Miércoles 20 de junio de 2001 | ||
MAS INFORMACION |
Dos testigos inesperados para involucrar a uno de los acusados |
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Recurrieron a Huirimán y a la menor como testigos del abordaje |
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CIPOLLETTI (AC)- Dos testigos que no fueron tenidos en cuenta durante la instrucción adquirieron inesperada relevancia en los alegatos acusadores: Rafael Huirimán Lloncón y la menor que dice haber presenciado el triple crimen. El fiscal Eduardo Scilipotti y el querellante Fernando Dalmazzo los mencionaron para introducir en el escenario del crimen a Guillermo González Pino, quien sin estos testigos queda fuera del lugar de los hechos en un momento clave para la teoría de la acusación. Dalmazzo utilizó a la menor pese a que la familia Villar, a la que representa, descree de su versión. Huirimán Lloncón declaró una vez ante el juez Pablo Iribarren y le dijo que había presenciado el momento en que los ocupantes de dos vehículos abordaban violentamente a las víctimas en la calle San Luis. Después creyó reconocer en fotos a uno de ellos: González Pino. El testigo también se presentó en la radio LU19, contó lo que supuestamente había visto y denunció que recibía amenazas. En el debate oral no se lo pudo interrogar porque falleció en enero pasado, en un accidente automovilístico. En cuanto a la menor, fue el centro de las últimas audiencias del juicio oral. Entre muchas contradicciones, dijo que ella iba en uno de los vehículos en que abordaron a las víctimas. El grupo agresor lo integraba un tal Guillermo, al que después de muchos interrogatorios le puso apellido: González Pino. Claro que en rueda de personas lo confundió con Marcelo Arratia, quien también estuvo imputado en esta causa. Scilipotti tomó como ciertas las versiones del abordaje aportadas por Huirimán y la menor, aun cuando admitió que se contradicen entre sí. •Huirimán menciona un auto verde y otro blanco; la menor uno bordó y otro blanco. •Huirimán dio dos números de patente distintos de uno de los vehículos. •Huirimán menciona que uno de los vehículos lo conducía una persona de camisa y corbata, detalle que la menor no refiere. •Huirimán vio que uno de los sujetos tenía un revólver 22 corto, la menor jamás habló de un arma de fuego. •Huirimán dice que todas las víctimas fueron subidas a un auto verde, la menor dice que fueron dos en un vehículo y la otra en el que iba ella. •Huirimán ubica el abordaje en la calle San Luis, en el tramo desde Circunvalación hacia el centro; la menor en la misma calle pero desde Circunvalación hacia Ferri, es decir en sentido opuesto. Estas contradicciones no le impidieron al fiscal afirmar que "tenemos acreditado el abordaje violento de las víctimas por parte de varias personas en dos vehículos, porque dos testigos así lo mencionan". Pareció un intento forzado por meter a González Pino en el cuadro de una foto en la cual su rostro casi nadie más vio, excepto la testigo Cecilia Garrido quien cruzó fugazmente su mirada con un sujeto de ojos lascivos en Circunvalación y las vías. "Se parece a González Pino", titubeó esta testigo en una rueda de reconocimiento. Scilipotti y Dalmazzo reconocieron "el esfuerzo" que hizo el Tribunal por verificar las versiones de Huirimán y de la menor. De hecho, estas líneas de investigación que abrieron los jueces fueron las que dilataron el juicio al doble de audiencias que las previstas inicialmente. La menor sigue produciendo hechos, a tal punto que el Tribunal no descartó que se convoque a una ampliación de los alegatos si es que ante el juez Pablo Iribarren esta testigo introduce en estos días algún otro elemento novedoso. Frases que dejaron ocho horas de alegatos •"El testigo Pedro Dubreuil sabe mucho más de lo que dijo" (José O"Reilly). |
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