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Lunes 11 de junio de 2001 | |
 MAS INFORMACION: |
Romeo tiene dos motivos para festejar |
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El delantero "azulgrana" dio la vuelta olímpica y fue el goleador del torneo Clausura con quince tantos. |
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| LA PLATA (DyN).- Tiene una particularidad: no es de llorar ni de emocionarse demasiado. Sin embargo, el nuevo siglo lo hizo claudicar. Bernardo Romeo, 23 años, no pudo contener las lágrimas y la emoción. Nunca olvidará la tarde del 10 de junio del 2001 cuando en el Nuevo Gasómetro, con una multitud enfervorizada, concretaba el mejor doblete de su vida futbolística: goleador (quince goles) y campeón con San Lorenzo. Romeo, de baja estatura, pero implacable e incontenible en el juego aéreo, toda una paradoja, no tuvo definida en su niñez su vocación deportiva. En Tandil, su ciudad natal, jugaba al rugby en "Los Cardos". "Jugué un tiempo -dijo- de wing. Me seleccionaron por mi velocidad. Tenía 13 años. Después, como aprendía poco, dejé. ¿Qué hacía?, agarraba la pelota y corría para adelante y nada más". Pero, ¿cuándo le prendió el fútbol?, ocurrió a fines del "90 cuando su tío, Daniel Romeo, un ex jugador de Estudiantes, dirigía al Nimes de Francia. Fue entonces cuando nació su vocación de ser futbolista. Bernardo, invitado por su tío, se quedó dos meses en ese país europeo, estadía de la que guarda los mejores recuerdos, porque tiene fotos con Jean Pierre Papin y Eric Cantona, entre otros futbolistas importantes. Un año después armó el bolso para dejar Tandil y elegir a La Plata como "su segunda casa". Estudiantes le abrió sus puertas, después de una prueba convincente. Tenía tan sólo 15 años y empezaba a ilusionarse con goles y vueltas olímpicas. Todo pasó muy rápido. Dos años después, dio el gran primer paso cuando José Pekerman lo convocó para la selección nacional. "Aquello -señaló- fue inolvidable. Fue una etapa plena de satisfacciones y elogios. Fui campeón en el torneo Sudamericano de Chile y en el Mundial de Malasia". No duda en definirlo a Pekerman como "un fenómeno", porque "no sólo se preocupa por lo futbolístico, sino también por el ser humano. Es un tipo reflexivo, respetuoso e inteligente. Sabe y tiene alma docente". ¿Y Manuel Pellegrini?: "Un intelectual, que sabe mucho de fútbol. Sabe transmitir lo que quiere, es ordenado y jamás gesticula o grita para imponer una orden. Lo más importante, que le encontró la vuelta a un plantel, con muy buena materia prima, para concretar un campeonato", describió. Después, Romeo explica qué es San Lorenzo como equipo. "Es sólido -indicó-, tiene buen fútbol, es contundente y tiene mucho hambre de gloria. Soy consciente que con este título y mi galardón de goleador no alcanza". "El hincha de San Lorenzo quiere la presea que nunca pudo alcanzar: la de un título internacional. Y si sigue este plantel o si tan sólo sufre un par de bajas por ventas, es probable que lo consiga", agregó. Romeo, ¿se queda o se va?. Y él, medita y responde: "No sé de ninguna oferta por mí. Uno es profesional y se ilusiona con jugar en España o Italia. Pero quiero disfrutar de este momento y de todo el cariño que siempre me dio la hinchada de San Lorenzo". "Sé que cumplí, que no defraudé a nadie. Quiero tener un nuevo sueño como dar la vuelta olímpica con San Lorenzo en cualquier parte del mundo. Será la mejor manera de pagar tanta gratitud", concluyó. "Pudimos romper la hegemonía de Boca y Ríver", dijo Miele Eufórico y abrazado a cuanto familiar, dirigente o hincha que se le acercó, Fernando Miele mostró su alegría por haber "roto la hegemonía" de Boca y Ríver en cuanto a los torneos locales. |
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