Jueves 14 de junio de 2001

 

Recorrida en secreto con la menor

 

Guió a una comitiva judicial hasta la tapera en la chacra de Feruglio.

  CIPOLLETTI (AC)- La menor que asegura haber presenciado la agresión a María Emilia, Paula y Verónica, y la Cámara que juzga los asesinatos de las jóvenes siguen dando sorpresas. Ayer, en secreto, hubo una nueva recorrida judicial por inmuebles de la zona de chacras "marcados" por la chica, quien de paso dio su décima versión de lo que supuestamente vio. Las novedades no terminan allí: hoy habrá una nueva audiencia durante la cual declararán tres testigos. Y por otra parte el juez Pablo Iribarren citó a Hilario Sepúlveda para una rueda de reconocimiento porque según la menor, el primer marginal detenido por los asesinatos integraba el grupo agresor.
En la recorrida de ayer la chica habría dicho que mintió el lunes, cuando "marcó" una vivienda como el lugar de la agresión. Por eso la cambió por otra: la tapera abandonada ubicada en la chacra de Feruglio, frente a las vías del ferrocarril.
Según una pericia, una de las víctimas podría haber estado en ese lugar. Pero hay un detalle que derriba esta posibilidad: el día de los crímenes esa chacra estaba inundada, según lo declaró su dueño que hoy tendrá que presentarse otra vez ante los jueces.
Si alguna de las víctimas (o todas, de acuerdo con el relato de la menor) caminó por allí, algún rastro de barro tendría que haber quedado en su calzado, salvo que hubieran accedido a la chacra siguiendo un curioso camino que no encaja con una situación de secuestro de tres mujeres por parte de una banda armada.
Además en los últimos años esa tapera no estuvo "parte abandonada, parte habitada" como dice la menor que lo estaba la vivienda donde sometieron a María Emilia, Paula y Verónica.
Como se viene informando, la menor tiene 15 años y declaró haber visto un tramo de la agresión a las víctimas del triple crimen por parte de un numeroso grupo de sujetos vinculados a la prostitución. Pero se contradijo en sus cinco presentaciones judiciales y en las cinco conversaciones que tuvo con personas que conoció en hogares de menores en los que estuvo internada.
Siempre dio nombres, pero en las últimas dos declaraciones agregó sorpresivamente apellidos: Sepúlveda, Kielmasz y González Pino. Lo curioso es que no supo describirlos ni reconocerlos en fotos, pese a que aseguró que formaban parte del grupo agresor que ella misma integraba.
También es raro que asegure que Kielmasz se sumó a la banda a las 18.30 del domingo, ya que está acreditado que a esa hora el imputado se encontraba solo en la zona de las vías.
El lunes guió a los jueces hasta el lugar donde supuestamente habrían atacado a las chicas, pero se equivocó de casa. El lugar que "marcó" estaba habitado en noviembre del 97, y los vecinos recuerdan muy bien ese día y aseguran que allí no sucedió nada extraño.
Así, la credibilidad de la menor quedó muy cerca de cero. El fiscal, los defensores y los familiares de las víctimas eran muy escépticos. Sin embargo, los miembros del Tribunal parecen seguir interesados en su versión y por eso ayer volvieron a recorrer la zona de chacras siguiendo el errático relato de la testigo.
La diligencia se mantuvo en el más absoluto secreto. Pero según pudo saber este diario a través de tres fuentes, comenzó a las 11 con la misma modalidad que el lunes: la supuesta testigo iba en un auto con dos psicólogas y la secretaria del Tribunal, y detrás, en otros vehículos, los jueces, el fiscal, un querellante, defensores, la madre de la menor y familiares de las víctimas.
La recorrida terminó en la chacra de Feruglio. Según las psicólogas, allí la menor "tuvo una reacción muy fuerte".
Según las fuentes, en ese lugar la chica dijo que el lunes había mentido y hasta le contestó una grosería al juez César López Meyer. Cuando la amenazaron con internarla en un reformatorio, respondió despreocupada: "ya estoy acostumbrada".
De regreso en la división Judicial la chica declaró durante dos horas y volvió a involucrar a Kielmasz y González Pino.

