Martes 26 de junio de 2001 | ||
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El Estado se queda con la plata para las pymes |
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Los bancos prefieren prestarle al sector público. |
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NEUQUEN (AN).- El sector público aspira la mayor parte de la disponibilidad de crédito. Las pequeñas y medianas empresas "no van a ver un peso de los bancos hasta que el Estado no deje de tomar plata" a altas tasas de interés. Además, esos préstamos están garantizados "con regalías o coparticipación federal de impuestos", dijo Gerardo Salvadó, presidente de Acipan. Ese "negocio brillante" para el sector financiero excluye a las pymes del sistema financiero. Los fruticultores, que funcionan como pymes familiares, están excluidos de cualquier crédito. "Directamente no los atienden", aseguró Francisco Imaz, presidente de la Cámara de Productores del Limay, una entidad que firmó recientemente el acuerdo de competitividad con el gobierno neuquino. Imaz dijo que "es lógico que los bancos presten al Estado, porque tienen en garantía todo lo que el pueblo produce". Según una consultora citada por el diario "La Nación", entre 1998 y 2000, el financiamiento otorgado a las pequeñas y medianas empresas en el país descendió de 23.880 millones de pesos a 15.600 millones, y en el mismo lapso, el Estado captó del sistema bancario, especialmente vía bonos, ocho mil millones más. La conclusión de Deloitte & Touche es que queda claro quién ocupó el lugar preponderante en los créditos de los bancos. Las pymes ocupan en Neuquén a un 80% de la mano de obra y son el más importante segmento de la economía -por ejemplo, en minería el 90% de las empresas pertenece a este sector. Prácticamente lo mismo ocurre en comercio y turismo-. Con el nivel de tasas existente, solamente los gobiernos nacional, provinciales y municipales pueden tomar préstamos en el sistema bancario argentino, que "no tiene ninguna racionalidad", dijo Imaz, dado su nivel de tasas que supera el 20%. En el invierno pasado, una porción de empresas de servicios a la industria petrolera surgidas de la privatización de YPF debió recurrir a salvataje externo para revertir una crisis crónica. Recibieron una inyección de 30 millones de pesos, en un convenio firmado por el gobernador Jorge Sobisch, los intendentes de Cutral Co y Plaza Huincul y directivos de Repsol-YPF. Ese dinero alcanzó apenas para saldar deudas bancarias, previsionales y fiscales, algunos emprendimientos no pudieron firmar más contratos y los que quedaron tuvieron que asociarse con una gerenciadora -Sade-. Ese "desarrollo de proveedores" piloto que hizo Repsol mantuvo en sus puestos a casi 800 trabajadores que ahora tienen un horizonte de cuatro años de empleo. La crisis del sector petrolero, con la caída de los precios del crudo entre 1997 y 1999 puso en fuga los proyectos de exploración -que son los de mayor demanda laboral- y los emprendimientos dejaron de autofinanciarse. Además, antes del aporte de la compañía española, "los contratos no eran rentables y nos veíamos perjudicados", dijo Marcelo Volonte, de Tec Precinc (ver aparte). La empresa se constituyó en 1992 con 11 socios y ahora tiene 44 personas empleadas en servicios de prevención de incendios, accidentes de trabajo y cuidado del medio ambiente. Un estudio realizado en la facultad de Economía y Administración de la UNC consigna que la escasa bancarización de las pequeñas y medianas empresas se debe a "problemas en el acceso al crédito y a la información". Quieren un paraguas contra las altas tasas |
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