Un certamen desprestigiado se pone en marcha

Comenzaron los problemas en la sede de Cali

CALI, Colombia (Télam).- El seleccionado paraguayo de fútbol se convirtió ayer la primera víctima de una falla en la organización de la Copa América de Colombia, al impedírsele entrenar con normalidad en el estadio "Pascual Guerrero" de la ciudad de Cali.
El plantel paraguayo quedó sorprendido cuando los administradores del estadio condicionaron la práctica a que los jugadores no usaran botines de fútbol, lo que obviamente se convertía en un serio problema.
El entrenador del equipo, el uruguayo Sergio Markarián, protestó enérgicamente ante lo ocurrido, al igual que varios medios de prensa locales.
Este incidente y otros temas abrieron ayer un nuevo capítulo, al presentarse la posibilidad de que los partidos programados para jugarse en Cali, del Grupo "B", se disputen finalmente en Bogotá.
El anuncio fue hecho por el presidente del comité organizador del certamen en Cali, Hernando Angel, quien señaló que tal medida se adoptaría si las autoridades de la ciudad no cumplen con la promesa de librar al evento deportivo de impuestos, tal como estaba pactado.
Aunque el alcalde John Maro Rodríguez y los concejales no han puesto objeciones a tal exoneración, hasta ayer no habían rubricado las normas correspondientes, lo que llevó al jefe de la organización, Jorge Correa Pastrana, a plantear la categórica advertencia.
Si el asunto no se resuelve de inmediato, en Cali se jugarían mañana los partidos Paraguay-Perú y Brasil-México, por respeto al público que ya adquirió entradas, pero en adelante el Grupo "B" se trasladaría a Bogotá, donde sólo está programada la disputa de la final del torneo.