Hoy habrá una nueva audiencia

CIPOLLETTI (AC)- Tres testigos declararán hoy, en una nueva y sorpresiva audiencia del juicio oral por el triple crimen. A partir de las 10, en la sede del sindicato de Luz y Fuerza, el Tribunal citó a las psicólogas Patricia Planas y María Eugenia Abaca y a Héctor Feruglio, dueño de la chacra en la cual está ubicada una tapera cercana a las vías del ferrocarril. No se descarta que mañana haya más medidas.
Estas nuevas diligencias podrían modificar otra vez la fecha de los alegatos, fijadas para martes y miércoles de la semana próxima.
Planas y Abaca hicieron un psicodiagnóstico de la menor sobre la cual han girado las últimas diligencias judiciales. La asistieron durante una audiencia virtual realizada en Roca y en las recorridas del lunes y de ayer.
También se espera que hoy el Tribunal explique a todo el público la recorrida secreta de ayer. Una de las fuentes consultadas por este diario dijo que "al parecer se decidió la nueva recorrida porque en algún momento de la anterior, esta chica mencionó una vivienda que luego fue demolida. No puedo dar fe de eso porque la comunicación entre el vehículo en que iba ella y el que íbamos nosotros era pésima, no se escuchaba nada".
Por eso ayer se buscó primero esa demolición "y después, no sé cómo, terminamos en la tapera de Feruglio", agregó la fuente. "No le encontramos justificación a esta nueva diligencia -agregó- porque esta menor se contradice continuamente, dice que miente porque sí y se olvida lo que declaró de un día para el otro".
"Creíamos -dijo por último- que todas sus declaraciones pasarían al juzgado de Instrucción para que Pablo Iribarren siga con la investigación, porque nos enteramos que está citada a una audiencia. Pero al momento de los alegatos todo esto puede ser utilizado como prueba".

El "Pelado" vuelve a escena

CIPOLLETTI (AC)- Hilario "Pelado" Sepúlveda volverá a escena: el juez Pablo Iribarren lo citó para una rueda de reconocimiento. Así, el primer detenido por el triple crimen será plantado frente a la menor para comprobar si lo reconoce.
Sepúlveda ya se sentía tranquilo y con la mente puesta en el juicio que le hará a la provincia por su detención, pero ahora tiene nuevos motivos de sobresaltos.
De acuerdo con la menor que dice haber presenciado el triple crimen, el "Pelado" integraba el grupo agresor.
Para comprobar si lo reconoce, harán una rueda de reconocimiento de personas.
Sepúlveda no está completamente desligado de la causa. Tiene "falta de mérito", es decir que no hay pruebas para involucrarlo pero el juez tampoco está tan seguro como para dejarlo en absoluta libertad.
Durante una de las causas conexas, el comisario José Luis Torres se encargó de embarrarlo: "es un sujeto muy peligroso, yo no descarto que esté involucrado en los asesinatos", declaró.
Y hasta Claudio Kielmasz dijo que había participado de los crímenes, cuando habló -en su tercera declaración indagatoria- de un presunto intento de secuestro.
En su momento estuvo procesado con prisión preventiva, pero la Cámara Tercera revocó esa medida por la endeblez de las pruebas. Cuando lo fueron a detener sufrió una tentativa de homicidio.

No quedaron huellas en el barro

CIPOLLETTI (AC).- En la audiencia que se realizó el 30 de abril, Héctor Feruglio (citado otra vez para hoy) aseguró que su chacra estaba inundada el día en que desaparecieron las chicas. Por lo tanto si alguien hubiera intentado ingresar a la tapera abandonada que se encuentra en su propiedad, habrían quedado huellas.
"No hay forma de ingresar a la tapera sin pisar el barro. Quedan las pisadas marcadas y yo no vi nada extraño", aseguró.
El chacarero le dijo al Tribunal que ese domingo no estuvo en su domicilio, que llegó recién cerca de la 1 del lunes.
"Antes de irme inundé la chacra. Estaba todo el terreno fangoso, y la tapera queda prácticamente rodeada por agua", aseguró.
Dijo que siempre que sale anega todo el cuadro como medida de seguridad. Si bien reconoció que el piso de la tapera no se inunda, sí sus alrededores.
Luego de varias preguntas, el hombre reconoció que sólo hay una forma de llegar a la casa abandonada sin pisar el barro, pero es de difícil acceso: hay que poner maderas o saltar, aclaró.
"Creo que ahí no pudo entrar nadie, si no hubieran quedado rastros", opinó Feruglio. El testigo hasta le propuso al Tribunal inundar la chacra como acostumbra para que todos puedan comprobar cómo queda el sector aledaño a la casa abandonada. Los jueces no se lo requirieron, pero no se descarta que lo hagan ahora.
La chacra de Feruglio se encuentra ubicada en el camino de Dos Esquinas y las vías. Fue inspeccionada varias veces por distintos peritos, incluso desde el comienzo de la investigación del triple crimen. En aquella época en las paredes de la vivienda (que no tenía techo) se podían observar dibujos de mujeres desnudas e inscripciones obscenas. Uno de los escritos mencionaba el diminutivo "Vero".

Foto: El tribunal que encabeza López Meyer decidió la sorpresiva medida y no se descartan otras.

   
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