El retrato de la música infernal
Ante miles de personas de Neuquén y de otras provincias , "La Renga" tocó el sábado pasado en el estadio Ruca Che. Se escucharon temas clásicos y también algunos estrenos.
O al menos eso quedó demostrado el sábado en el estadio Ruca Che, donde el grupo de Mataderos volvió a convocar a su peregrina bandada de fans para repetir el desafío de reunir a seguidores de varias generaciones en un recital de rock barrial.
Desde las tribunas altas y como parte del rito que se reproduce en todos los lugares donde tocan, se vieron carteles de lugares tan disímiles como Berisso, La Plata, Rosario, Tucumán, Cipolletti y Mar del Plata.
Dentro del estadio, también los vendedores ambulantes aprovecharon la fiebre "renguera" para "hacerse" el fin de semana: desfilaron remeras, gorros, pañuelos y fotos con la cara del líder del grupo que los adolescentes consumieron gustosos para matizar la espera previa al show.
Al mismo ritmo que la música circularon panchos, choripanes e inocentes gaseosas, con las que debieron conformarse los seguidores a falta de las petacas y cajas de vino que fueron metódicamente requisadas a la entrada y, apiladas en una bote de basura, formaban una montaña.
Arte infernal
La cita se dilató hasta poco después de las 22.30, hora en que -con telón de fondo y escenografía que asemeja a un fin del mundo apocalíptico de una ciudad tercermundista- los músicos subieron al escenario para comenzar esta liturgia que duraría más de dos horas.
Ante la mirada extasiada de una amplia gama del género humano -adolescentes munidos de banderines, chicos y parejas maduras- el delirio comenzó con "Panic show" y "Motor, alma y sangre", "En el baldío" y "El cielo del desengaño", entre otros temas de su primer disco.
"Hola como están, saludos para Neuquén y también para Cipolletti", concedió a modo de saludo el "Chizzo", este rubio cara de duro que ya es un ícono para los chicos de varias latitudes que se dieron cita en el lugar.
Viscerales y contundentes, los músicos siguieron con un repaso de los temas de su carrera que ya los catapultaron en la categoría de rock de barrio con canciones como "Lo frágil de la locura", "Revelde" y "Cuando vendrán", que desgranaron ante su público. "El twist del pibe", "El rito de los corazones sangrando", "Al que ha sangrado" y "Arte infernal", fueron algunas de las muchas canciones que eligió esta banda para complacer a la demandante tribuna neuquina.
Luego de dos horas de rock sostenido, promediando el final, desde el campo y con furia se escuchaba una sola y atronadora voz emitida por la marea humana: "No se va, `La Renga` no se vaaaa....."
Reclamo mediante y tras un par de cabildeos, la banda volvió a subir a escena ante la histeria generalizada, para regalar algunos bises que extendieron la cita hasta poco después de la medianoche, hora en que lentamente comenzó el éxodo.
Seguramente para seguir festejando en otro lado.
Milena Delgado
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