Miércoles 20 de junio de 2001

 

Se desplomó el techo nuevo de un hospital

  Ocurrió en una ampliación del nosocomio de San Martín de los Andes.
  SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Parte del techo de la aún no inaugurada sala de cuidados intensivos del hospital Carrillo se desprendió, cuando operarios realizaban los últimos retoques para habilitar el sector, ante la necesidad de multiplicar la capacidad de internación del nosocomio. Por fortuna, no hubo heridos.
Pero la situación se complica aún más para el funcionamiento del hospital, debido a que la demora en el pago de "adicionales" de obra (tareas no previstas en el presupuesto inicial) retrasa la culminación de las conexiones de agua a los tanques de reserva del complejo.
El hospital depende por ahora del suministro que prodiga la red domiciliaria, lo que crea trastornos por problemas de presión en el nosocomio.
En verdad, se trata de una combinación de inconvenientes que en los últimos meses ha provocado más de un dolor de cabeza a las autoridades del centro de salud, cabecera sanitaria de todo el sur neuquino.
Así lo confirmó su administrador, Pablo Carrasco, quien dijo que la caída del cielo raso del "ofice" de enfermería, que forma parte del nuevo sector de terapia intermedia o sala de cuidados intensivos, sorprendió a las autoridades.

Casi terminado

El espacio estaba virtualmente terminado, pero su inauguración se retrasó debido a demoras en el pago de adicionales de obra.
La necesidad de multiplicar la capacidad de internación frente al avance del invierno, que aumenta la incidencia de casos relacionados con enfermedades respiratorias, llevó a la dirección del hospital a adecuar la sala para su uso parcial.
Fue en medio de ese trámite que un bloque de unos 8 metros cuadrados de cieloraso suspendido, con perfilería de aluminio, se desprendió por causas que aún se ignoran y se están investigando.
La obra, que se construye por sistema delegado y está a cargo de una empresa constructora local, forma parte de una remodelación parcial del edificio inaugurado en 1972.
Incluye un nuevo lavadero y la sala en cuestión -aprovechando el espacio liberado del viejo lavadero del hospital-, con una inversión original de 178.000 pesos.

Instalaciones viejas

Pero el dato es que por tratarse de instalaciones viejas, que ya de tiempo atrás demandaban mejor mantenimiento, a medida que se avanzaba en la obra surgían nuevas necesidades no previstas en el presupuesto inicial.
Se trata de los llamados "adicionales" de obra, que desde julio del 2000 derivaron en diferencias y demoras por el pago entre la constructora y la provincia.
Entre esas tareas no previstas está la conexión de nuevas cañerías a los tanques de reserva, lo que -como se apuntó- pone al hospital a merced de los vaivenes de la presión del agua en la red domiciliaria.
Esa complicación ya se vivió días atrás, cuando hubo que servirse de baldes para llevar el agua a ciertos sectores del edificio, dijo el administrador.
Carrasco dijo que en el nosocomio "ya están los caños disponibles, pero esperamos de un momento a otro la autorización de Obras Públicas de la provincia para concluir la tarea".
Lo mismo ocurre con otros aspectos de la obra de lavadero y terapia.

Foto: El cieloraso de la ampliación del hospital de San Martín estaba a punto de ser terminado, cuando se desplomó.

   
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