Viernes 1 de junio de 2001

 

Leve aumento de la mortalidad infantil en Río Negro
 

Sólo disminuyó en el Alto Valle Este. En el resto creció. En Viedma la cifra se duplicó.
  VIEDMA (AV).- La mortalidad infantil en Río Negro evidenció un leve aumento el año pasado en relación con 1999, se-gún datos oficiales la provincia.
Esa tasa sanitaria reiteró un cuadro preocupante de riesgo en los nacimientos, especialmente en el período de atención y control del embarazo. Las autoridades de Salud admiten que un 30 % de las madres no cumplen con los cinco controles exigidos en el embarazo.
Las frías estadísticas consignan 181 fallecimientos en 11.493 nacimientos, lo cual arro-ja una tasa provincial del 15,7 por mil. En 1999, ese índice fue del 15,4 por mil, es decir un alza de casi el 2 %. Un análisis regional indica evoluciones dispares entre las zonas sanitarias, desde una marcada caída en los hospitales de Alto Valle Este -con la cabecera en Roca- a los alarmantes incrementos en el Valle Medio y Atlántica. En Viedma el crecimiento fue del 111%.
Otro dato: el 18 % de las madres rionegrinas son menores de 20 años, incluyendo partos de adolescentes de 12 años.
Los técnicos de Salud Pública enumeran varias razones sobre la realidad que desnudan esas estadísticas oficiales. Entre otros motivos, admiten el alerta y la preocupación por los controles en los embarazos. Tres de cada diez madres no cumplen con el seguimiento requerido de su embarazo. Mayoritariamente se trata de adolescentes o de mujeres humildes.
"En algunos casos, el control no sólo debe mejorar en cantidad sino también en calidad", advirtió la directora general de Políticas de Salud de la provincia, Norma Cabrera.
Así,la funcionaria mencionó la conformación en los principales hospitales de comités de los propios profesionales para auditar la muerte de cada bebé, lo cual permitirá disponer de la información sobre las causas y procurar revertir en el futuro situaciones similares.
La evaluación de las tasas de mortalidad deben centrarse en lo que se denominan "causas reducibles", es decir considerar el escenario y las posibilidades reales y médicas de superar complicaciones.
Concretamente, las cuestiones que pueden revertirse a partir de controles del embarazo, diferente atención en el parto o posterior tratamiento del bebe.
Más de la mitad -el 50,8 %- de los fallecimientos de 2000 se encuadraron en "causas reducibles".
Los técnicos de Salud advierten que el índice de 1999 fue del 53,8 % y el nivel nacional es del 60 %.
Igualmente, la responsable del área de Maternidad e Infancia, Laura Margaría admite que "todavía queda mucho por hacer" aunque "nada es nuevo", requiriendo así una mayor concientización de la embarazada pero también del "equipo de salud para mirar más allá y poder advertir los riesgos futuros".
Margaría insistió que los números estadísticos deben servir para buscar causas y reparar las tareas en los hospitales.
Si bien la tasa contempla la atención pública y privada, los funcionarios confirman que el mayor número se concreta en los hospitales, incluso a partir del hecho que el 70 % de los partos se realizan en los centros médicos públicos.
El secretario de Salud, Claudio Di Tella -quien acompañó a las técnicas en el diálogo con "Río Negro"- reiteró que se insistirá en mecanismos para detectar "dónde se está fallando" y "afinar el diagnóstico".

"Todo embarazo tiene riesgos"

La responsable del área Materno-Infantil de Salud, Laura Margaría, manifestó que, en líneas generales, la provincia registra un buen nivel de seguimiento pero igualmente un 30 % de las embarazadas no llegan a los cinco controles prenatales.
"Debe existir concien-cia que todo embarazo está expuesto a riesgo". Pero ese planteo derivó en un mensaje para mujeres y profesionales. "El control prenatal rutinario debe constituirse en la oportunidad para detectar aquellos que están expuestos a riesgo y realizar entonces las intervenciones. Por eso, el equipo de salud tiene que estar consciente de mirar más alla", agregó.
Margaría reclamó la a-tención para las mujeres en riesgo social, cuya situación se potencia porque son también adolescentes o quedan embarazadas en un plazo menor a los dos años después de un parto. Por caso, la licenciada reiteró que el 18 % de las madres son menores de 20 años. Resaltó la necesidad de reformar las políticas de "salud reproductiva" para evitar embarazos en edades tempranas o no deseados.
Cabrera explicó que pretende constituir grupos intersectoriales para abor-dar la problemática con acciones compartidas con las políticas sociales, educativas y municipales. (AV)
   
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