Domingo 24 de junio de 2001 | ||
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Memorias de un tipo "feo, caótico y sentimental" |
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Física y Química fue presentado el día 6 de mayo de 1992 en el Pabellón de los Deportes del Real Madrid, en cuyo recinto hubo de ponerse al poco de salir las entradas a la venta el cartel de agotadas las localidades. A propósito de aquel recital, el poeta y periodista Benjamín Prado escribía para un diario madrileño lo siguiente: "Joaquín Sabina ha elevado el mundo de todos los días a la categoría de paraíso compartido; ha construido una mitología de símbolos cercanos por donde circula el hombre común disfrazado de héroe. (...) A los cantantes se les juzga por sus buenas canciones y Joaquín Sabina ha escrito tantas que su concierto fue un derroche de talento y eficacia..." Tras aquel concierto, Sabina emprendería una gira suramericana. En primer lugar, visitaría tierras mexicanas, participando en el Festival de Acapulco 92 junto a cantantes como Camilo Sesto, Verónica Castro o Thalía. Su posterior paso por la capital de dicho país, en donde actuó en el Auditorio Nacional con el saldo de lleno absoluto, provocó en los periodistas locales titulares como "Gracias, Joaquín Sabina, por el fuego" o "A los solos, a los disidentes, a los que les robaron abril, les cantó Sabina". Durante los meses de junio y julio recorrió Argentina, en donde realizó declaraciones incendiarias sobre aspectos de la política española, como "crear una ley de extranjería es un acto de cinismo", dejando claro de paso que él estaba totalmente en contra de que España cerrara sus fronteras a los países latinoamericanos. En el mes de junio también recaló en Uruguay, casi por las mismas fechas en que lo hizo su colega y socio Serrat. Por dicho motivo, la revista Guambia decidió llevar a cabo una sugerente encuesta, planteando a los oyentes de cuatro emisoras de radio locales la siguiente cuestión: "¿Serrat o Sabina?" Al final, el catalán lograría imponerse al andaluz con 88 votos sobre 48. Tras el verano latino, el 3 de septiembre actuaba en la madrileña plaza de Las Ventas. El periodista Javier López Rejas titulaba su crónica de aquel concierto en Diario 16 con el explícito "Porque quiere, porque sabe, porque puede", relatando lo siguiente: "Cuajó en letal faena la gravedad de su física espacial y mezcló lo sustancial de su química temporal. Podría decirse entonces que, una vez más, Sabina supo, quiso y pudo reventar con público un éxito que le venía anunciado." En el diario El País, Javier Pérez de Albéniz titulaba su crónica "Adiós a las vacas flacas", y en ella aseguraba que "todos cuantos predijeron su inminente final deben rectificar. El concierto que ofreció en Las Ventas bien vale un crédito. (...) Con la llegada de las vacas flacas el autor de Pongamos que hablo de Madrid parece haber despertado del letargo. (...) El montaje en general fue más que aceptable y la voz del de Jaén, comparándola con su última aparición en el mismo recinto [con Mentiras piadosas], digna de un cantante de ópera". En el diario Ya, Ana Marín encabezaba su artículo con un rotundo "Física y química sin laboratorio", para continuar diciendo que "Sabina salió al coso taurino de Las Ventas para enseñarnos una Ley Física que no se hace en laboratorio y consiste en concentrar en cada concierto a cerca de veinte mil personas. También quiso mostrarnos la magia de su Química, que radica en ensamblarse a una multitud a través de sus historias de héroes urbanos. (...) Y es que Sabina no puede evitar ser profeta en tierra adoptada». En el mes de octubre, en una rueda de prensa concedida en Barcelona un día antes del concierto que ofreció en el Palau Sant Jordi, Sabina arremetía duramente contra los cantantes españoles, asegurando que "este verano sólo he escuchado un par de canciones que no me parecieran una infamia. En décadas, en toda mi vida, no recuerdo que haya habido en España un momento tan desolador como el actual en lo que a música se refiere. Sólo Albert Pla tiene una gota de alma, aunque él quizá prefiera que diga