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Viernes 29 de junio de 2001 | |
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Boca sufrió más de la cuenta y llegó a la gloria del bicampeonato en la lotería de los penales |
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El Cruz Azul ganó el partido y obligó a una emotiva definición. |
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 Después de sufrir más de la cuenta durante los noventa minutos, Boca Juniors encontró en los penales la llave de la gloria y se abrazó a su segunda Copa Libertadores consecutiva ante un dignísimo Cruz Azul de México, que le había ganado por 1 a 0 en el tiempo reglamentario.Boca se impuso por 3 a 1 en la serie de penales, merced a las anotaciones de Juan Román Riquelme, Mauricio Serna y Marcelo Delgado y a los disparos malogrados por Pablo Galdames (se lo atajó Oscar Córdoba), José Hernández y Pinheiro, quienes los tiraron por arriba del travesaño. El bicampeón de América estuvo lejos del nivel esperado, careció de ideas claras y hasta se vio superado claramente por los mexicanos a lo largo del desarrollo, seguido con mucha tensión por la multitud que abarrotó la "Bombonera". Si hasta podría comentarse que Boca hizo negocio llegando a los penales, ese camino siempre inquietante que el año pasado también le permitió consagrarse ante el Palmeiras en Brasil. Apenas comenzado el juego, cuando las agujas del reloj no habían cumplido su primera vuelta, Boca estuvo a punto de ponerse en ventaja. Javier Villarreal desbordó por la izquierda y Oscar Pérez se vio obligado a despejar el peligro con un manotazo apurado. Sin embargo, con el correr de los minutos el Cruz Azul fue ganando seguridad con la pelota, y aprovechó una circunstancia que sería clave en la primera mitad: Boca lució como un equipo demasiado inconexo. Riquelme apareció casi siempre más adelantado que de costumbre, y eso le restó claridad y posibilidades de progresar con claridad en el campo al conjunto local. Sobre los 17, el propio Riquelme armó una jugada bárbara y dejó a tres rivales en el camino, pero se equivocó al elegir dar un pase en lugar de patear al arco. Al quedar al margen Angel "Matute" Morales por un estado gripal, el equipo mexicano jugó sin enganche fijo. Así y todo, fue el que más y mejor manejó el balón. A los 21, Córdoba debió esforzarse para tapar un cabezazo de Pinheiro; a los 35, el palo izquierdo devolvió un remate de Tomás Campos, y dos minutos más tarde el colombiano contuvo en dos tiempos un disparo del paraguayo José Cardozo. Serna retrocedía mucho, y eso también hizo que Boca se mostrara desconocido. Lo mejor de Boca eran las proyecciones de Hugo Ibarra por la derecha, pero sus buenas intenciones no se traducían en llegadas claras. Eran tiempos de neto predominio visitante. La claridad de Hernández y el acertado acompañamiento de Galdames complicaban sobremanera a un Boca que no encontraba la manera de darle seguridad a la pelota. Hasta que a los 41 llegó la apertura. Córner de Pinheiro, peinada de Cardozo, despeje de la defensa, centro de Cardozo y toque goleador de Palencia en la puerta del área. Cuando reanudaron, el técnico de Boca envió un mensaje más audaz con el ingreso de Cristian Giménez (delantero) por Villarreal volante con buen manejo pero de contención). Pero las características del juego, en líneas generales, siguieron siendo las mismas. Cruz Azul se movió en bloque y los movimientos de Cardozo por todo el frente de ataque molestaron insistentemente a Boca, llamativamente impreciso. A los 24, un tiro libre de Pinheiro impactó en el palo izquierdo. Con el 1 a 0 para los mexicanos grabado a fuego, sobrevino la hora de los penales. Y Boca los disfrutó, vaya si los disfrutó. La "Bombonera" estuvo repleta y se registró récord de recaudación La recaudación obtenida anoche en el partido final de la Copa Libertadores de fútbol entre Boca Juniors y Cruz Azul de México fue de 1.222.474 pesos, una cifra récord en la "Bombonera" para partidos de este tradicional certamen. Más de cincuenta