Pulseada por norma sobre transgénicos

Funcionarios nacionales, Greenpeace y Adelco están en Bariloche con posiciones disímiles

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El subsecretario de Producción y Alimentos de la Secretaría de Agricultura de la Nación, Gustavo Oliverio, viajó a Bariloche en compañía de una funcionaria del área para tratar de desactivar la ordenanza que dispone que todo alimento resultante del uso de técnicas de ingeniería genética en su producción o procesamiento sea fácilmente identificado por los consumidores.
También llegaron a la ciudad los representantes de Greenpeace y Adelco, Emiliano Ezcurra y Pablo Guidarelli, para respaldar la decisión del Concejo Municipal y denunciar que "el gobierno nacional intenta vendarle los ojos a los ciudadanos barilochenses al tratar de presionar a los concejales locales".
La norma fue aprobada por unanimidad por los concejales, y aunque el intendente Atilio Feudal trató de vetarla entrará en vigencia próximamente. Básicamente, establece que cada comercio deberá exhibir un cartel visible que indique la disponibilidad de un catálogo con la nómina de los comestibles transgénicos incluidos en sus mercaderías. Los listados serán provistos por la dirección de Inspección General y actualizados mensualmente con altas y bajas.
La secretaría de Agricultura afirma que los productos resultantes del uso de técnicas de modificación genética "son sanos e inocuos al igual que su contrapartida convencional", y reconoce que los organismos encargados de su aprobación no cuentan con listados de esos productos. Considera que la ordenanza aprobada en Bariloche "resultaría el preámbulo para avanzar en la exhibición de un listado en todo el país", y que en la norma cuestionada "no se indica claramente qué riesgo se intenta prevenir".
El informe agrega que "se debe probar el riesgo para la salud humana" y denuncia que en la ordenanza "se invierte la carga de la prueba, obligando a la difusión de listados de alimentos probadamente inocuos".
Ezcurra y Guidarelli criticaron la preocupación de "un funcionario nacional que en lugar de ofrecer apoyo a una legislación de trascendencia hizo todo lo contrario". Ofrecieron su contribución "para superar cada obstáculo que se presente" y aseguraron que "con su actitud, el gobierno está incrementando la desconfianza sobre los productos transgénicos".
En los fundamentos de la ordenanza el concejal Claudio Lueiro mencionó el derecho a la información que la Constitución y la ley del Consumidor le garantizan al ciudadano, y precisó que "es necesario normar la manera de exigir que cada consumidor tenga la posibilidad de elegir", en forma independiente de la voluntad de los productores de alimentos.
La aprobación de la ordenanza dio la vuelta al mundo y generó un intercambio de información que, a decir de Ezcurra y Guidarelli, "puso en rojo el sistema de recepción de e-mails de las organizaciones internacionales de consumidores".
Subrayaron que "con esta norma Bariloche se ubica a la vanguardia en la defensa de los derechos de los consumidores" y reprocharon que los funcionarios nacionales "no se movilizaron cuando se les reclamó una solución por el tema de la aftosa y ahora se tratan de desactivar esta ordenanza". Finalmente se preguntaron "¿por qué no quieren identificar a esos alimentos si son tan seguros?".

La lista de Greenpeace

La organización ecologista Greenpeace difundió una lista con más de 400 productos sospechosos de contener transgénicos, 45 libres de manipulación genética, y 7 en los que aseguran haber confirmado la existencia de un gen extraño a su naturaleza.
Ezcurra informó que "Greenpeace confeccionó la lista con los medios que tiene y estamos pidiendo a las empresas que confirmen si esos productos tienen o no elementos transgénicos, para que el trabajo no recaiga en una ONG".
La lista surgió porque el gobierno autorizó la producción de tres variedades vegetales transgénicas: algodón, soja y maíz, y todos los alimentos elaborados con soja o maíz pasaron a ser sospechosos, aunque muchos son elaborados con variedades no transgénicas.
"Las empresas tienen que informar si tienen o no -insistió Ezcurra-, a Greenpeace pueden negarle la información, pero al municipio de Bariloche se lo tienen que decir porque las empresas venden sus productos acá", enfatizó, aclarando que "se debe elaborar una política para aquellas empresas que se obstinen en no responder". El dirigente ambientalista hizo hincapié en que "la ordenanza no implica costos adicionales para los productos ni para los comercios expendedores" y consideró que "no existen elementos sólidos que sustenten la inviabilidad de la ordenanza".

"Inaplicable", dice Nación

La secretaría de Agricultura de la Nación afirma que la legislación argentina sobre rotulado y publicidad de los alimentos responde a lo dispuesto en el Código Alimentario, que a su vez armoniza en el Mercosur y con las normas del Codex Alimentarius, que es el organismo rector en el mundo para cuestiones de alimentos.
Recuerda la prohibición de rotulación y publicidad de los productos "cuando desde el punto de vista sanitario-bromatológico las mismas sean capaces de suscitar error, engaño o confusión en el consumidor", y las normas del Mercosur que indica a los Estados miembros que "deberían abstenerse de sancionar normas en forma individual".
El organismo nacional también advirtió sobre las dificultades operativas para implementar la norma y la consideró inaplicable. "La imposibilidad técnica de trazabilidad de los productos alimenticios dificulta la posibilidad de detectar estos alimentos y por consiguiente la obtención del listado exigido en la ordenanza", argumentó.

Foto: Representantes de Greenpeace llegaron a Bariloche para dar su apoyo a los concejales que aprobaron la norma sobre identificación de productos transgénicos.