Martes 5 de junio de 2001
 

El río Curi Leuvú avanza sobre las tierras de chacareros

 

Las lluvias recientes no paran de engrosar los caudales de los principales ríos de la región. En el norte neuquino, el río Curi Leuvú, desviado de su cauce, avanzó sobre las chacras de pobladores rurales de Chos Malal. El Neuquén también provoca problemas a esa altura y represas abajo. La creciente erogación preventiva ha dejado ya unos 60 evacuados en Vista Alegre.

  CHOS MALAL (ACHM).- La crecida de los ríos Curi Leuvú y Neuquén provocó serios daños a las propiedades una veintena de familias que viven en cercanías de sus márgenes, afectando unas 15 hectáreas.
La situación es crítica y los vecinos sindican como responsable a la mano del hombre que mucho ha tenido que ver con las inundaciones, anegamientos de chacras y desvío de los cursos naturales por la extracción indiscriminado de áridos, los movimientos de suelo y la construcción de una pileta.
Uno de los sectores perjudicados se encuentra a escasos 400 metros de Chos Malal, saliendo por la ruta provincial 43. Allí unas 10 familias, cuyos hogares y chacras se encuentran en la margen derecha del río Curi Leuvú se mostraron indignados por la situación que les toca atravesar. Los vecinos indicaron que el Curi Leuvú desvió su cauce natural debido a los movimientos de suelo que se realizaron a unos 700 metros del puente -aguas arriba- donde se ejecutó a fines del año pasado una pileta.
Históricamente el Curi Leuvú llega a la altura del sector conocido como "La Repartidora" en un solo cauce y desde allí se bifurca en dos brazos, uno que lleva las aguas hacia el primer puente y otro hacia el que está ubicado más cercano a las chacras.
En verano el cauce baja notablemente su caudal haciendo que el agua vaya directamente al primer puente, mientras que por el otro el agua se torna escasa o nula, pero desde el año pasado el río comenzó a "cargarse" sobre las chacras de la margen derecha, aseguran los vecinos.
La situación cambia en invierno con la crecida de los ríos y si bien en otras oportunidades el caudal ha subido, los vecinos no recuerdan problemas desde la crecida de 1972 que se convirtió en un duro revés para las familias de las chacras. El año pasado y a fin de evitar que el agua se fuera contra la margen izquierda donde el río ha ido ganando tierras productivas, se habrían hecho movimientos de suelo poniendo a resguardo a estos vecinos, pero más tarde se efectuaron otros movimientos en la isla que queda entre los dos brazos del río donde se construyó una pileta.
Con el temporal de la semana pasada, el río cambió su cauce y el agua arrasó con un importante sector de tierras productivas donde las pobladores generalmente siembran alfalfa, frutales y producen verduras. Destruyó además los alambrados existentes. El agua socavó terrenos, anegó e inundó otros destinados a huertas familiares y hasta se llevó un criadero de chanchos que desapareció en la corriente del río, afectando a un vecino de apellido Benigar y más de un centenar de colmenas de los apicultores Jorge Mosqueira y Félix Avila.
A casi una semana de la lluvia, "nadie de la comuna se ha acercado a ofrecer soluciones y hacen oídos sordos a nuestros reclamos" indicó Dulia de la Torre, una mujer que subsiste merced a la ayuda de sus hijos y al denodado esfuerzo que realiza al sembrar la chacra con alfalfa y verduras que se transforman en el principal alimento del hogar.
Mira con desolación y con lágrimas en los ojos la casa que construyó su hijo que ahora se encuentra a escasos 20 metros del río Curi Leuvú. Su temor no es infundado, sabe que de producirse una descarga de lluvia, aunque sea mínima, el agua no sólo llegará allí sino que la casa quedará en medio del río. Dulia indicó que otros pobladores sufrieron inundaciones, embanques de sus chacras y pérdida de tierras productivas como "las familias Gutiérrez, Maldonado, Alfaro, Mosqueira y Benigar".
Otras familias podrían sumarse a las damnificadas de producirse una nueva crecida del río, dado que el agua pasará irremediablemente sobre la ruta provincial 43 e irá hacia las chacras que se encuentran del otro lado del puente.
En este sector y a partir del desvío de cauce del río, las aguas golpean el terraplén de la margen derecha del puente y de no repararse a la brevedad, ante una posible crecida se podrían producir roturas y la intransitabilidad de la ruta provincial 43.
La ejecución de trabajos para volver el río a su cauce es una obra considerada "urgente" por los vecinos, pero también lo es la construcción de los canales de desagüe a ambos lados de la ruta 43 en un recorrido de 400 metros.
Con gran esfuerzo, los vecinos realizan canaletas para evitar el anegamiento de sus viviendas, pero las máquinas que emparejan este tramo de la ruta echan piedras y tierra en las mismas provocando aún más malestar en los vecinos, quienes no saben si los trabajos corresponden a Dirección Provincial de Vialidad o a la comuna.
Otro de los sectores afectados por la crecida del río fueron las chacras de la margen izquierda del río Neuquén, donde la falta de defensas hizo que el agua desbordara y los vecinos sufrieron anegamientos de viviendas y terrenos. Con la crecida de la semana pasada, el río Neuquén superó los 4,05 metros, medida inferior a la que se registró en el año 72 que llegó a las 4,65 de acuerdo a datos proporcionados por Evaluación de Recursos SA (EVARSA).
   
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