Miércoles 18 de julio de 2001 | ||
El camino en solitario de Carlos Francese |
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Secundado por un grupo de colaboradores, el rockero barilochense Carlos Francese produjo "Si el fuego despierta", su primer compacto. En este trabajo recopila una gran variedad de temas que reflejan su extensa carrera como músico. En la estética de Francese conviven en igual medida el llamado rock alternativo junto con letras nostálgicas referidas a la zona en la que vive y, por supuesto, las mujeres y otros lugares del sur del mundo. |
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NEUQUEN (AN).- Del rock que cultiva Carlos Francese puede decirse que no admite demasiados rótulos pero sí que tiene una impronta decididamente sureña, con temas donde conviven cuestiones como la denuncia sobre incendios forestales, la distancia entre Bariloche y Buenos Aires y un tren imaginario del sur. Ocurre que este barilochense que en forma solitaria se dedica al rock "con sello propio" recorre sus propias obsesiones a la hora de componer las canciones que forman parte de su carrera. Como testigo de sus desvelos, se puede recurrir a "Si el fuego despierta", su primer CD, que es un compilado de trabajos compuestos por el músico en 1993, 1997, 1999 y 2001. De esta particular aventura, protagonizada en forma independiente por Francese, también participan Pedro Menéndez, como técnico de grabación, mezcla y remasterización, Alejandro Pincheira como técnico de masterización y copiado y Soledad Zapata y Pixy Francese en producción general. En uno de sus tantos recorridos por esta ciudad, para poder "enhebrar" varias fechas de actuaciones con vistas a una minigira por la zona, Francese cuenta que "la idea básica si se concretan los recitales es presentar el CD y repasar temas de un cassette independiente que salió en 1997 y nunca alcanzó el formato de compacto, pero principalmente las actuaciones tendrán por objeto empezar a apoyar el disco". Este solista rockero también vislumbra la idea de "empezar a tocar temas nuevos que quedaron afuera del disco por razones de presupuesto" y seguramente formarán parte de un próximo trabajo. Tras aclarar que su propuesta podría encuadrarse como "música alternativa del sur", Francese explica que en la primera edición de este compacto se editaron cien unidades, con un formato de paisajes en la portada. Una edición artesanal que demandó tiempo y esfuerzo en una movida personal sin el apoyo de ningún organismo oficial. Orgulloso de ser una suerte de "rara avis" de su especie, -uno de los pocos solistas rockeros- asume que su gran aspiración "pasa por lograr cierta cantidad de shows y ventas por mes, para poder vivir tranquilamente de la música, lo que no es tan difícil, porque la idea es compensarlo con actuaciones fuera del país". Llegado este punto de la charla, no sin cierta bronca lamenta que "yo acá no puedo pedir por un show lo que realmente vale y en cambio en Europa en un pub de mala muerte ganás 200 dólares por una actuación, mientras que acá nadie te los paga y además tenés que pelear por la comida, la estadía, los pasajes, los canjes, el sonido y tenés que tener una infraestructura que no se paga". Por lo pronto y como para reforzar sus dichos, ya trabó contactos con productoras de Holanda "porque allá se compran producciones independientes y como el problema es el idioma, entonces lo que haga va a tener mucha música instrumental y se van a traducir las partes cantadas sobre la idea, no sobre la parte poética, es decir sobre el concepto". Parece que en el imaginario de este artista siempre activo, hay mucha tela por cortar y canciones por componer. "En mi música siempre hay referencias a mujeres, mujeres imaginarias y después lo mío pasa por apuntar a que un tipo de otro lugar, se haga una leve idea de cómo es el lugar donde vivís, pero también hablo de los sueños y de las obsesiones como artista". Además de tener a las mujeres como musas inspiradoras, el músico sueña con la trascendencia de su obra. "Me gustaría que cuando alguien sobreviva a una guerra atómica encuentre un disco tirado por ahí, porque eso es la música para mí si no no lo haría", imagina con aires metafísicos. Por ahora, se conforma con encontrar el espacio que le de cabida a sus inquietudes y tener la posibilidad de tocar en vivo en esta ciudad, para al mismo tiempo difundir su trabajo. "La idea es distribuirlo mano a mano: vamos a vender el disco con una dirección postal y todos los interesados en conocer mi música alternativa del sur podrán adquirirlo", sugiere, antes de seguir con su cruzada solitaria. |
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