Lunes 2 de julio de 2001

 

El eterno peregrino se queda en su barrio

 

Facundo Cabral después de recorrer el mundo echa el ancla en Buenos Aires, donde realizará un ciclo de recitales

  Buenos Aires (Télam).- El cantautor popular Facundo Cabral comenzará el 6 de julio una serie de recitales en el local porteño La Trastienda que se prolongará durante los viernes y los sábados de este mes y en el que realizará una recorrida por los clásicos de su repertorio, con una permanente participación del público.
A lo largo de su carrera, Cabral, de 64 años, realizó presentaciones por todo el mundo, desde el Lincoln Center de Nueva York a la Catedral de Toledo, pasando por una camellera de Jerusalén y una plaza de toros de Guadalajara.
"Tengo ganas de anclar en alguna parte y ese lugar es Buenos Aires. Yo puedo estar en el mejor lugar del mundo, pero todos los caminos me conducen a Buenos Aires: mi lugar, mi gente, mis olores y ese hábito de comer en el mismo restaurante, tomar café en el mismo bar y pararme en la misma esquina", desgranó Cabral.
Cabral explicó que "después de haber recorrido alrededor de 165 países, dormir en hoteles durante tantos años, conocer a tantas personalidades, desde la Madre Teresa de Calcuta hasta Golda Meier, pasando por Fidel Castro, Jorge Luis Borges y Pablo Neruda, decidí quedarme aquí y dedicarme a mi proyecto editorial y a hacer algunos recitales, pero cerca de casa".
"Me siento un peregrino andando por el mundo -se autodefinió-. Trabajé en más de 100 países de todos los que recorrí: una locura... Llegó el momento de terminar en el lugar donde empecé".
Ante la consulta de si quería decir que comienza el final de su carrera, el autor de "No soy de aquí, ni soy de allá" expresó que "no sé si una despedida, eso sólo lo sabe Dios. Actualmente me cuesta bastante movilizarme, y por ejemplo, saber que de mi casa al lugar del show hay diez minutos de distancia, me pone bien".
"Uno puede cambiar de oficio, de mujer, de lo que quieras, pero no de lugar. Yo soy de la ciudad de Buenos Aires y lo siento como ser de Boca, caminar por ese barrio, con esa gente. Todos los caminos del mundo hicieron que me aporteñe más. Ahora quiero ser el cantor local, el cantor de barrio", afirmó.
Acerca de la diferencia entre su primera identidad artística, el Indio Gasparino, y el actual Facundo Cabral, el trovador comentó que "el Indio Gasparino era un tirabombas que siempre estaba en llamas, combativo; el Cabral actual sigue creyendo en el combate de siempre, pero con más reflexión y sin bombas".
"Esa reflexión -indicó- te la da el paso del tiempo y de los hechos. Mi carrera artística, así como me dio mucho -y no reniego de nada-, también me sacó mucho. Por ejemplo, no haber podido formar una familia. Pude haber tenido amores a montones, pero una familia no".
Según Cabral, "el sueño es un instinto que nos lleva al triunfo, es una manera poética de la intuición. Hoy estamos donde soñamos ayer; yo estoy caminando el mundo que soñé y cantando la canción que intuí".
"Si dejamos morir nuestros sueños, seremos pobres; si los cuidamos y los ponemos en práctica, seremos ricos. Cada uno de ellos nos revela un poco de la gran verdad, la que nos lleva a un mundo luminoso que está aquí nomás, que alcanzamos cuando nos damos cuenta. Por eso el primer mandamiento del hombre verdadero es darse cuenta", sentenció.
Separado artísticamente de Alberto Cortez, con quien había efectuado giras por todo el mundo con el espectáculo "Lo Cortez no quita lo Cabral", el cantautor ha retomado su condición de solista.
"Son etapas que uno va cumpliendo -deslizó-, con Cortez hicimos un sinfín de recitales maravillosos, grabamos discos, pero será muy difícil que nos volvamos a juntar. Hoy vamos por caminos diferentes".
En referencia a sus shows en La Trastienda (Balcarce 460), que comenzarán el 6 de este mes y se prolongarán durante todo julio, Cabral confesó no tener resuelto en detalle qué hará en ellos: "Por supuesto, dialogaré con el público. Habrá, como se ve, mucha improvisación. Nunca me gustaron las cosas estructuradas, armadas".
"Por ese motivo -se sinceró- nunca me casé ¿Quién soy yo para jurarle amor eterno a una mujer? Si a lo mejor mañana le digo "No te quiero más" y me enamoro de otra... En la música pasa lo mismo: voy a cantar lo que salga arriba del escenario y lo que provoque la gente".
"Vive la sorpresa del instante, la libertad del momento, no te esclavices a las promesas". Buda les prometió a los monos que si se portaban bien, una mañana se convertirían en hombres. Desde entonces, los monos esperan todas las noches y lloran todas las mañanas", discurrió con tono calmo. "Mi madre Sara -concluyó Cabral- siempre decía: "Cada mañana es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia porque es un soldado menos. Hay que cuidarse del que no canta, porque algo esconde", remataba mi madre".
   
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