torneo de las Américas. Y allí todo el ambiente del básquet argentino espera ver al mejor equipo de la historia. Porque a los 12 jugadores que estuvieron en Chile se sumarán Juan Ignacio Sánchez, Rubén Wolkowyski (ambos estuvieron en Ligas de verano de la NBA), Emanuel Ginóbili, Hugo Sconochini y Fabricio Oberto, tres que entrenaron con el equipo, pero que no jugaron en Chile. Esos cinco jugadores pueden conformar el quinteto titular de Argentina, que tendrá como objetivo primordial conseguir una de las cinco plazas para el Mundial 2002 de Indianápolis, pero también demostrar lo que todos auguran, que el seleccionado está para grandes cosas. La actuación en Chile dejó varios puntos interesantes para analizar. El equipo demostró un gran profesionalismo, se entrenó con el máximo nivel de exigencia, mostró pasajes de buen juego y trajo al país el título que todos esperaban, tras ganarle dos noches seguidas a Brasil, el rival de siempre. Los primeros partidos no tienen ninguna validez para el análisis porque en Valdivia, una vez más, quedó expuesto que la realización del Sudamericano bajo el actual formato no sirve. No le sirve a los equipos que ganan por 60 puntos, tampoco a los que pierden, alejan a la gente y también a los sponsors y la televisión. Una zona Campeonato con Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay y el mejor clasificado de los otros equipos, jugando por el título, sería más competitivo. Y otra zona con el resto de los cinco países por ascensos y descensos. Es una alternativa, tal vez exista una mejor, pero es necesario un cambio. En lo individual los puntos más altos fueron Leandro Palladino, el goleador del equipo, y Andrés Nocioni, el jugador más espectacular del torneo, al que sólo le falta equilibrar su ímpetu porque a veces pasa de una volcada al mejor estilo NBA a una equivocación absurda. Gabriel Fernández fue el mejor entre los internos, Pelussi una grata aparición, y Osella la decepción. Ahora llegan todas las estrellas y el básquet argentino espera el gran momento: que todas las presunciones se hagan realidad y permitan soñar en grande a partir del 16 de agosto. (Infosic y Télam) Catorce años sin cortes El festejo se prolongó por un largo tiempo. No era para menos, Argentina regresó al primer plano del básquetbol sudamericano derrotando nada menos que a Brasil. El infaltable corte de cintas, los festejos en el vestuario y luego en el hotel fueron el desahogo tras 14 años de sequía de títulos a nivel sudcontinental para el conjunto que hoy dirige Rubén Magnano. |
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