Viernes 29 de junio de 2001

 

Un gigante observatorio argentino mira al Universo

 

Los resultados obtenidos en la primera etapa de construcción del Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger sorprendieron a los científicos. En la construcción del complejo mendocino participan 19 países y la dirección está a cargo del Premio Nobel de Física, James Cronin. El proyecto tiene un costo de 50 millones de pesos y su equipamiento y su importante capacidad investigativa lo hacen único en el mundo.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Científicos del observatorio Pierre Auger de rayos cósmicos instalado en los departamentos de Malargüe y San Rafael (Mendoza) detectaron partículas "extremadamente energéticas provenientes del espacio exterior". Del proyecto, que quedaría concluido en 2004, participan 19 países.
El instrumental que hizo posible el descubrimiento es uno de los 30 telescopios de fluorescencia atmosférica del observatorio gigante cuya construcción está a cargo de físicos e ingenieros de 19 países.
Compuesto por equipamiento y detectores sofisticados, el observatorio ocupará un área de 3000 km2 (unas 20 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires). Ambas características lo hacen superior en instrumental y tamaño a los actualmente existentes.
La información suministrada por el Centro Atómico Bariloche agrega que "los primeros chubascos cósmicos" fueron detectados por el conjunto de telescopios ubicado en el cerro Los Leones. Otros puntos de observación fueron ubicados en los cerros Cihueco y Morados cuyos datos serán complementados con los aportados por 1.600 detectores de superficie.
El proyecto Pierre Auger es dirigido por el Premio Nobel de Física, James Cronin. Del país participan científicos y técnicos del Centro Atómico Constituyentes, complejos fabriles de Malargüe y San Rafael, el Instituto Balseiro y el Centro Atómico de esta ciudad, el Conicet, las universidades nacionales de La Plata y Buenos Aires, las regionales Mendoza y San Rafael de la Universidad Tecnológica Nacional y el Instituto Astronómico de Ciencias del Espacio.
Alberto Etchegoyen, del laboratorio Tandar (CNEA), es el director del observatorio y María Teresa Dova está a cargo de la secretaría ejecutiva de colaboración internacional y coordina los grupos de La Plata mientras que Beatriz García e Ingomar Allekotte hacen lo propio con los grupos de Mendoza y esta ciudad.
Doctor en Física e integrante del grupo Partículas Elementales del CAB, Allekotte señaló que la idea rectora del emprendimiento internacional es la ciencia básica lo que no implica la búsqueda de una aplicación específica a los conocimientos sino "comprender más acerca del universo". A su juicio, la amplia colaboración internacional y las periódicas visitas del Premio Nobel representarán "un impacto grande" para el país privilegiándolo "en el contexto mundial".
La ubicación geográfica del observatorio debió cumplir con requerimientos específicos como la altura sobre el nivel del mar, una atmósfera limpia, accesibilidad y clima.
Los estudios preliminares habían contemplado también la posibilidad de instalarlo en la zona de Maquinchao e Ingeniero Jacobacci en la Línea Sur rionegrina "pero finalmente se optó por hacerlo en Malargüe porque ofrecía las mejores condiciones", señaló Allekotte.
Algunos de los aspectos que terciaron para la "reñida" determinación final fue la baja temperatura de la zona patagónica que podría "llegar a congelar nuestros detectores y generar problemas de accesibilidad en esa época del año".
El costo total del observatorio fue estimado en 50 millones de dólares. El gobierno argentino aporta 10 millones a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica y Mendoza, 5 millones, para infraestructura.
Con respecto al CAB y al Instituto Balseiro, Allekotte dijo, "tienen un equipo de personas interesadas que participa en distintas actividades relacionadas". El científico agregó que abriga "la esperanza de que, a medida que el proyecto avance y se empiecen a tomar los primeros datos, vamos a tener cada vez más gente interesada en evaluar los datos y sacar conclusiones", señaló.

Los primeros resultados son alentadores

Los datos registrados en el Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger adquieren importancia a la luz de que fueron captados "apenas puesto a funcionar el primer telescopio dando enorme confianza a los científicos y técnicos del proyecto", según la información suministrada por el CAB.
Al chocar con las moléculas del aire en la atmósfera, un rayo cósmico ultra energético produce una lluvia de miles de millones de partículas cargadas moviéndose simultáneamente a la velocidad de la luz, atravesando la atmósfera en menos de diez millonésimas de segundo", explica.
Hasta el momento no existe una explicación satisfactoria acerca del origen de estos rayos cósmicos y "la comunidad científica mundial está convencida de que el observatorio permitirá resolver el misterio aportando nuevos descubrimientos, fundamentales en la física y en la astrofísica, permitiendo con ello un mejor conocimiento del universo y, tal vez, su génesis".
Como en los tubos fluorescentes, señala, "en los que la luz es producida por partículas cargadas que viajan de un extremo al otro, las partículas cargadas de la `cascada atmosférica" excitan las moléculas de aire produciendo luz ultravioleta" invisible para el ojo humano, que puede ser detectada a grandes distancias por los telescopios del observatorio Auger.
Estos sensibles telescopios están compuestos por grandes espejos colectores y de fotodetectores de respuesta rápida capaces de medir a una distancia de 20 kilómetros "la tenue luz de fluorescencia no más intensa que la que produciría una lamparita surcando la atmósfera a la velocidad de la luz", explicaron los científicos y técnicos desde Mendoza (AB).

Telescopios y detectores

*Además de telescopios de fluorescencia, forman parte del gigantesco observatorio 1.600 detectores de partículas distribuidos a 1,5 kilómetros de distancia entre sí que servirán para detectar las partículas que alcanzan la superficie de la tierra.
*Los rayos cósmicos serán registrados tanto por los detectores de superficie como por los de fluorescencia permitiendo precisiones aún no alcanzadas.
*Por tratarse de dos sistemas distintos midiendo simultáneamente las mismas lluvias cósmicas, los errores de medición son reducidos a su mínima expresión.
*El telescopio de fluorescencia capta la señal lumínica que atraviesa el diafragma, incide sobre el espejo y es reflejada sobre los fototubos que la transforman en un pulso electrónico.
*El detector de superficie es un tanque de polietileno lleno de agua híperpura con panel solar y antena de telecomunicaciones. Las partículas de la lluvia cósmica generan en el agua una señal lumínica que es transformada en una señal electrónica.
*De los 50 millones de dólares previstos para la construcción del observatorio, 10 millones son aportados por el país y 5 por la provincia de Mendoza. El resto corresponde a contribuciones de los países participantes del proyecto.
*El dinero aportado por Nación está destinado a la construcción de prototipos, detectores y equipamientos bajo la dirección de la colaboración argentina y con contratos con empresas del país y para el adiestramiento de jóvenes científicos y técnicos.
*Los fondos de la provincia son utilizados para infraestructura: construcción de caminos, redes eléctricas y edificios.
   
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