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Miércoles 25 de julio de 2001 | |
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Barcelona goza con su nuevo ídolo |
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Unos 40.000 enfervorizados hinchas vivaron a Saviola en la presentación del equipo. El "Pibito" se lució y anotó un gol |
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 Emocionado hasta las lágrimas y deslumbrado como nunca. Así estuvo ayer Javier Saviola. No era para menos. El flamante jugador del Barcelona vivió su primera jornada plena en el Camp Nou, donde se realizó la presentación del equipo para la temporada que viene, disfrutando de la pasión y el afecto que le demostraron cerca de 40.000 aficionados que se acercaron al estadio. Como era de esperar, Saviola, fue quien se llevó todos los aplausos, más aún cuando marcó un gol en el partido de fútbol informal. Furor de masas. Griterío. Muchas chicas. Todos aplaudieron especialmente a este nuevo jugador argentino (también lo acompañará el arquero Roberto Bonano) que inició el renacimiento de la ilusión para los barcelonistas. "El estadio es imponente. Espectacular. Da gusto entrar. El césped muy bonito. Lleno debe de ser muy lindo. Y la gente me hizo sentir muy cómodo", indicó Saviola, con la emoción patentizada en su rostro. "Me motiva oir mi nombre. Estoy muy orgulloso de estar en esta institución y que me ovacionen hace que me adapte mejor", añadió emocionado el "Pibito". El "Conejito", tal como ya empezó a llamarlo el holandés Patrick Kluivert, participó junto a él de un entrenamiento absolutamente informal pero sumamente atractivo para los aficionados azulgranas. "Me sentí muy cómodo a su lado. Es fácil jugar con futbolistas como Kluivert. Ojalá tengamos mucha suerte", siguió diciendo Saviola. Lo que sí pudo percibir el joven atacante argentino fue el estilo de juego que impera en el Barcelona, donde el balón se desplaza constantemente y las acciones ofensivas se suceden con mucha asiduidad. Saviola destacó también el "buen ambiente" que encontró en el grupo, que lo recibió con mucha cordialidad, en sintonía con los aficionados. "Mis compañeros me trataron muy bien y me brindaron todo su apoyo. Esto va a permitirme trabajar mucho más tranquilo, porque sé que detrás tengo el respaldo de ellos. Siendo tan chico, me hacen muy bien estas cosas", remarcó. Acerca de las expectativas que se crearon en torno de su llegada al Barcelona, aseguró que prefiere "vivir el presente" y no aventurarse demasiado sobre un porvenir que, sin embargo, avizora como "muy venturoso". Tampoco quiso someterse a comparación alguna con Maradona, quien como él llegó muy joven a las filas barcelonistas, aunque su permanencia fue breve y esto le impidió hacer crecer el "feeling" con la gente. "No me gustan las comparaciones. No va a existir otro como Maradona, pero cada uno tiene su estilo", puntualizó. Poco antes, 28 jugadores habían paseado por el campo de juego con la camiseta azulgrana (faltaron solamente Rivaldo, Rochenback y Geovanni) al son del himno del Barcelona. "El conejo de la suerte", como lo llaman los aficionados del "Barsa", admitió que "el fútbol argentino es totalmente distinto al español. El césped es más rápido que en Argentina, se juega a mayor velocidad y la pelota corre más rápido. Hay mucha diferencia". Y si es como señala un viejo adagio popular, "en ella está el sabor". El que desde ahora quieren paladear los catalanes. (AR y Télam). |
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