 |
||
 |
Martes 12 de junio de 2001 | |
 |
En una escuela de Allen falta lugar y sobran carencias |
|
| El establecimiento rural 172 reclama mejoras desde hace años.Muchos chicos pasan a diario por un precario comedor improvisado.Para ganar más espacio dividieron aulas con tabiques de madera. | ||
| ALLEN (AA).- La ampliación del edificio de la Escuela rural Nº 172 que se encuentra asentada en cercanías a la zona costera del río Negro en esta ciudad, es uno de los reclamos más importantes y "más viejos" con que se sigue insistiendo desde la comunidad educativa del lugar. Desde hace varios años se solicitó la creación de nuevos espacios y diversas mejoras edilicias, según expresaron los directivos, aunque aún no han obtenido respuestas. Sin embargo, la matrícula siguió creciendo año tras año. Sólo tienen cinco aulas para repartirse entre los grados y mediante tabiques de madera lograron dividir algunos espacios. Incluso se debió "improvisar" una nueva área en el edificio destinada a un comedor escolar, porque alrededor de un noventa por ciento de los más de 220 chicos que asisten, reciben allí una comida diaria. Las autoridades escolares recalcaron también que desde hace un buen tiempo se solicitó una salita de 4 años y la terminación de un playón que sólo se "comenzó a construir". La mayor parte de las mejoras en el establecimiento e incluso la construcción de un aula para el nivel inicial, fueron realizadas por un grupo de padres mediante "esfuerzo propio". "Necesitamos aulas más grandes, porque la capacidad es mínima y la matrícula va creciendo cada vez más. Además acá tenemos mucho espacio para extendernos", comentó Olga Higonet, titular de la escuela. Este colegio está inserto desde hace 60 años en una comunidad de chacras, y ubicado a casi una decena de kilómetros del casco urbano allense. Durante el último tiempo con la llegada de una buena cantidad de "familias numerosas", según indicó la directora de la institución, ingresaron aún más chicos a la enseñanza escolar. Teniendo en cuenta que en otras poblaciones rurales de la zona la demanda ha bajado, según aclaró. Con un panel de madera los docentes dividieron la galería principal para hacer una cocina y poder contar con un lugar "separado" donde actualmente funciona el comedor escolar. La mayoría de los chicos que concurre a este establecimiento recibe una ración diaria de alimentos. La biblioteca que falta De este modo las necesidades planteadas, algunas particulares y otras compartidas por otras escuelas de chacras, son variadas. También entre ellas figura la de contar con una biblioteca, donde los estudiantes puedan acudir a consultar los materiales disponibles. "Para muchos chicos, incluso que van al secundario, es muy difícil concurrir a la biblioteca del centro a buscar lo que precisan. Nosotros ponemos a disposición todo lo que hay, pero no tenemos un lugar apropiado y cómodo", aseguró Higonet. Hasta ahora sólo cuentan con una estantería repleta de libros, que se extiende en un rincón de la galería escolar. Lo más nuevo lo hicieron los padres Sólo a la sala para niños de 5 años acuden una treintena de chicos. Esta fue construida "a pulmón" por el grupo de padres que integra la cooperadora, señaló el docente y vicedirector de la Escuela 172, Orlando Espeche. |
||
|
® Copyright Río Negro Online - All rights reserved
|
||
|
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación |
||
 |
|
|
 |
||