"Lobbysta de los que no tienen lobby"

El defensor del pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, definió su propia función

NEUQUEN (AN).- Es el "lobbysta de los que no tienen lobby", según su propia definición, y en el ejercicio de esta tarea ha confrontado con importantes grupos económicos "porque defendemos intereses diferentes, pero cómo tengo en claro mi rol, sé de qué lado del mostrador estoy, no tuve problemas". Y aunque por esta confrontación hasta tuvo que recurrir a la justicia, como la denuncia penal que presentó contra los directivos de Aerolíneas Argentinas por vaciamiento y evasión impositiva, muchas veces actúa como mediador en un conflicto donde las partes tienen cuotas de razón y debe convencerlas para que "cedan" un poco cada una.
El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, es periodista de profesión, diputado nacional por el Partido Justicialista entre 1995 y 1999, año en el que fue designado para reemplazar Jorge Maiorano. Llegó a Neuquén para firmar un convenio de cooperación mutua con su par de esta ciudad Blanca Tirachini y para hablar con los concejos deliberantes de Neuquén y Cipolletti sobre las acciones que llevó adelante por el tercer puente sobre el río Neuquén y por el cobro del peaje.
Reconoce que un buen número de las 18.000 presentaciones que recibió el año pasado su defensoría, muchas se refieren a reclamos contra empresas de servicios públicos concesionados.
"Hubo dos procesos: uno de transferencia de los servicios, donde el Estado no podía sostenerlos, sin capacidad de inversión y tecnológicamente atrasados y donde había que garantizar por nuestra historia de inestabilidad política y económica las inversiones", dijo.
El segundo proceso es el que se da luego de alcanzar la estabilidad política con la continuidad democrática y "se consolida un esquema económico con el cual se puede coincidir o no, pero que torna previsible a la Argentina desde el punto de vista de las reglas de juego del mercado".
En la primera etapa, según Mondino, el usuario tenía la expectativa "de contar con mejores servicios y con tarifas más bajas", pero en la segunda etapa el mismo usuario esperaba "un Estado que luego de garantizar la inversión velara por el equilibrio de los intereses". A su criterio en la actualidad "la gente tiene la visión de que los servicios son caros y que el Estado es indiferente".
Esta visión "la percibimos cuando nos presentan los reclamos, las quejas; sienten que el Estado debe ser tutor de los intereses de los usuarios y se sienten desprotegidos".

Dieciocho mil presentaciones

El año pasado la defensoría recibió 18.000 presentaciones y en los primeros cuatro meses de este año, ya llevan 6.000. En los reclamos hay dos vertientes, los de particulares que presentan hechos puntuales y luego los problemas estructurales que llegan a través de un conjunto como una asociación, un concejo deliberante o un legislador que se supone representa a un conjunto.
Al ocuparse de temas estructurales debió lidiar con grandes grupos económicos. "Me va muy bien porque creo que hay un problema de concepto: entiendo a las empresas, a los gerentes que buscan maximizar sus ganancias, pero como tengo claro mi rol, qué lugar del mostrador ocupo, no hay problemas", aseveró.
Consideró que muchos de los problemas que la Argentina tuvo con sus organismos de control "es porque los funcionarios no han tenido en claro su rol y empezaron a contemplar los intereses de las empresas". Las confrontaciones existen porque "defendemos intereses distintos: nosotros los de los consumidores y ellos los de los accionistas; el ombusman en la Argentina aparece como el lobbysta de los que no tienen lobby".
Pero a veces el conflicto se da entre dos que tienen parte de la razón. El ejemplo que tomó fue el los vecinos de la zona oeste de esta capital con el aeropuerto por los árboles que interfieren el sistema de seguridad. "Está la razón de quienes deben administrar un aeropuerto por razones de seguridad y la de aquellos que tienen derecho a vivir en un medio ambiente adecuado". Hay un rol que no está escrito que es el de mediador. El ombusman debe tutelar los derechos "pero también debe ser mediador, algo que en última instancia hacemos a diario, tratar de lograr el equilibrio de intereses y en toda mediación las partes deben ceder".

Foto: Mondino estuvo en Neuquén para firmar un convenio y hablar sobre las gestiones por el tercer puente.