Miércoles 6 de junio de 2001

 

Picún Leufú, jaqueado por una crisis económica y política

 

Es un pueblo subsidiado, agobiado por las deudas y los juicios.

  PICUN LEUFU (enviado especial).- Las calles y veredas desiertas, descuidadas y tranquilas, contrastan con el hervidero político de Picún Leufú: un pueblo subsidiado y ahogado por las deudas que tiene suspendido a su intendente, "El Gringo" Norberto Stampella, quien no vive aquí sino en Neuquén.
La crisis institucional es grave, pero está varios peldaños más abajo que la económica. Lo peor es que, en vez de salidas, aparecen más y más problemas.
Por caso, el lunes la intendente a cargo, Celia Paredes (Alianza), se enteró que hay un embargo sobre el dinero con el que debe pagar los sueldos de los empleados de la comuna. El embargo se devoraría, por lo menos, la mitad de los fondos que la provincia mandó para pagar los haberes de los empleados, cuyo trabajo para nada luce en las calles del pueblo, donde el pavimento empieza y termina en la ruta 237.
-¿Dónde puedo ubicar al intendente? -preguntó, apenas llegado, el periodista de "Río Negro" al mozo y dueño del restaurante Pelusa, ubicado junto a la 237, por donde la mayoría de los autos pasa de largo, aunque despacio por el perpetuo control policial.
-No está, si nunca estuvo... En Neuquén debe andar... -contestó el hombre mientras ofrecía las variantes del menú: costeletas o milanesas.
Desde hace una semana, Stampella (Alianza), un hombre de origen radical que durante 20 años supo cultivar su imagen de vecino honesto y trabajador (primero como comerciante y después como concejal) está suspendido por el Concejo Deliberante por una serie de irregularidades administrativas.
Seis de los siete concejales votaron por la suspensión, culpándolo de irregularidades en la administración de los fondos de la comuna. Sin embargo, ninguno se animaría siquiera a mencionar que Stampella es corrupto o que usó dinero municipal en su propio beneficio. En cambio, todos ponen énfasis en las desprolijidades, se quejan porque no respondió los pedidos de informes y no entienden cómo tiene el desparpajo de vivir a 130 kilómetros del pueblo que conduce.
"No es mala persona, pero estaba desbordado... deprimido, no hacía nada... el pueblo se está muriendo y él nada", afirma Celia Paredes, una mujer de muy buena voluntad, que de la noche a la mañana se encontró al frente de la municipalidad.
"Es mi amigo, un buen tipo, pero le quedó grande el traje de intendente", afirmó Andrés Szlegcher, titular de la Asociación de Bomberos que, como es rigor, protesta porque la única autombomba del cuerpo -que se exhibe en las puertas de Picún- está parada, renga de ruedas delanteras.
Stampella es un santafesino con cara de bueno que aceptó la suspensión por 90 días sin decir ni mu. El hombre, al cabo de escuchar todas las acusaciones, argumentó que le correspondían cinco días para elaborar su defensa. Con ese elemento hoy presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para volver al sillón, que desde el jueves ocupa su correligionaria Paredes.
Stampella dice que no vive en Neuquén sino que descansa en la capital, que no cometió ningún delito y que va a probarlo, y que hay una maniobra por parte de un concejal del Justicialismo que fue seguida por el resto de los ediles .
"Está todo acá, no inventamos nada", afirma Celia Paredes señalando el fallo de la suspensión donde se advierte la falta de rendiciones de cuentas y de ordenes de compra, la carencia de autorizaciones firmadas y una serie elementos que describen el desmanejo general. La situación de Picún -con deudas de medio millón de pesos y un déficit anual de 200.000- no es muy distinta a la de otras localidades del interior neuquino. No obstante aquí hay claras señales de alerta: hace una semana el pueblo quedó perplejo ante primer reclamo de los desocupados (hay 300 en una población de 3.800) que bloquearon con troncos encendidos el acceso a la intendencia. Aquí, sin mayor repercusión en la provincia, hace siete días los concejales suspendieron a su intendente.

