Martes 5 de junio de 2001

 

Bush intenta apuntalar la tregua en Medio Oriente

 

Mientras se afirma un posible viaje del jefe de la CIA a la región, dos importantes grupos armados palestinos acataron la tregua pedida por Arafat. Pese a todo, siguen los incidentes.

  WASHINGTON .- El posible viaje del jefe de la CIA, George Tenet, a Medio Oriente sería una señal de que el presidente de EE.UU. George Bush decidió involucrarase más directamente en el proceso de paz en la región y, a juzgar por los primeros indicios, ya dio algunos resultados positivos.
El ala militar del movimiento integrista palestino Hamas y una milicia armada del Fatah, de Yasser Arafat, anunciaron ayer una tregua en sus ataques a territorios israelíes, con la condición de que Israel acepte retirarse de los territorios ocupados.
Por su parte, el vicesecretario de Estado para Medio Oriente William Burns no pudo abandonar Jordania y regresar a Washington, como tenía pensado . "Permanecer en sus puestos" es la nueva consigna del general Colin Powell.
Durante todo el día, los más estrechos colaboradores de Bush se consultaron sobre la forma de actuar en Medio Oriente. Hubo incluso una reunión en la Casa Blanca con el secretario de Estado Powell y la Consejera de Seguridad nacional, Condoleezza Rice, mientras Bush seguía el tema desde Florida.
Si Tenet viaja, tendrá la tarea de "facilitar" una nueva vuelta de negociaciones para la seguridad entre israelíes y palestinos, después de que la semana última fue boicoteada por los responsables palestinos al enviar a su "vice".
El departamento de Estado norteamericano dijo, en cuanto a las órdenes de Arafat, que son "alentadoras", constatando que, en las últimas horas, después de la matanza del viernes, el nivel de violencia se redujo.
Las brigadas Ezzeddin al Qassam (ala militar de Hamas) y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (de Fatah) difundieron ayer un comunicado conjunto en el que adelantaron que a partir de la medianoche de ayer "cesarán las operaciones en la Palestina ocupada desde 1948".
La decisión fue tomada "para dar a los israelíes una posibilidad de pedir a su gobierno que detenga sus actos terroristas contra el pueblo palestino y que se retira de los territorios ocupados". El comunicado, que no fija un término temporal para la tregua, es el primero firmado en forma conjunta por las dos organizaciones.
El anuncio se produjo mientras Arafat celebraba una reunión con sus jefes de seguridad y con 13 formaciones palestinas -entre ellas Hamas y la Jihad islámica- que habían rechazado su orden de detener las acciones violentas contra el estado de Israel.
El premier Ariel Sharon dio pruebas, de parte de los israelíes, de poder frenar las represalias.
El gobierno israelí continúa evaluando la efectividad del alto el fuego impuesto por el presidente de la ANP, Yasser Arafat, y demorando una represalia por el atentado palestino del viernes pasado en Tel Aviv, que dejó 21 muertos y más de un centenar de heridos.
Mientras la calma trataba de imponerse ayer en Medio Oriente, un primer choque entre israelíes y palestinos se registró en el paso fronterizo de Rafah.
Siete palestinos y dos soldados israelíes resultaron heridos en enfrentamientos en el paso fronterizo que separa la Franja de Gaza de Egipto, cuando tanques y excavadoras del ejército hebreo penetraron en una zona de total control de la ANP.
En incidentes sin víctimas, un artefacto explosivo fue detonado al paso de un vehículo israelí cerca de un asentamiento en el norte de Cisjordania y en la noche del domingo dos proyectiles de mortero fueron lanzados contra el asentamiento de Kfar Darom, en Gaza. (EFE/ANSA)


Israel mantiene el alerta y los bloqueos

Israel mantiene sus drásticos bloqueos de áreas palestinas desde el inicio de la revuelta palestina hace ocho meses, paralizando el tránsito y las actividades comerciales en Cisjordania y Gaza, mientras espera que los palestinos den "señales más claras" de una tregua.
El lunes se adelantaban urgentes esfuerzos internacionales para fomentar una tregua y evitar una represalia israelí por el atentado extremista suicida del viernes en Tel Aviv, en el que murieron 20 personas, además del atacante, y que llevó al presidente palestino, Yasser Arafat, a prometer que buscará la implementación de un cese el fuego.
Prominentes personalidades en ambos bandos del conflicto dieron señales ampliamente divergentes en torno de cuánta fe tienen en la tregua prometida por Arafat.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, dijo que la posición de Arafat desde el sábado era "mucho mejor que las anteriores". Pero agregó: "Espero que haga más". Peres dijo que la próxima fase sería la "institucionalización del cese el fuego".
"Comandantes de ambas partes tendrán que sentarse para decidir sobre un Día-D, sobre la forma de implementarlo, la duración del cese el fuego y confío en que eso pase", dijo.
Dore Gold, asesor del primer ministro israelí Ariel Sharon, pareció menos optimista. "Justo ahora, no estamos viendo un seguimiento por parte del señor Arafat", dijo a Reuters.
"No tenemos pruebas de que el señor Arafat esté arrestando de nuevo a esas bombas de relojería humanas, los activistas del Yihad Islámico y Hamas siguen por ahí y pueden atacar centros poblados por israelíes en cualquier momento", dijo. Gold no dijo cuánto tiempo tendrá Arafat para cumplir con su promesa, antes de que las fuerzas israelíes entren en acción.

