Domingo 24 de junio de 2001
 

La fragmentación política y el problema de la gobernabilidad

 
  En los "60, la tasa de movilidad social ascendente en Argentina era muy importante. De la mano de las crisis recurrentes, la tendencia se ha revertido y, según Di Tella, esto "la lleva a un proceso creciente de radicalización política", asegura
-Qué rol juega la clase media en estos momentos de protesta social?
-Hoy la movilidad social es descendente. También ahí va a ver una protesta, una radicalización. Algunos pueden ir a la derecha, porque puede haber gente de clase media proletarizada que va una protesta anti-sistema, pero por la derecha. De todos modo creo que la mayor parte va ir a una posición de izquierda.
-¿Que movimiento imagina?
-Me parece que están dada las condiciones para un movimiento más antagónico al orden dominante, no en su mayoría revolucionario-violento, pero sí con algunos "bordes" violentos. Veo una convergencia que va desde un Alfonsín, con sector mayoritario de la estructura partidaria radical pero no de sus votantes.
Y además la gente tipo Farinello, Elisa Carrió, lo que queda del Frente Grande más grupos de izquierda y sectores del peronismo de base. Yo creo que eso se está formando como la futura "izquierda real" del país. Pero esto implica toda una convulsión partidaria y bastante inestabilidad política, porque no va a haber quizás mayorías claras. Después de las elecciones de octubre, esta coalición potencial que estoy diciendo no va a ser explícita, pero se va formar quizás en el Congreso, que puede quedar sin mayoría clara.
- ¿No se va a producir un problema de gobernabilidad?
- Sí, habrá un poco de problema de gobernabilidad. Yo creo que el gobierno se va a ver obligado a apoyarse en la derecha de su propio sector radical tipo (Fernando) de Santibáñes, (ex jefe de la Side). Y además Cavallo, católicos de derecha y el peronismo de derecha, como Menem (o menemismo sin Menem) o Reutemann. O sea , yo veo una fragmentación política, y el modelo que yo creo que se puede aplicar acá es el de Italia. En Italia pasó algo que parecía imposible, que se pulverizó la Democracia Cristiana, el partido dominante y el comunismo también cambió y además se dividió. Y ahora, estaban gobernando lo que queda de la Democracia Cristiana con lo queda de los comunistas. Que es como decir que gobiernen acá en la Argentina lo que queda del radicalismo (equivalente a la DC) y lo que queda del peronismo (equivalente del comunismo). Esto cuando lo digo no le gusta ni a los peronistas ni a los comunistas italianos, pero en estos dos países son los partidos que siempre han sido enemigos del "establishment".
-Pero en Italia la mutación política se dio en un marco de una economía en crecimiento.
- Sí, esa es una diferencia básica, por eso creo que acá este fenómeno va a tener más elementos convulsivos, sin lugar a dudas.
   
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