Excelente presentación del dúo Terlizzi
Consolidado musicalmente, pleno de brillo y en su madurez musical se mostró el dúo que integran Marco y Rafaelle Terlizzi en su presentación neuquina, que tuvo tres obras en sus bises.
Los artistas poseen una carrera ya afirmada y son exponentes del arte de la música de cámara de su país, con un nutrido currículum y proyectos concertísticos en las capitales más importantes de Europa, América del Sur y Oriente.
En el concierto neuquino, protagonizaron una excelente oportunidad, al abordar un programa tan variado y selectivo, donde cada uno lo asumió con total entrega.
Las dos sonatas de Domenico Scarlatti: número 1 en re menor (K.77) y número 2 en mi menor (K.81), ambas originalmente para violín continuo y revisadas por el gran estudioso Ralph Kirkpatric, fueron ejecutadas con gran musicalidad y refinamiento, ofreciendo una ajustada interpretación sin superar los límites del Barroco.
Como buenos intérpretes mozartianos ejecutaron emotivamente las seis variaciones K.360 escritas por Mozart sobre la canción francesa "Hélais, j´ai perdu mon amant", única en su género, en donde el dúo demostró poseer gran musicalidad, virtuosismo, calidez sonora y rigurosidad estilística.
En el programa incluyeron la obra del compositor ruso Alfred Schnittke, "Gratulationsrondo" en primera audición en Neuquén, que fue escrita en 1973, a modo de homenaje a la cultura austro-alemana del 1700 y 1800 en la que el virtuosismo de ambos instrumentos fueron revelados por los hermanos Terlizzi que trasmitieron una notable ejecución.
En esta obra de Schnittke se pueden apreciar temas, melodías y secuencias armónicas cercanas a Mozart, Haydn, Mendelssohn, Schubert y Beethoven, donde estos elementos trasmiten un juego musical, dando vida a una obra refinada y original, en la que asimismo los intérpretes demostraron poseer una gran pulcritud y pureza sonora. El dúo abordó de Félix Mendelssohn, la sonata Op. 4 en fa menor y la sonata en fa mayor. La primera creada en su juventud a los 14 años y la segunda a los 29 años, reflejando en la interpretación la belleza melódica del período romántico, como asimismo dando un ejemplo de energía, virtuosismo y musicalidad.
Al finalizar el concierto, el público de pie con una sala llena, solicitaba la continuidad de la función. Fue retribuido con tres obras fuera de programa a modo bises: "Shön Rosmarin" de Fritz Kreisler, "Danza húngara número 6" de Johannes Brahms y "Ao pe da fogueira" (preludio número XV) de F. Vale en una trascripción ejemplar de Jascha Heifetz, en donde los intérpretes demostraron una vez más un dúo de violín y piano consolidado musicalmente, pleno de brillo y madurez musical.
Hay que destacar el valioso aporte del ya mencionado Instituto Italiano de Cultura que acerca a la zona, a través Armonicus en su octava temporada de conciertos, espectáculos de jerarquía, con músicos de gran nivel.
Martín Morales
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