Viernes 8 de junio de 2001
		Philadelphia sorprendió a Los Lakers y va por más
		Esta noche se juega el segundo "chico" de la final
		La victoria sorpresa en tiempo suplementario que lograron los Sixers de Philadelphia frente a Los Angeles Lakers, por 107 a 101, en el primer partido de la final de la NBA dejó al escolta Allen Iverson como la figura perfecta contra el "ausente" Kobe Bryant, en un duelo que tendrá esta noche su segundo capítulo. El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, había anticipado que el enfrentamiento entre Iverson y Bryant no iba a ser decisivo para establecer al nuevo campeón, sino el que iban a protagonizar los pivotes Shaquille O"Neal y Dikembe Mutombo. Sin embargo, la realidad mostró todo lo contrario. O"Neal cumplió como siempre en su papel de líder y jugador imparable que aportó 44 puntos, con veinte rebotes, y falló doce tiros de la línea de libres. Los errores de O"Neal no tuvieron nada que ver en el resultado final porque siempre dominó el duelo con Mutombo, quien tuvo problemas con las personales, aunque su aporte en los momentos decisivos también fue un factor que ayudó a la victoria de los Sixers. El gran "ausente" y dilema para los Lakers fue Bryant, quien no hizo nada bien en el campo, falló por completo en ataque, defendió de manera inconsistente y cuando se convirtió en el motor de su equipo, también perdió el balón. El jugador de los Lakers, que en las tres eliminatorias anteriores había conseguido un promedio de 31 puntos, se quedó con sólo quince después de anotar siete tiros de los veintidós que hizo, capturó tres rebotes, dio cinco asistencias, perdió seis balones e hizo un robo. "No podemos culpar a un sólo jugador de la derrota. Bryant había jugado su mejor básquetbol en las eliminatorias y estoy seguro que volverá a hacerlo en el segundo partido", declaró Jackson. La diplomacia del Jackson, quien tuvo que enfrentarse toda la temporada con la reivindicación de Bryant de querer ser el líder indiscutible del equipo, no evitó el sentir de los jugadores de los Lakers y especialmente de O"Neal, de ver como su compañero esta vez no lo ayudó para ser la pareja ideal que hubiese podido ganar el partido y mantener el invicto de 19 fechas. Pero la gran estrella del partido, Iverson, quien comenzó excepcional anotando 30 puntos en 29 minutos, luego sufrió la pesadilla del base reserva Tyronn Lue, quien lo marcó bárbaro. Iverson también destacó que no le tiene miedo a nadie, ni llegó a Los Angeles para justificar su condición de MVP (jugador más valioso), simplemente quiere ayudar a los Sixers a conseguir el título. (Télam)
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