una gota de culo. (...) No es que yo sea el primero de la clase, es que el resto no lo hace nada bien. (...) Las letras de la mayoría de las canciones parecen hechas por futbolistas tras haber jugado un partido. Y ya sabemos que Butragueño no entiende mucho de eso". Ese año, BMG-Vídeo sacaba a la venta la cinta Joaquín Sabina y Viceversa, el único vídeo que existe en el mercado del cantante y compositor andaluz, y en el que se incluye una selección de las canciones que Sabina interpretara en los conciertos que ofreció en el teatro Salamanca de Madrid las noches del 14 y 15 de febrero de 1986 y que se materializaron en un doble disco en directo. Ya en su día, y como en el capítulo correspondiente a aquella grabación me encargué de señalar, dicho concierto fue televisado por TVE-1, no emitiéndose la canción Cuervo ingenuo, un tema anti-OTAN compuesto e interpretado por Javier Krahe, ya que en el momento de su ejecución, como el propio Krahe me comentó años más tarde, las cámaras allí presentes se hicieron las suecas al unísono. Por ese motivo, en el vídeo comercializado por BMG-Ariola tampoco aparece ese tema. Las canciones en él contenidas son: Incompatibilidad de caracteres; Ocupen su localidad; Zumo de neón; Princesa; Hay mujeres (a dúo con Ricardo Solfa); Juana la Loca; El joven aprendiz de pintor; Calle Melancolía (a dúo con Luis Eduardo Aute); Pongamos que hablo de Joaquín (interpretada por Aute y Luis Mendo); Pongamos que hablo de Madrid; Adiós, adiós y Pisa el acelerador En el año 1993 alterna una gira española de teatros con una nueva tournée americana. En el mes de marzo de ese año recibe en Argentina un premio ACE, concedido por la Asociación de Cronistas del Espectáculo, algo así como los Premios de la Música españoles en versión latina. El galardón le fue entregado en la categoría de Mejor Álbum Melódico Español Masculino, por su Física y química. Mas, a pesar de su apretada agenda de trabajo, aún tendría tiempo para escribirles canciones a otros artistas. Todas las letras del disco de Javier Gurruchaga El huevo de Colón, son de Joaquín Sabina. La que lleva por título Dos amigos y una mujer, fue grabada a dúo por el líder de la Orquesta Mondragón y el actor Antonio Banderas, quien cumplía así su viejo sueño de intervenir en un disco. Asimismo, participaría, junto a Luis Eduardo Aute en un disco del trío canario Taller. En él Sabina interpretaba el tema Con pinta de tipo que busca heroína. Para los coleccionistas de rarezas, ese año compuso una canción para la estrella de culebrones Carlos Mata, aquel muchacho bajito y tierno que se dio a conocer en nuestro país gracias a la exitosa telenovela Cristal, en pleno boom de dicho género. El tema llevaba por título Más me hubiera valido, y fue grabado a dúo por Sabina y Mata, incluyéndose en el disco del suramericano Mírame a los ojos, editado en el sello Polygram. En julio de 1993 salía a la venta en quioscos de toda España el pack Querido Sabina, que incluía un libro sobre el cantante y un disco compacto con los temas más célebres de la época en la que aún pertenecía a la nómina discográfica de Sony. Dentro de sus actividades solidarias, Sabina participó en el que fue bautizado como Festival de la Vitamina, celebrado en la sala Aqualung de Madrid con el fin de recaudar fondos con los que comprarles vitaminas a los niños cubanos. Dicho acto fue convocado por el grupo Sudacas Reunidas y en él actuaron, además de Joaquín, Pablo Milanés, Luis Eduardo Aute, Carlos Cano, Javier Krahe, Alberto Cortez, María Dolores Pradera y Massiel, entre otros. En cuanto a la televisión, fue invitado al programa de Antena 3 Como la vida misma, en un debate que versaba sobre los celos. En el mismo intervinieron también el actor José Sacristán, el cineasta Fernando Colomo y la cantante de coplas Marifé de Triana. El programa lo presentaba la actriz Verónica Forqué, a quien Joaquín Sabina había entrevistado en el año 1979 (cuando aún no era conocido como cantante) para la revista Carta de España. Vueltas da la vida... Los años 1992 y 1993 fueron de gran actividad política para Sabina. En marzo del primero declaraba para