y cinco mil personas asistieron anoche al estadio para presenciar el encuentro más esper  ado del año por parte de los "xeneizes" y agotaron todas las entradas, cuyos precios rondaron entre los quince y los ochenta y cinco pesos en forma oficial.Sin embargo, los números se multiplicaron por cientos en la reventa de boletos realizada durante los últimos días en las inmediaciones del estadio y en forma teléfonica, mediante avisos publicitarios en diferentes medios gráficos. Las puertas del estadio se abrieron a las 18, pero desde mucho antes ya habían aficionados en los alrededores de la "Bombonera". Habilitados los ingresos, no tardaron en registrarse algunos disturbios, porque los hinchas debieron soportar al menos tres cacheos antes de ingresar . Desde los más recónditos lugares del país se observaron banderas "xeneizes", desde las infaltables de Budge, Lomas de Zamora, Paso del Rey, La Plata, Berisso, Merlo y otras zonas del Gran Buenos Aires, hasta las de Machagai (Chaco), Frías (Santiago del Estero), Alberdi (Tucumán), Río Gallegos, Caleta Olivia, Comandante Piedrabuena y demás. Una de las banderas que más llamó la atención fue desplegada por "La Doce", que obvió a los dirigentes "xeneizes" y resaltó a los futbolistas y el cuerpo técnico que encabeza Carlos Bianchi. Como se esperaba una gran respuesta de aficionados, los dirigentes de Boca montaron un espectacular operativo de seguridad, que insumió una fuerte erogación. El control de seguridad estuvo a cargo de setecientos efectivos policiales, que contaron con treinta vehículos celulares para traslado de detenidos, diez ambulancias y un helicóptero que sobrevoló el estadio desde varias horas antes de comenzar el cotejo. La "barrabrava" hizo funcionar la reventa Los integrantes de la barrabrava de Boca cobraron ayer cinco pesos a los simpatizantes que no tenían entradas, quienes ingresaron a la "Bombonera" con el grueso de los violentos sin ser revisados por los efectivos policiales, tal como ocurre en los estadios argentinos. Por otra parte, la rotura de los molinetes ubicados en los ingresos a la plateas altas provocó antes del encuentro una demora en el acceso de los hinchas. También un grupo de hinchas boquenses se enfrentó con la polícia, los que impidieron el rápido ingreso. Un "suple" para los "xeneizes" Habra un suplemento especial dedicado el bicampeonato de Boca Juniors en la edición dominical de "Río Negro". Será una oportunidad única para los aficionados "xeneizes", que están festejado una nueva conquista. Un imponente póster a todo color, notas especiales con los principales protagonistas, estadísticas y mucho más relacionado con el título que logró el equipo de Carlos Bianchi, los aficionados lo encontrarán en este suplemento. El partido estuvo parado El partido entre Boca Juniors y Cruz Azul, que se jugó anoche por la final de una nueva edición de la tradicional Copa Libertadores de América, estuvo interrumpido durante siete minutos por la irritación que provocó en los jugadores la presencia de un gas en la cancha. Los futbolistas abandonaron súbitamente el campo de juego con los ojos irritados, a causa del gas que también afectó al resto de quienes estuvieron anoche en la "Bombonera". La interrupción del juego ocurrió a los ocho minutos del primer tiempo, y se extendió hasta los quince, cuando el árbitro peruano Gilberto Hidalgo lo reanudó, luego de recibir garantías de las autoridades policiales que dirigían el operativo de seguridad. Las versiones sobre las emanaciones fueron dos. Una, y la más creíble, debido a los gases lacrimógenos disparados por la Policía Federal en el acceso de la esquina de Irala y Aristóbulo del Valle, donde un grupo de simpatizantes intentó ingresar sin entradas. Sin embargo, las fuerzas policiales negaron la represión en la "Bombonera" y cobró veracidad otra versión, la cual citaba que el gas escapó de los globos que estaban en la cancha, con los que los simpatizantes recibieron a Boca en su salida al campo de juego. |
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