Opus 4, con la emoción y el placer intactos
Una vida poblada de canciones. Acaban de editar "Tangos, valses y milongas".
Pero cuando Opus, en este caso Fede Galiana, habla de Opus, las palabras se alejan de las cifras y se centran en las conductas. Opus es por lo que ha sido; también porque sigue haciendo sin bajar los brazos, a pesar de los males.
"Cuando éramos chicos, no imaginábamos cómo iba a ser el mundo hoy. Recuerdo que mi papá llegaba de trabajar a la noche, en bicicleta -era contador de un banco- (en Bahía Blanca, donde Federico pasó su infancia primera) y una de sus misiones era dar presión a las estufas de querosén y encenderlas porque de lo contrario nos moríamos de frío. Era además, una forma de calefaccionar inapropiada, quemaba oxígeno, daba un olor muy fuerte y a algunos nos producía dolor de cabeza. Las luces de casa -todas de 40 ó 60 watts, como mucho- se apagaban al salir de las habitaciones porque el servicio era caro. Así era la comodidad de entonces... El acostumbramiento actual a otro confort bien diferente, ha establecido también el parámetro de que el artista para poder trabajar o crear, debe tener determinados elementos y estar bien, cómodo; cierta seguridad económica con su trabajo. Si no, se queja. Hablando en primera persona, nos quejamos... Yo formo parte de ese tipo de personas que tratan de vivir de su arte y de su creación, en este caso, la de Opus 4. Protestamos por las dificultades, la falta de oportunidades, por el achicamiento, etcétera. Pero retrocediendo en la historia vemos que los artistas creaban como podían, se las arreglaban. Si alguien dice, es loable lo que hace Opus o mucha otra gente en el ámbito artístico que sigue generando trabajos ante tantas adversidades, tanta falta de estímulos del ámbito oficial y privado, eso es sólo una contingencia. El que quiere crear o es artista, lo será más allá de que pueda o lo dejen; puede escribir desde una cárcel donde nada le es propio y está más cerca de sentirse desahuciado que de ser útil a la sociedad.
-Recuerdo al poeta Miguel Hernández...
-¡Exactamente! Con esto, trato de desmitificar nuestra posición. En Opus, hacemos lo que hacemos porque creemos fervientemente en ello y porque nos gusta, nos da placer, alegría. Tal vez sea lo que más nos alegra a esta altura de nuestras vidas, junto con nuestras familias, por supuesto. Más alegría, incluso, que viajar, ya convertido también en una contingencia, en un medio para tener el goce de cantar para la gente y que, de alguna forma, reconozca que sirve lo que damos. ¿No? Entonces, nos paramos en esa posición y vamos adelante. Editamos un nuevo disco en las mejores condiciones para nosotros, en un estudio que nos produce placer; nos complace grabar en "La casita de mis viejos" (estudio de Lito Vitale) donde nos sentimos como en casa de nuestros viejos. Un lugar cálido, acogedor, en el que se respira música... La mística que logramos allí es irrepetible, única. Vincularnos con alguien del talento y las condiciones naturales de músico que tiene Lito, contagia. Sentimos que participamos de un clima especial, no encuentro otro modo de definirlo. Así, es mucho más fácil cantar, expresar y se puede dar todo lo que se tiene dentro. De manera que si a alguien le gusta "Tangos, valses y milongas", título del último cd, nos alegra porque para eso trabajamos."
-Un título que se encuentra con marco social dificil.
-Ante un país en situación muy desfavorable, donde la gente está abatida por falta de oportunidades y muchos piensan en irse de Argentina, nosotros decimos no. No nos quedamos esperando que los gobernantes cambien la realidad, creo que la cosa va de abajo hacia arriba. En todo caso, hay seguir luchando para permanecer en nuestra tierra, para que cada uno ponga su granito de arena y mejoremos, tratando de hacer lo suyo lo mejor posible"
En junio, Opus estuvo en el Colegio de Abogados de Buenos Aires, al 1400 de la Avenida Corrientes; en el Country "Los Troncos" de Del Viso; y en San Francisco, dando un concierto de negro-spirituals exclusivamente, con el Coro de Cámara de esa localidad cordobesa. El primer viernes de julio viajaron a Puerto Madryn para una presentación organizada por la Subsecretaría Municipal de Cultura; el sábado 8 estuvieron en el Teatro Español junto al Coro Municipal de Trelew y Coral del Pueblo, en coincidencia con la inauguración de la Temporada de Ballenas; al día siguiente, en Comodoro Rivadavia, participaron en la conmemoración del Día de la Independencia Nacional con coros de esa ciudad; el martes 10 cantaron en el Festival "Memoria Activa" en el Teatro Gran Rex; y el sábado 14, con el Coro Vocacional de Marcos Paz. El viernes 10 de agosto se presentan en el Teatro Roma de Avellaneda, con coros de ese partido del sur del GBA; el domingo 12, con el Coro "Renacer 2000", en el Centro Cultural de Haedo; el viernes siguiente, viajan a Santa Fe y el domingo 26 compartirán un concierto con el Coro del Colegio Nacional de La Plata.
"Tenemos la clara sensación de que lo único que nos va a parar es el límite físico. Y eso ya no es voluntario, es inevitable. El fin de Opus 4 será cuando ya no podamos cantar; cuando sintamos que no podemos viajar o pararnos dignamente sobre el escenario, dejaremos el cuarteto, afirma Galiana.
Una sensación de paz interior
- En "Tangos, valses y milongas" apostaron también al desarrollo solístico.
-Hacía un año que habíamos comenzado, hace 32, cuando el director artístico de una discográfica muy importante que cambió de nombre pero sigue dependiendo internacionalmente de la marca Phillips, nos dijo "me encanta lo que hace Opus 4, los voy a grabar pero tienen que elegir un género musical; no puedo hacer un disco con temas latinoamericanos, tango, proyección folclórica, spirituals, porque voy a confundir al público..." (Sonríe Federico) Mirá vos, qué notable! Porque de alguna forma marcamos un camino con nuestra costumbre de mezclar géneros. A partir del primer larga duración ("América"), en años siguientes, aparecieron muchos grupos y solistas que cantaron temas populares de otros países, junto a los argentinos. Hoy en día, la mayoría de los más de dos mil coros que abarcan música popular, se nutre de una amplia gama desde tango a spirituals. Hacen lo que les gusta.
-El tango aparece como acto de placer.
-Con esa misma idea, cuando en octubre y noviembre del año pasado nos llegó la posibilidad de grabar, dijimos por qué no darnos el gusto de interpretar uno o dos tangos, solos. La elección de esa parte del repertorio fue individual y fuimos solistas de un género esencialmente solístico. El trasfondo de optar por la alternativa de mostrarnos cantando en forma individual, además de en conjunto y a dúo como en "Naranjo en flor", forma parte del gusto por lo que hacemos. Nos damos el gusto de hacer lo que queremos. Los dos tenores del conjunto (Beto y Marcelo) aman profundamente el tango y tal vez, es uno de los géneros que mejor interpretan."
- ¿En lo estrictamente personal, que te ha ido dejando todo esto? Mucho más de la mitad de tu vida, se la dedicaste al cuarteto.
-Me queda una sensación de paz interior. Hice lo que me gustó, honestamente, con buena entrega, buscando que le sirva a alguien. Me sirvió a mí, primero, a mi familia, mis hijos, porque es un buen ejemplo para ellos. Los míos y los hijos de mis compañeros, se sienten orgullosos de lo que son y representan sus padres. (E.R.)
Eduardo Roulliet
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