un diario gijonés que "el PSOE es bastante responsable de que los valores de hoy sean el pantalón de marca y la cuenta corriente". En relación con la controvertida ley Corcuera hacía las siguientes declaraciones para el magazine del diario El Mundo en abril de 1992: "Gritaría contra la ley Corcuera, vomitaría, escupiría, pero no cantaría. Corcuera no merece ni una canción. (...) Fumo canutos cuando me da la gana, quiera o no el señor Corcuera." En una entrevista publicada por el dominical de El Periódico, con fecha del 14 de junio de 1992, el periodista le explicaba a Sabina que, según una encuesta, él ganaba cinco veces más que el presidente del Gobierno, a lo que el cantante contestó: "No la conocía, pero he leído lo que gana él y, por seguir poniéndome chulo, creo que no son cinco veces, sino más. ¿No te jode? Y me lo gano artesanalmente, no me pagan con dinero público. A él le pago yo. Él a mí, no. " En septiembre de ese año afirmaba para el diario gijonés El Comercio que, aunque no solía votar en las elecciones, se pronunciaría con un "no" a Maastricht si le dieran la oportunidad de mostrar su opinión, añadiendo que "habría que hacer referendo para consultar sobre ese tratado y sobre la plaza de Chinchón. No es de recibo que los franceses tengan que votar por algo que nos concierne a los españoles". En octubre de 1992, en una rueda de prensa concedida veinticuatro horas antes del concierto que ofreció en el Palau Sant Jordi, se desquitaba de muchos aspectos de la política nacional e internacional que más le crispaban: "El Gobierno prometió el cambio y éste no ha llegado. (.. .) La ley Corcuera es una canallada. Es una locura decir que hachís y heroína son lo mismo. La Ley de Extranjería es racista. (...) Lo de Clinton, Bush y Perot sí es pornografía, y no Madonna. (... ) La situación de las cárceles es intolerable; al ministro de justicia no le daría ni la mano." En una foto publicada en la revista Tribuna con fecha del 7 de junio de 1993 Sabina aparecía poniéndole los cuernos -mientras componía la mejor de sus sonrisas profidén para la cámara-, al escritor Fernando Sánchez Dragó, quien se hallaba sentado delante de él en el debate televisivo Queremos saber, presentado por Mercedes Milá. Dragó apoyaba al PP y Sabina a IU. Joaquín Sabina sería el encargado de leer el mensaje de cierre de campaña electoral de Izquierda Unida (IU), que tuvo lugar en la Plaza Mayor de Madrid. (...) Como ya antes me encargué de señalar, en el plano sentimental Joaquín Sabina había comenzado a salir con la mallorquina Cristina Zubillaga, una modelo a la que conoció en una discoteca madrileña. Poco antes de empezar aquella relación, el 26 de julio de 1992 Isabel Oliart le convertía nuevamente en padre: bajo el signo de Leo vino al mundo Rocío, tan sólo dos años después del nacimiento de la primogénita, Carmela Juliana. En una entrevista realizada por El Periódico en el verano de 1992 Sabina comentaba lo siguiente acerca del fin de la pasión: "No es que acabe mal. Una pareja se separa y hablan de fracaso. No es eso. Es que se acabó. Empieza, dura y acaba. Por definición (...) la vida es una búsqueda constante de placer, de compartir y encontrar semejantes. Es absurdo dimitir. (...) Y no tiene que ver con la edad. Hay quien dimite con 20 años, o nació dimitido, y no busca una pasión, no se la juega por nada: esta mujer para siempre, esta casa, estos hijos, este trabajo. Hipoteca el azar. Sabe que no le va a pasar nada, impide que le pase cerrando las ventanas." Joaquín Sabina atravesaba un inmejorable momento como artista. Las optimistas cifras de ventas de su último trabajo -en el año 1992, Física y química fue, con tres discos de platino y uno de oro, el segundo álbum más vendido de nuestro país, tan sólo superado por Julio Iglesias con su Calor- le daban una gran tranquilidad a la hora de abordar su próximo proyecto discográfico. Pronto, entre España y Latinoamérica los ejemplares vendidos de "Física y Química" superarían el millón. Del libro "Disculpen la tristeza" de Javier Menéndez Flores (Plaza y Janes, 2001) |
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