El Brasil comienza a funcionar "a media luz"

Empieza el polémico racionamiento debido a la crisis energética.

Río de Janeiro (EFE).- Brasil, la potencia industrial de América Latina y el país con mayores reservas de agua en el planeta, quedará a media luz desde hoy por un polémico racionamiento de energía que proyecta su sombra sobre la política y la economía.
El racionamiento impuesto por el gobierno obliga a los brasileños a reducir su consumo eléctrico en un 20 % y durará inicialmente hasta el 30 de noviembre, aunque fuentes oficiales ya han advertido que puede extenderse hasta mayo del año próximo.
Según admitió el propio presidente, Fernando Henrique Cardoso, Brasil está "en manos de San Pedro". El gobierno sostiene que la escasez de lluvias en los últimos meses redujo a mínimos históricos los niveles de los embalses que abastecen a las plantas hidroeléctricas que generan el 90% de los 72.000 megavatios/hora que produce el país.
Sin embargo, la oposición y expertos independientes afirman que el problema existe hace por lo menos una década y que nada fue hecho para remediarlo antes de llegar al apagón.
La prensa ha desempolvado el programa de la campaña presidencial del entonces senador Cardoso, que en 1994 decía que "en áreas como energía y telecomunicaciones estamos al borde del estrangulamiento", pues "el modelo de expansión eléctrica presenta claras señales de insuficiencia".
Sin embargo, hace diez días, dirigiéndose al país, Cardoso dijo haber sido "sorprendido por una situación que no imaginábamos".
Para garantizar la adhesión de la población al racionamiento, el gobierno ha dictado unas polémicas medidas que implicarán cortes y multas de hasta el 200% sobre el consumo para quienes no consigan reducir su gasto energético en el 20% fijado.
En el zigzagueante camino recorrido para definir normas, el gobierno fue obligado a dar marcha atrás con varias de ellas, como una que suspendía la vigencia de la ley de protección al consumidor para impedir reclamos en la justicia, que el propio Cardoso reconoció que "hería" la Constitución.
Con la ley del consumidor operativa, los jueces aún deciden sobre miles de acciones intentadas por quienes reclaman el derecho que les reserva la Constitución a recibir un servicio básico como la energía y el gobierno mantiene una tropa de 600 abogados contestando alegatos.
Las primeras consecuencias políticas del apagón aparecieron en una encuesta según la cual el 42,2% de los brasileños atribuye la crisis a "la incompetencia del gobierno" y la popularidad de Cardoso cayó del 29 al 22% en el último mes.
Además, un 71% dijo estar convencido de que las medidas adoptadas no resolverán el problema, en una muestra de desconfianza que se multiplica a diario en la prensa. "Cómo esperar competencia para administrar la crisis de quien no fue capaz de prevenirla", dijo una lectora citada por el diario Folha de Sao Paulo.
En el plano económico, el panorama parece más sombrío. Un informe de la Fundación Getulio Vargas sostiene que el plan del Gobierno puede significar la pérdida de casi un millón de empleos y afectar el crecimiento económico, previsto para este año entre un 4 y 5%, en dos puntos porcentuales a 2,5-3%.
En los aspectos cotidianos de cada brasileño, la crisis ha convertido las casas de la clase media en auténticos "museos del confort" adquirido en los últimos seis años, cuando el país creció a una media del 5% anual.
Congeladores, microondas, duchas, cafeteras, planchas y otros artefactos eléctricos fueron archivados por su elevado gasto de electricidad. Viejas planchas a carbón que habían quedado como meros objetos decorativos son tan útiles ahora como a principios del Siglo XX.
Y el fútbol, la emblemática pasión nacional, ya no se juega por la noche, sino por la tarde, con la consecuente pérdida de público para clubes sumidos en gravísimas crisis financieras.

Aconsejan a las empresas con filiales producir en Argentina

Buenos Aires (Infosic).- El ministro de Industria de Brasil, Alcides Tapia, aconsejó a los empresarios de su país que busquen en el Mercosur "las alternativas necesarias para sortear la crisis energética" y sugirió a las firmas que poseen plantas en la Argentina que trasladen allí su producción.
Las primeras en tomar la iniciativa fueron las empresas productoras de pollos, que comenzaron a comprar aves argentinas ante la imposibilidad de utilizar electricidad para el proceso de incubación.
A ellas se sumó la fábrica de latas de aluminio "Latasa", que incrementó la producción en su filial local, indicó el diario Clarín.
Tapia explicó que esta compañía -la mayor abastecedora de latas de la industria alimentaria brasileña- tomó la determinación de "compensar en la Argentina parte de la demanda imposible de abastecer por causa de la crisis". Según explicaron los directivos de la empresa, la decisión se apoya en que la compañía debe cumplir los compromisos con sus clientes, entre los que figura Coca Cola.
Similar actitud tomarían en las sedes locales las compañías Nestlé, Parmalat y Danone, que recuperarían sus antiguos niveles de producción local, que se redujeron luego de que muchas empresas emigraran seducidas por los beneficios otorgados por el mercado brasileño.
La falta de electricidad no sólo permitiría el reposicionamiento de los pollos argentinos, que fueron desplazados por la creciente producción brasileña, sino también el reingreso de firmas como Arisco, que estuvieron en la Argentina y abandonaron las plantas instaladas en el país.
En tanto, el gobierno brasileño anunció ayer que pretende invertir 45.000 millones de reales (20.000 millones de dólares) en el sector eléctrico durante los próximos tres años
Según el presidente del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Francisco Gros, el Gobierno buscará con esas inversiones aumentar la oferta de energía para eliminar el peligro de un apagón como el que se cierne en estos momentos sobre el país, que hoy entrará en un severo racionamiento.
Gros advirtió, sin embargo, que esa suma puede ser insuficiente para eliminar el riesgo de un apagón.

Foto: Los brasileños deberán cambiar drásticamente algunos hábitos a causa de la crisis energética.