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Lunes 2 de julio de 2001 | |
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Lorca hizo muy bien los deberes y cantó victoria |
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El reginense ganó la cuarta y se prendió en la lucha por la punta en el certamen, que lidera Nonnenmacher. |
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| BAHIA BLANCA (Especial) - Después que lo buscará y se le ganara en las tres primeras pruebas, el campeón Rodolfo Lorca tuvo su premio. Cumplió un trabajo impecable y logró la victoria en la cuarta fecha del certamen anual del Gran Turismo Patagónico, que se disputó ayer en el autódromo bahiense de "Aldea Romana". Todo le salió redondo al reginense, porque achicó mucho la breve con el huerguense Alberto Pérez Nonnenmacher, quien sumó muy poco, pero se mantuvo al tope de las posiciones de un certamen muy "caliente", que ayer vivió un verdadero escándalo. Al término de la prueba, los pilotos Javier Moreiro y Carlos Pilotti se agarraron a las trompadas, protagonizando un incidente de proporciones. (Ver aparte). En la pista el espectáculo fue muy bueno, ayudando un circuito que es bastante sencillo para su tránsito. Ya las series habían sido un buen aperitivo. En la primera ganó el "Cabezón" Nonnenmacher y en la segunda se impuso Lorca. En la final, Lorca pidió invertir la grilla. Cómo había sido el más veloz, le tocaba largar por adentro. Pero parece que aprendió la lección de la pasada prueba en el "Mosconi" allense, cuando por la cuerda se encontró con la parte sucia y perdió la punta con Nonnenmacher. Y el "Cabezón", demostrando sus cualidades de gran largador, lo volvió a madrugar. Pero reaccionó rápido Lorca y en la "curva de los chanchos" recuperó la primera posición, pero también le duró poco, porque Ricardo Alzueta venía embalado y salió a la punta, seguido por Franco N. Tinti. Se armó una carrera bárbara, hasta que en la sexta vuelta Lorca hizo una maniobra bárbara y volvió a la punta, que ya no largó hasta el final, por más que en la última vuelta tuvo que desplegar toda su experiencia en la pista para aguantarlo a Tinti, quien también necesitaba de la victoria. Atrás pasó de todo. Nonnenmacher se encontró con un rezagado y para esquivarlo realizó un trompo y medio. Quedó decimocuarto y avanzó rápido hasta llegar sexto, cosechando algunos "puntitos" para un certamen que todavía lo tiene al frente. "Primero me pasó muy bien "Rody" (por Lorca), y después me compliqué con el auto de Carlos (por Vélez), a quien le dieron la orden de salir cuando veníamos nosotros. Quedé muy atrás y recuperé hasta donde pude", comentó Nonnenmacher, quien igual se mostró conforme. Hubo otros trabajos importantes, más allá de los apuntados de Lorca, Tinti y Alzueta. El cuarto puesto de Santiago Scalesi fue muy festejado, lo mismo que el quinto de Raúl Favre, quien terminó sumando en un fin de semana que venía complicado. El Gran Turismo Patagónico pasó por "Aldea Romana" y vaya si hizo ruido. Dejó mucha tela para cortar, en un certamen que está tomando "calor" y donde Lorca demostró que cuenta con sobrados argumentos como para intentar pelear con Nonnenmacher y algunos más por el título. Moreiro y Pilotti se agarraron a las trompadas BAHIA BLANCA (Especial) - Fue un verdadero bochorno. Una agresión para los aficionados y hasta para los propios integrantes de la categoría. No hay justificativos para el escándalo que protagonizaron el cipoleño Javier Moreiro y el riocoloradense Carlos Pilotti apenas terminó la cuarta final del certamen del Gran Turismo Patagónico. A metros del ingreso a la zona de boxes, primero discutieron y después se agredieron, protagonizando un verdadero "papelón". La cuestión es que de las palabras pasaron a las manos y no todo quedó entre Moreiro y Pilotti, sino que se sumaron allegados a ambos pilotos. Cuentan colegas bahienses que estaban cerca del lugar, que después de un toque en la última vuelta, Moreiro bajó de su auto y le fue a pedir explicaciones a Pilotti, quien una vez que salió del habitáculo le habría pegado una trompada al cipoleño. Allí se sumaron allegados y se armó un escándalo de proporciones, con los involucrados pegando y recibiendo por igual. Si hasta se lo vio a Moreiro revoleando su casco, después que agredieran a su padre. Se terminó cuando llegó la policía. Hasta se tuvieron que mover las ambulancias para atender a algunos lesionados después de la batahola. Un verdadero escándalo. Un golpe bajo para una categoría que hace tremendos esfuerzos para avanzar. Seguro que no hará falta ninguna denuncia para que la Federación Once tome cartas en el asunto. |
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