Imágenes y parábolas de un lugar detenido en el tiempo

PICUN LEUFU (enviado especial).- En Picún Leufú el tiempo parece detenido y las muestras asoman por todos los rincones. En el apretado edificio del Concejo Deliberante -donde el miércoles suspendieron a Stampella- la sala de sesiones tiene un enorme cuadro con la foto del exgobernador Felipe Sapag, cuando asumió en ese cargo en 1983. En el bloque del PJ, la principal pared tiene un cuadro de Carlos Menem con la banda presidencial de su primera gestión. Y en el de la Alianza, la escena se la lleva un sonriente Raúl Alfonsín, sentado a su escritorio presidencial. En la oficina del MPN, para equilibrar, las concejalas Miriam Venegas y Lidia Cortez exhiben los retratos de Felipe Sapag y de Jorge Sobisch, con unos cuantos menos años que ahora.
Por otro lado, por primera vez en su historia, los paredones del pueblo tienen pintadas políticas que no tienen nada que ver con una campaña proselitista. La alusiones apuntan a Celia Paredes, al gabinete original de Stampella y otras le reclaman acción y coraje al intendente suspendido. En una de las calles principales, Lucas y "Yoni", dos hombres que supieron de tiempos mejores, posaron junto a la pintada que -de un día para otro- asomó en el paredón de la casa que ocupan: "Gringo Terminá con tu gabinete, son todos chorros", se lee sobre los ladrillos. Encima de su ropa de abrigo, "Yoni" luce una prueba irrefutable de sus simpatías política, una remera amarilla con la imagen de Felipe Sapag. Las imágenes son reflejo y parábola de una cruda realidad. "El pueblo está parado, las calles destruidas y esté hombre no hacía nada. Nosotras le dijimos, le advertimos y le pedimos que viva acá, él nos decía que iba a cambiar que iba a hacer cosas...y nada", justificó Miriam Venegas. La concejala y su compañera Lidia Cortez no se arrepienten de haber votado la suspensión y cargan contra el edil de la Alianza Daniel Miranda, el único que se abstuvo.

"Soy honrado y no vivo en Neuquén"

PICUN LEUFU (enviado especial).- "¿Alguien me quiere decir cómo se gobierna sin plata un municipio subsidiado, endeudado y con juicios encima?, protestó Norberto Stampella. Fue el lunes, el día que rompió el silencio, cinco días después de la suspensión.
Stampella, a quien todos conocen como "El Gringo", nació hace 50 años en Alcorta, provincia de Santa Fe. Allí tiene un campo donde a cargo de su madre se mantienen cultivos de soja y trigo. En la década del 70 llegó a la zona y poco después se dedicó a la venta de maquinarias agrícolas.
"Siempre laburé y voy a seguir laburando. Hoy me pusieron en el banquillo de los acusados y van a tener que probar todo lo que dijeron, me suspendieron mal", dijo el lunes, el día que volvió a Picún Leufú.
-La principal acusación que hay contra usted es el desorden administrativo, la falta de documentación y el hecho de que viva en Neuquén -le remarcó este diario.
-Mire yo sé que hay papeles que no estaban, cosas que no presenté, y hasta cosas que me sacaron porque me abrieron los armarios, puedo probarlo; pero yo no robé ni soy corrupto pregunte a quién quiera.
-¿Por qué no vive en el pueblo?
-Eso es una mentira, yo tengo residencia acá (en una vivienda prestada), lo que pasa es que mi esposa tiene una casa en Neuquén y los fines de semana voy allá para descansar. Yo tenía mi casa acá pero me separé y la casa de acá se la dejé a mi hijo.
-Los concejales dicen que no está nunca.
-Eso no es cierto, cuando vengo atiendo hasta las seis de la tarde, lo que pasa es a veces me voy a eso de las ocho de la noche y vuelvo al otro día temprano.
-¿Hay días en los que no vuelve?
-Puede ser, porque me quedo en Neuquén haciendo gestiones, buscando alternativas para sacar a Picún del pozo en que está. ¿Acaso el gobernador no sale del país para buscar inversores? Yo salgo a pedir para el pueblo.
-¿Ese trabajo no tendrían que hacerlo sus colaboradores?
-Los inversores o a las autoridades de la provincia quieren hablar con el intendente no con los secretarios. Además, casi no me quedan colaboradores, tengo que armar un equipo nuevo.
-¿Está convencido de su vuelta a la intendencia?
-Claro, y en eso están trabajando mis abogados, me tendrían que haber dado cinco días para que me defienda, hicieron todo mal.
-¿Cree que hubo una maniobra?
-No sé si es una maniobra, pero hay algo armado, algo que huele mal.
-¿Quién armó todo?
-El concejal (Alfredo) Cottet (PJ) que sangra por la herida porque le gané las elecciones caminando, él iba como intendente. Mire como será que en el Concejo ellos (PJ) tienen tres concejales y nosotros, el oficialismo, dos. Eso es porque la gente me tiene confianza.
-¿Cuánto gana?
-Mil seiscientos pesos de bolsillo, sin vacaciones.
-¿Se arrepiente de algo?
-De nada porque soy una persona honrada.

Foto 1: Por primera vez, en las paredes del pueblo aparecieron pintadas que no tienen nada que ver con una campaña proselitista, sino con la crisis institucional que vive la comunidad.

Foto 2: "El Gringo" Norberto Stampella, intendente de Picún, un santafesino con cara de bueno y bastante querido en el pueblo. Aceptó la suspensión del Concejo sin chistar.

   
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