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Martes 19 de junio de 2001 | |
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Espectacular evasión en Guatemala |
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Pusieron al desnudo el estado de las prisiones 78 presos peligrosos de la cárcel "El Infierno" |
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| Las fuerzas de seguridad de Guatemala intentan capturar a un peligroso grupo de reos que el domingo protagonizó la fuga más grande de la historia del país, que ha puesto al descubierto la falta de seguridad de sus prisiones. Armados con metralletas Uzi, fusiles de asalto AK-47 y granadas de fragmentación, 78 presos de la cárcel conocida como "El Infierno", situada en el departamento de Escuintla, a 56 kilómetros al sur de la capital guatemalteca, se evadieron del penal aprovechando la visita familiar del domingo. La fuga además de masiva fue sangrienta, pues se saldó con cinco muertos, entre ellos tres agentes de seguridad, según el comisario de Escuintla, Sergio Orozco. En esa prisión, que se supone que es la de máxima seguridad de Guatemala, había 144 presos recluidos y de los 78 fugados sólo nueve han sido capturados de nuevo, precisó ayer una fuente de la Policía Nacional Civil (PNC). Las fuerzas de seguridad, apoyadas por el Ejército, efectúan intensos rastreos en la costa sur guatemalteca, y también mantienen vigilancia en las fronteras con México y El Salvador, ya que sospechan que los delincuentes intentarán salir del país. Como primera medida y por orden del ministro de Gobernación, Byron Barrientos, fueron detenidos 16 guardias del presidio, así como el director, el subdirector y el alcaide, por considerarlos cómplices de la masiva evasión. Los guardias y los funcionarios, junto a los nueve presos capturados, han sido trasladados al Centro Preventivo para Hombres de la capital guatemalteca. Las autoridades, y principalmente Barrientos, han recibido fuertes críticas por la fuga y por su incapacidad para garantizar la seguridad de los 11,5 millones de guatemaltecos. Dirigentes de organizaciones que luchan contra el crimen organizado y la impunidad en Guatemala expresaron ayer su frustración por la fuga de los reos de alta peligrosidad, entre ellos una veintena que están condenados a muerte por secuestros y asesinatos. Entre los fugados figuran integrantes de bandas del crimen organizado como "Los Pasaco", una de las más temidas y sanguinarias del país, y "Agosto Negro", responsable del asesinato hace dos años de una fiscal. Esta evasión ha echado por tierra esfuerzos de jueces y abogados y pone en entredicho la eficiencia de las autoridades para proteger las prisiones, en opinión de fiscales y activistas humanitarios. La fiscal del Ministerio Público (MP) para combatir el Crimen Organizado, Rosario Acevedo, dijo estar frustrada y temer por su integridad debido a que muchos de los reos fugados fueron condenados a muerte con base en sus investigaciones y pruebas. "Cómo es posible que exista trasiego de armas y corrupción en el sistema penitenciario", cuestionó la fiscal Berta Morales. La dirigente humanitaria Adela Torrebiarte, quien el mes pasado sufrió el secuestro de un familiar cercano, a quien sus victimarios le cercenaron un dedo, lamentó y criticó el suceso. Es "deplorable y una ofensa para la sociedad" la evasión de los reclusos, y agregó que ello le causa mucha angustia. La fuga es una prueba de que los responsables de garantizar la seguridad de la población son incapaces y ha dejado en evidencia el frágil y corrupto sistema penitenciario de Guatemala, que sólo tiene unos 650 guardias para una población carcelaria que se calcula en unos 8.100 presos. El ministro de Gobernación ofreció recompensa económica por información para dar con los reos fugados, y anunció que se deducirán responsabilidades de los encargados de la prisión . (EFE) |
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