Martes 31 de julio de 2001

 

La música como motor de la vida

 

Egberto Gismonti estuvo en el país brindando una serie de conciertos. Uno de ellos se realizó en Resistencia, donde le hicieron esta entrevista. Su vida y su conexión con la alegría.

  Resistencia (Télam).- El músico y compositor brasileño Egberto Gismonti, quien durante su actual visita a la Argentina participó de la serie de conciertos del ciclo "Tocar la Vida" efectuado en esta ciudad chaqueña, afirmó que "la música es motor fundamental de mi vida".
Dueño de una personalidad humilde, cautivante, plena de experiencias y anécdotas que le marcaron la existencia y que le permiten ver los problemas desde una óptica práctica y a la vez ambiciosa, Gismonti ostenta una trayectoria que lo llevó a tocar con las mejores orquestas del mundo.
Durante su estadía en Resistencia, Gismonti, de caminar pausado como su habla, contó de su sorpresa al encontrarse acá con la Orquesta de Cámara Mayo, con la que interpretó su repertorio en su primer recital de esta visita. "Haber encontrado acá a la Orquesta de Cámara Mayo fue una bella sorpresa, porque yo no sabía que aquí había una orquesta con disposición de tocar como si fuese un conjunto", explicó en referencia a que la complejidad de sus obras impide que las interpreten quienes no estén familiarizados.
Yendo más a la correspondencia entre el arte y la personalidad del artista, Gismonti aseveró que "si usted anda con un problema grande -por ejemplo, un problema personal o económico-, lo aprisiona un sentimiento ruin, y como la música sigue, la música que usted hace muestra un sentimiento ruin. Ahora, si usted está bien, deja un sentimiento bueno".
Sobre su carrera, recordó que Brasil "pasó 35 años bajo el régimen militar a partir del "64, y yo empecé a trabajar alrededor del "69 o el "70. A pesar de los problemas que padecía mi país, yo procuré vivir en lugares donde pudiera expresar mis ideas. Así que acabé buscando siempre el lado positivo de las cosas, no me interesan las memorias negativas".
"Si tengo un sentimiento ruin para mi gente, si el país anda en problemas -manifestó-, yo no puedo mudarme de país. Pero con mi actitud puedo mudarme de mí mismo. Si cada uno pudiera cambiar en pequeñas cosas como solidaridad y respeto, el país mejoraría". Gismonti agregó: "Tengo dos hijos adolescentes, y con ellos comprendí millones de cosas. Ellos saben decir no, me enseñaron que un no es necesario. Alexandre y Bianca viven conmigo hace siete años: Bianca toca el piano y Alexandre la guitarra".
"En Latinoamérica existe una crisis muy grande, y eso interfiere en la vida de cada uno, de una manera u otra. Pero lo importante de los sudamericanos, a diferencia de lo que sucede en los países europeos, es que sabemos mirar los problemas que nos acontecen con mucho más buen humor, con más esperanzas", confió.
Gismonti vive en la ciudad de Río de Janeiro desde siempre, como él mismo cuenta, y habló de la creación de la música de una manera muy especial. "En mi persona, lo creativo no pasa por el piano o cualquier otro instrumento. Pasa por lo cotidiano, por estar charlando, bebiendo el jugo de un coco, lo que sea... Puede ser que un día encuentre la motivación para crear en un lugar totalmente inexpresivo, común, por el que paso todos los días".
De vuelta en las añoranzas, el músico brasileño definió a Astor Piazzolla como "un gran amigo", y recordó entre risas que "Astor contaba muchas historias. No sé realmente si eran verdaderas, pero estaban realmente bien contadas".
Piazzolla y Gismonti compartieron las lecciones de su maestra, Nadia Boulanger. Acerca de su mentora, narró que cuando terminó de estudiar, ella le recomendó que fuera a explorar sus raíces, por lo que se internó en la selva con los indios Xingú para coexistir con la naturaleza, y recibir de ella la música que luego transmitiría.
Gismonti es un virtuoso de la guitarra (aunque no desea llamarse guitarrista), un ser que transmite calma, un disfrutador de la vida. Busca la alegría en la alegría de los demás, y que sus composiciones gusten le da una gran satisfacción.
Tanto, que en una de las master clases trasmitidas por Internet por el sitio www.tocarlavida.com en estas jornadas chaqueñas, se emocionó ante el relato de alguien que le comentó que él, a la distancia, fue con su música el apoyo ante momentos difíciles.

Una película de Pino

La ficción y la vida se mezclaron, como sucede algunas veces, en una circunstancia de vida que el músico brasileño Egberto Gismonti atravesó años atrás y que evocó durante su reciente visita a Resistencia.
Gismonti recordó que durante la última dictadura militar argentina, él y el cineasta Fernando "Pino" Solanas fueron detenidos por los tripulantes de un tanque de guerra en una calle de Buenos Aires, aunque los salvó que el militar a cargo, al identificar a Pino, los dejara libres.
"Y yo, en esos momentos, supuse que todo formaba parte de alguna película que Pino estaba filmando", comentó Gismonti, divertido. (Télam)

   
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