Sábado 16 de junio de 2001

 

Temores por las crecidas aguas abajo de las represas

  El Chocón entraría en ocho días en el nivel de atenuación de crecidas.
  Las poblaciones ribereñas de los ríos de la región se mantienen en alerta máxima debido a los altos niveles de erogaciones de los embalses, algunos de los cuales se encuentran en la fase de "atenuación de crecidas".
Las represas de Loma de la Lata, en el Neuquén y la de Pie-dra del Aguila, en el Limay, son las que llegaron a esa etapa, en la que las operadoras deben atenuar los niveles para enfrentar otras eventuales crecidas. La de El Chocón, en cambio, podría entrar en esa categoría hacia finales de la semana próxima, si las condiciones climáticas no varían.
Aunque no se habían producido evacuaciones en las últimas horas la situación es monitoreada permanentemente.
Las poblaciones ribereñas rionegrinas trabajaban en la construcción de terraplenes en los sectores más anegables. Esa situación se repetía tanto en el Alto Valle como en el Valle Medio, desde donde se indicó que hasta anoche no se habían registrado evacuaciones.
En una reunión celebrada por Defensa Civil de Neuquén, con representantes de las localidades ribereñas, se evaluó la posibilidad de declarar la "emergencia hídrica" si persisten las dificultades. En esa provincia, Senillosa, Plottier y la propia capital serían las que peores consecuencias sufrirían por la crecida del Limay.
El representante de la provincia del Neuquén ante la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Elías Sapag, consideró que tanto la capital como Cipolletti serían las más afectadas.
El funcionario dijo que "unos 2.000 metros de caudal sobre el río Negro no provocarían tantos inconvenientes como 1.400 metros cúbicos por segundo en el Limay". Esta situación se podría dar en los próximos días.
Si por el Limay se erogaran 1.400 metros, además de los casi 600 del Neuquén, el Negro llegaría a los 2.000.
Sin embargo, de no existir la regulación de los ríos, este caso de crecidas extraordinarias habría provocado un caudal de alrededor de 8.000 metros cúbicos por el Negro, se indicó.
Sapag explicó que en esas circunstancias podrían llegar a producirse evacuaciones que deberán contemplar las autoridades locales de Defensa Civil tanto en Senillosa, Plottier, Neuquén o áreas productivas de Cipolletti. Ayer, autoridades de Cipolletti de Defensa Civil recorrieron la zona, ribereña pero no se produjeron evacuaciones sino que se tomaron medidas preventivas.
El funcionario también sostuvo que las lluvias en la zona Norte de la provincia del Neuquén han producido daños del orden de los tres millones de dólares, contabilizando exclusivamente los destrozos y sin contar los aspectos productivos.
"Es por ese motivo que estamos haciendo un relevamiento para enviar luego un informe y solicitar ante la Secretaría de Energía y el Ministerio de Obras Públicas la declaración de zona de emergencia", dijo Sapag.

"Sólo decir agua viene"

Explicó que "en la zona Norte donde no existe ninguna regulación (de los ríos) no se puede realizar ningún tipo de previsión. Allí solamente pueden decir "a-gua viene" y nada más. En cam-bio los ríos regulados tienen ventajas".
Los meses de mayo y junio han sido extraordinarios en lluvias. Los excesos sobre la media histórica en el Limay han sido del 67 %; en el Collón Curá del 50 y en el Neuquén el 118 %. Estas medidas han sido exageradas, pero además las altas temperaturas produjeron un derretimiento de nieve, lo que constituyó un doble efecto.
Estas circunstancias provocaron las dos grandes crecidas. Una sobre el Neuquén de 4.600 metros cúbicos por segundo y sobre el Limay de casi 5.000, caudal que se retuvo en los embalses de Piedra del Aguila y Cerros Colorados. Luego se produjo una crecida sobre el Agrio de entre 1.000 y 1.500 metros cúbicos por segundo, que es retenida por Cerros Colorados.
"El tema es que ya veníamos con agua en la cuenca, porque el año anterior también fue húmedo. Por lo tanto nos encontramos con que tenemos a dos de las represas almacenando y reteniendo las crecidas extraordinarias. De no existir los embalses en estos momentos por el río Negro estarían pasando más de 8.000 metros cúbicos por segundo", dijo Sapag.
(AR, AC, AN, AVM)

Roca presentó a la Justicia los planes de evacuación

ROCA (AR)- La municipalidad de esta ciudad dijo haber respondido al pedido de la fiscalía Federal, que solicitó a todas las comunas de la región los detalles de los planes de evacuación ante la eventual rotura de una presa hidroeléctrica.
"Roca presentó el plan de evacuación a la fiscal Alicia Ferrando. Lo que sucede es que lo hicimos el mismo día en que los medios dijeron que nadie los había presentado. Hay cuatro planos, según lo que pasa en cuatro represas hasta donde llegaría el agua en caso de las hidroeléctricas", aclaró el secretario de Gobierno y Coordinación General, Claudio Mozzoni.
En este sentido también adelantó que el municipio analizará la difusión el plan de evacuación ante una catástrofe derivada de fallas en las hidroeléctricas. "Estamos realizando reuniones con las juntas de Defensa Civil que se están encargando del tema junto a otras instituciones. Lo difícil de divulgarlo en la población es buscar los mejores canales de información. Está previsto y coordinado para hacerlo y Defensa Civil tiene conocimiento del tema", agregó Mozzoni.
Sin embargo, las causas por las que existe un retraso en la difusión se debe a que la falla de una represa "es un problema extraordinario y que tiene que ser tomado con responsabilidad, y en esto los medios de comunicación tienen una tarea fundamental", concluyó.

Análisis: Decisiones en pocas manos

La construcción de las represas sobre los ríos Neuquén y Limay tuvo entre sus objetivos la atenuación de las crecidas que históricamente habían perjudicado a las poblaciones y áreas productivas. La privatización de esas represas causó un nuevo fenómeno: acrecentó la distancia entre la comunidad aguas abajo y la toma de decisiones sobre cuestiones que la involucran.
Así, durante el invierno pasado se demoró la erogación de caudales, y ello provocó problemas cuando el sistema de riego ya había comenzado a funcionar. Y ahora, el escaso margen que tenían los embalses para contener las lluvias recientes en la alta cuenca se traduce en inundación de chacras costeras y amenaza a zonas pobladas.
El caudal de los ríos no ha llegado a su límite histórico, dicen los técnicos. Y es verdad. El punto es que, si ese límite significa inundación, y existe el modo de evitarlo, lo ideal sería la toma de decisiones concertadas que apunten a ese fin.
El cuadro que hoy puede verse es:
- Defensa Civil poco puede hacer para solucionar una emergencia cuando ésta ya se ha producido.
- Los municipios han mostrado poca urgencia por responder los interrogantes de la fiscal federal sobre el plan de contingencias y poco celo en vigilar que no haya asentamientos más allá de la línea de ribera.
- Las provincias representadas en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas carece de convicción para modificar los acontecimientos.
En fin, las decisiones sobre el eficiente manejo de las aguas está en pocas manos y sin tener en cuenta la opinión pública.

   
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