Martes 12 de junio de 2001 | ||
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Comenzó el juicio por la muerte de Almonacid |
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El hecho ocurrió el 13 de abril del año pasado. El único imputado en la causa es un policía. |
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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Primera del Crimen, integrada en la oportunidad por los jueces Alfonso Pavone, Marcelo Barrutia y Ariel Asuad, comenzó a debatir la causa originada por el homicidio del joven Luis Almonacid, que le imputan al policía Miguel Angel Anticura. La causa se originó en un confuso episodio ocurrido cerca de la medianoche del 13 de abril del 2000 junto a una construcción abandonada del barrio 34 Hectáreas. En esa oportunidad una patrulla con siete policías de la comisaría 28 concurrió al lugar en respuesta a la llamada de vecinos que aseguraban que varios jóvenes estaban consumiendo bebidas alcohólicas y efectuando disparos en la oscuridad. Cuando finalizó la incursión policial y los revoltosos abandonaron el lugar quedó tendido en el suelo Almonacid, de 21 años, quien había recibido un balazo en la pierna izquierda que le atravesó la arteria femoral. Almonacid fue trasladado al hospital en la misma camioneta que tripulaban los policías, pero un rato después murió debido a un shock hipovolémico porque los profesionales no pudieron contener la sangre que manaba de su herida. El gabinete de criminalística realizó pericias en las armas de los siete policías y concluyó afirmando que las esquirlas del proyectil que hirió a "Titi" habían partido del arma del sargento Anticura. Un análisis similar realizado por la Policía Federal descartó la correspondencia entre el proyectil y el arma de Anticura, y otro de Gendarmería Nacional tampoco pudo establecerla. Sin embargo, el proceso siguió su curso con Anticura enjuiciado. Ante la audiencia de debate Anticura aceptó que había concurrido a las 34 Hectáreas junto a otros seis policías y aseguró que al llegar a la plaza del barrio, que estaba completamente a oscuras, fueron recibidos con piedras y disparos de arma de fuego. Comentó que había propuesto que se retiraran para evadir el ataque, pero que uno de los agentes que viajaba en la caja del rodado, de apellido Ñancunao, se había bajado para evitar los piedrazos, y quería rescatarlo. Explicó que se había arrastrado buscando a su subordinado y que había realizado un disparo intimidatorio hacia arriba para disuadir a quienes le disparaban, pero que el arma se había trabado después de ese único disparo porque no funcionaba bien, y tiró piedras para defenderse. Después relató que vio a Ñancunao junto al herido, que tenía sangre en una de sus piernas, y que mientras lo llevaban hacia la camioneta policial el grupo de revoltosos los continuó apedreando. A preguntas de los jueces dijo que desconocía si sus compañeros habían disparado sus armas, e interrogado por el abogado querellante afirmó que conocía a Almonacid porque tenía antecedentes y lo había acompañado en más de una ocasión a los tribunales. La indagatoria fue breve y precisa, pero el tribunal deberá escuchar ahora los testimonios de los numerosos testigos y otras partes. |
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