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Martes 12 de junio de 2001 | |
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Los italianos no quieren hijos |
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Aumentan las parejas que prefieren dedicarse a sus carreras e intereses. |
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| ROMA (ANSA).- Un nuevo tipo de grupo familiar está tomando cuerpo en la Italia tradicional: se trata de los así llamados "Dink: double income no kids: dos sueldos y ningún hijo". No constituyen una generación, no forman un clan y no son una categoría de límites definidos, cuantificable en una cifra. Son parejas transversales y transformistas, cuyas decisiones son fluidas y reversibles. Están unidas sobre todo por una voluntad común: no quieren tener hijos, por lo menos no por ahora, tal vez más adelante. Son las parejas que quieren realizarse pero no con una familia, son creativas pero no procreativas, dos corazones y ninguna cuna. Los Dink son parejas que flotan en un tiempo dilatado, "en el estado del adulto joven", donde postergar es la regla; parejas que atraviesan muchos de los estilos de pensamiento de los últimos años. En su ADN social se halla la vocación narcisista del "single", la tendencia a postergar las responsabilidades de los eternos adolescentes, el compromiso en el trabajo heredado de sus hermanos mayores "yuppies", la actitud hacia la compra selectiva y de calidad. "Tengo 36 años, vivo junto a mi compañero desde hace cuatro y no quiero tener hijos. No sé si esta decisión será para siempre, no creo. Tal vez me ilusiono, me quiero ilusionar sobre el hecho de que cuando me decida, acaso a los 40, no tendré obstáculos. Es una forma de autoconvicción que me permite por ahora estar bien", dice Annamaria, empleada. Y María, de 45 años, periodista, recuerda: "Estoy junto a mi novio desde hace diez años y aún no tenemos hijos. Hacemos el mismo trabajo, tenemos los mismos intereses y los mismos amigos, nos une un vínculo intelectual muy fuerte. Cuando era posible tener un hijo no lo quise, me parecía un intruso, no habría soportado un tercero que pudiera alterar un equilibrio perfecto". Gianni, 40 años, gerente de una empresa, admite: "No me siento capaz de ser padre, no podría dedicar a un hijo el tiempo necesario, me consumiría la ansiedad sin saber renunciar a mis compromisos". Son parejas unidas por afinidades electivas, más empáticas que antagonistas, donde los roles son fluidos, de post-feminismo, de oportunidades semejantes, de rechazo de la paternidad. |
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