Poca confianza de la gente

La mayoría de los israelíes es favorable a una "separación unilateral" de los palestinos, de quienes no creen que respeten un eventual acuerdo de paz, refiere ayer la prensa israelí al difundir los resultados de una encuesta. Del sondeo, realizado el mes pasado por el Centro de Estudios para la Paz de la Universidad de Tel Aviv, surgió que el 60%de los israelíes considera que -en ausencia de un acuerdo de paz en base a la fórmula "dos estados para dos pueblos"- Israel debería retirarse por iniciativa propia de parte de los Territorios palestinos, considerando sólo sus intereses.

Powell pide arrestos

Washington (Télam/SNI) El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, afirmó ayer que se comprueba "una cierta reducción del nivel de violencia" en Medio Oriente, pero al mismo tiempo pidió al líder palestino Yasser Arafat que arreste y encarcele a los militantes afines a su causa que se muestran dispuestos a cometer actos de violencia en objetivos judíos.
"Powell exhortó a Arafat a que continúe con sus acciones para que el cese del fuego sea efectivo, y entre esas acciones está comprendido el arresto de los militantes propensos a la violencia terrorista", explicó el portavoz Richard Boucher.
La arenga de Powell se produjo durante un contacto telefónico que mantuvo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El vocero precisó, además, que Powell también se comunicó con el premier israelí, Ariel Sharon, a quien pidió que mantenga "una respuesta mesurada" ante los atentados de grupos radicalizados palestinos de los últimos días.
El portavoz del departamento de Estado, Richard Boucher, calificó además de "alentador" el llamado del presidente de la Autoridad palestina, Yasser Arafat, a un cese al fuego.
"También vimos una cierta disminución del nivel de violencia", declaró Boucher.
"El objetivo es que el presidente Arafat y las dos partes hagan realmente todo lo que hay que hacer para reducir la violencia. Aún debemos ver esfuerzos adicionales para una mayor reducción de la violencia y así logar un real y duradero cese al fuego", añadió el vocero.

Análisis: La delicada partida de Arafat

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina Yasser Arafat está jugando su delicada partida con Israel sobre el significado que los palestinos atribuyen a dos términos, intifada y resistencia.
En nombre de la continuación de la intifada y de la resistencia a la ocupación israelí, los grupos y las formaciones políticas palestinas, laicas e islámicas, se unieron en las últimas horas para rechazar el cese del fuego proclamado por Arafat. Pero los dirigentes políticos y los movimientos palestinos les dan a estos conceptos significados distintos.
Israel considera cualquier tipo de violencia, incluso contra sus soldados en Cisjordania y Gaza, que ocupó en 1967, un acto de terrorismo y no reconoce a la intifada un carácter de lucha por la liberación de tierras ocupadas.
"Nuestra rebelión seguirá mientras un solo soldado o un solo colono israelí quede en nuestro tierra", afirmó con tono perentorio Marwan Barghuti, el jefe en Cisjordania de Al-Fatah, la más importante de las facciones palestinas, después del cese del fuego ordenado por Arafat. El alto dirigente de Al Fatah precisó que se refería a la liberación de Cisjordania y Gaza. En una entrevista, expresó su oposición a los ataques contra civiles en territorio israelí.
Para el líder palestino el nudo más difícil de desatar es el de las reacciones con los integristas islámicos que, a diferencia de Al Fatah y otras organizaciones laicas, no reconocen el derecho a existir del estado de Israel.
Para Hamas y la Yihad islámica, responsables de los últimos y cruentos atentados suicidas en Israel, la "resistencia y la lucha de liberación de las tierras ocupadas" no son otra cosa que una etapa de la guerra de los musulmanes contra israelíes y sionistas y el recurso al terrorismo es parte de ello. Según el líder y fundador de Hamas, Ahmed Yassin, los musulmanes palestinos tienen ahora una ocasión histórica "para liberar a toda Palestina" y derrotar a Israel.
Estas son las diferencias ideológicas entre grupos palestinos laicos y religiosos a los cuales Israel no les presta atención.
El premier Ariel Sharon quiere de Arafat que termine con las hostilidades incluso en los Territorios: cosa que el líder palestino difícilmente pueda obtener de su gente. (ANSA)

   
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