Martes 5 de junio de 2001

 

Hasta cinco años de cárcel a los dueños del corralón
 

La Justicia los condenó por asociación ilícita.Vendían cosas robadas por piratas del asfalto.
  NEUQUEN (AN)- La justicia condenó con hasta cinco años de cárcel a los dueños del Corralón "Oro Negro" de Catriel y Rincón de los Sauces, y a un familiar de éstos, a quienes los acusó de integrar una asociación ilícita que se dedicaba a comercializar mercaderías que robaban piratas del asfalto de Buenos Aires, de "truchar" vehículos y de entregarles documentación de sus rodados a los delincuentes para encubrir otras maniobras de origen ilícito. No se hizo una estimación sobre el monto global de las maniobras, pero se cree que alcanzaron cifras importantes por los bienes involucrados.
La penas recayeron sobre Ricardo Gabriel Gaete, de 40 años, quien fue condenado cinco años de cárcel de efectivo cumplimiento, por haber desarrollado un rol protagónico en las operaciones descubiertas. Ricardo Sésar Gaete (64 años), titular de la firma comercial, Sergio Daniel Gaete (38) y Víctor Paul Sedano Gómez (36) fueron condenados a tres años en suspenso, es decir que no irán a prisión, aunque sí deberán realizar trabajos no remunerados en favor de la sociedad fuera de sus horarios habituales de trabajo, durante el período de la condena.
Los jueces de la Cámara Criminal Primera los hallaron culpables de la mayoría de los cargos que les imputó el fiscal Ricardo Mendaña, quien había pedido penas levemente superiores para Gabriel y Sésar Gaete.
Los defensores Eduardo González, de los Gaete, y Eduardo Goncevatt, de Sedano Gómez, habían reclamado la absolución. Subsidiariamente, el primero había solicitado dos años y medio de prisión en suspenso para Gabriel, por encubrimiento.
El extenso fallo de 80 páginas fue leído ayer por la jueza Cecilia Luzuriaga, quien emitió el primer voto y contó con adhesión de sus pares, Roberto Fernández y Jorge Sommariva. Sólo Sedano Gómez, y el defensor de los Gaete, presenciaron la audiencia, que demandó más de dos horas y media de lectura.
Para los jueces no quedó duda de que los acusados integraron una asociación ilícita que se dedicó a cometer acciones ilegales. "Conocieron y tomaron parte de todos los ilícitos cometidos con las personas de Buenos Aires. Accionaron con una finalidad delictiva común", sostuvieron.
Añadieron que las actividades de los condenados y los piratas del asfalto -que son juzgados en un proceso que tramita la justicia bonaerense- estaban "unidas, entrelazadas".
Las investigaciones sobre las actividades de los Gaete comenzaron precisamente en un allanamiento que, en el marco de otra causa ya juzgada -en la que se condenó entre otros a Andrés Sarabia, también por "truchar" vehículos-, se secuestró documentación que los ligaba a los piratas del asfalto de Buenos Aires.
Los acusados negaron su responsabilidad en los hechos, pero el tribunal consideró que los descargos fueron "burdos e infantiles" y dieron plena validez a las pruebas y testimonios de cargo.
El tribunal dio por probado que los imputados le facilitaron documentación a los piratas del asfalto -papeles de sus rodados, de los que tramitaban duplicados-, adquirieron mercaderías -hierros- que vendían al público y que compraron una Toyota siniestrada a una petrolera, en un remate, para "truchar" otra camioneta similar de origen ilícito.
También dieron por cierto que le compraron un camión Scania y una retroexcavadora Caterpillar -valuada en 129.000 pesos por la fábrica- por la que pagaron 25.000 pesos, según declararon los propios imputados.
Aun cuando algunos de los acusado pudo -según los jueces- tener un menor compromiso en las maniobras, todos participaron en la planificación y ejecución -aunque sea ideológicamente- de las maniobras.

Querían trabajar para el municipio

NEUQUEN (AN) - La retroexcavadora que los piratas asfalto le vendieron al Corralón "Oro Negro" fue comprada para hacer los trabajos de zanjeo para cloacas de Rincón de los Sauces, una tarea que finalmente las firma no realizó. Así lo declaró Ricardo Gabriel Gaete, quien dijo que a raíz de la relación que tenía con el intendente de la localidad en aquel entonces, le pidió si no podía comprar esa máquina y ofrecerla para esa tarea.
Claro que, según Gaete, se estableció un compromiso entre él y el funcionario. El empresario debía "darle la palabra" de que toda la gente que contrataran para cumplimentar el trabajo debía ser de la localidad.
Un testigo declaró, con lujos de detalles, cómo los piratas del asfalto lo encañonaron en una ruta bonaerense cerca de donde luego se comprobó tenían el "bunker" los delincuentes, lo mantuvieron secuestrado 30 horas y le sacaron el camión que conducía con la máquina.
A la retroexcavadora los Gaete la hacían trabajar en una cantera de su propiedad y además la alquilaban. En la cantera, tapados de áridos, aparecieron los implementos de la Caterpillar. Los comerciantes dijeron que era para que no se los robaran. Pero para el fiscal y los jueces se trató de ocultarlos debido a su origen ilícito.
Esa máquina, como el hierro que los investigadores secuestraron en las sucursales de la firma, según los testigos en el juicio, los delincuentes las robaban "por encargo".
También reveló esa "condición" de los delincuentes de satisfacer requerimientos por pedido, de una grabación entre Gabriel Gaete y Claudio Paul Sedano Gómez.
Este último, a quien se lo acusó de ser nexo entre sus parientes y los piratas del asfalto, aseguró además que "las F-100 y las Trafic las hacen de taquito".
Sedano Gómez fue investigado en la causa de Andrés Sarabia, investigación que como la de los Venezia, los dueños del Repuestos Sur condenados en otro juicio, se dedicaban a "truchar" autos. Gómez está procesado por la justicia de Río Negro, según dijeron los jueces.
   
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