Miércoles 6 de junio de 2001

 

Un preso está internado en grave estado y otro herido

 

Dos internos se enfrentaron con los ocupantes de otro pabellón. En ese momento estaban recibiendo visitas. Uno de los agresores recibió cuatro cortes y anoche fue operado. Un policía fue tomado de rehén, pero luego lo liberaron.

  ROCA (AR).- La tensión en la alcaidía de Roca está alcanzando niveles tan peligrosos, que ya ni se respetan los códigos "sagrados" que manejan los detenidos. Ayer se produjo una agresión entre internos, en un pabellón en el que había visitas y luego se tomó de rehén a un celador que fue liberado luego de una negociación con las autoridades de la Cárcel de Encausados.
Uno de los internos llevó la peor parte, ya que recibió cuatro profundas heridas punzo cortantes, y anoche era intervenido en el hospital local mientras se debatía entre la vida y la muerte.
Todo comenzó alrededor de las 15, cuando los internos Juan Toro y Wálter Martínez Arriagada -ambos del pabellón 5- pidieron visitar a detenidos ubicados en el ala norte del penal.
Sin embargo, el propósito de la visita no habría sido amistoso precisamente, ya que al llegar al pabellón 3, se produjo una pelea generalizada donde salieron a relucir las armas blancas fabricadas por los presos, conocidas como "facas".
La agresión podría haber tenido un resultado más grave, ya que en el pabellón 3 había familiares y amigos de los detenidos en ese sector, que impávidos presenciaron la pelea y la agresión que se extendió por varios minutos.
Los visitantes del pabellón 5 fueron quienes resultaron heridos. Toro, quien está a disposición de la Cámara Segunda y del Juzgado 8 y tiene condena, fue quien recibió la peor parte. Sufrió dos cortes profundos en el tórax y otros dos en el abdomen.
Martínez Arriagada, presentaba dos cortes en la frente, además de una importante cantidad de golpes. Este interno tiene una condena a 14 años de prisión y fue quien asesinó de un facazo al oficial ayudante Sergio Quilaqueo durante una reyerta en el interior de la alcaidía.
La noticia corrió como reguero de pólvora en la alcaidía. Fue entonces cuando un grupo del pabellón 5 tomó de rehén al celador de ese pabellón, y exigían la devolución de Martínez Arriagada. Sin embargo, las autoridades lograron convencerlos de que el compañero estaba grave y que lo habían trasladado al hospital, por lo que decidieron liberar al carcelero.
Cuando se produjo la multitudinaria pelea, los policías rescataron a tres compañeros que estaban cerca del lugar, quienes pudieron salir por una reja.
Al momento de los disturbios, se pidió refuerzo a todas las unidades de Roca, ya que además de las visitas, había internos que estaban en las canchas de fútbol y se temió por un intento de fuga.
Según la información policial, Martínez Arriagada fue quien inició los disturbios, y tras las curaciones recibidas fue trasladado a la sede del grupo Bora.
Al parecer, delante de los internos del pabellón 3, comenzó a hacer gala de la "chapa" que le otorga a cada preso haber matado a un policía. Fue así que otro detenido dijo que él también podía matar a un policía y se abalanzó contra uno de los tres celadores que finalmente pudieron escapar por la reja.

Foto: El subcomisario Hugo Cecchini está a cargo de la alcaidía y negoció la entrega del policía tomado como rehén.

   
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