Nostálgica muestra de Carlos Alonso
Aunque Carlos Alonso no pudo asistir a la inauguración de su exposición en Bariloche, las obras quedaron a consideración del público desde el viernes en tres salas locales. Residentes y turistas podrán disfrutar del repaso de más de treinta años de trayectoria del artista mendocino, hasta el 29 de julio, en las treinta y tres obras que integran su primera muestra patagónica.
Treinta y tres son las creaciones del mendocino -nacido en 1929 en Tunuyán- que integran la muestra que barilochenses y turistas podrán disfrutar en la sala de prensa de la municipalidad, la Chonek del Museo de la Patagonia y el restaurante "El Patacón" hasta el 29 del mes próximo. Es la primera exposición de Alonso en la Patagonia. Acrílicos, carbonillas, pasteles y grabados fueron escogidos por el curador Ignacio Gutiérrez Zaldívar para representar la trayectoria del artista desde 1968 hasta la actualidad.
A la inauguración asistieron el secretario nacional de Turismo Hernán Lombardi, el vicegobernador Bautista Mendioroz, el intendente Atilio Feudal y otras autoridades. Al ingresar al edificio del Centro Cívico recibieron una nota de manos de profesores de la Escuela de Arte La Llave en la que manifiestan su desacuerdo por el recorte presupuestario establecido para el establecimiento.
El artista no estuvo presente porque permanece en Buenos Aires "cuidando a su hermana enferma", según informó Gutiérrez Zaldívar. Feudal dio la bienvenida a "su inteligencia, su talento, su amor... sus cuadros, su obra. La pintura -dijo- es como la gente, nos habla, nos transmite emociones" y aunque a veces nos resulte difícil entender el idioma singular del artista "resulta una aventura maravillosa".
Luego Zaldívar prometió ser "brevísimo, sobre todo para los que están interesadísimos conversando de otra cosa". Alonso, señaló, "es el artista más popular que existe en Argentina. No es una valoración sobre si es o no el mejor, es el que más interesa. Sobre todo a aquellos que, como la escuela local, quieren seguir formando alumnos y buscan en el arte la forma de desarrollarse (exaltando) los mejores valores como la amistad, la bondad, la solidaridad y la honestidad".
El hecho de que "estemos reunidos por la cultura quiere decir que hay esperanza y que lo que tenemos que hacer es trabajar todos juntos para que cada vez haya un mejor país", concluyó.
Poco después señaló a "Río Negro" que esta muestra fue montada "como jamás se ha visto ni siquiera en Buenos Aires. Es una visión muy completa y nostalgiosa para el mismo Alonso. Cuando veía el catálogo me decía: ¡la pucha que pintaba bien en el "70! Miraba con nostalgia algunos de sus cuadros como "Jardín" (óleo sobre papel) del hospital de alienados, de los locos, y ni hablar de las dos maternidades.
Tanto en la "Maternidad" de 1969 como en "Inmigrantes italianos" del 2000 "hay un niño con un chupete que pareciera ser el mismo". Como artista figurativo "que pinta recuerdos, no con modelo, parece que Alonso tuviera incorporado el afecto de la niñez (y la refleja) como sinónimo de pureza en blanco".
Aunque el trabajo del artista parezca "parasitario, sin obligaciones de horario ni demandas de cumplimiento, como un divertimento, -dijo- los artistas sufren mucho más que nosotros".
Un lugar de encuentro cultural
El Centro Cívico barilochense es para Gutiérrez Zaldívar el "lugar más emblemático de toda la Patagonia. Esta maravilla construida por el arquitecto Ernesto de Estrada y declarada patrimonio histórico nacional debe ser conservada", sostuvo. Y fue más lejos aún en su apreciación señalando que "debería ser exclusivamente lugar de encuentro cultural. Lo ideal sería que no albergara ni a la policía, ni las oficinas administrativas, ni a la intendencia".
Al recordársele que ese fue, a grandes rasgos, el proyecto presentado aquí por la ex funcionaria María Julia Alsogaray explicó que "es una idea de gente como el arquitecto Ramón Gutiérrez, mi hermano, y yo que lo único que queremos es lo mejor para nuestro país y en este caso concreto para Bariloche".
Los funcionarios y los gobiernos pasan "y la cultura y los ciudadanos, gracias a Dios quedamos. Cuando las ideas son buenas, aunque la presenten funcionarios que no nos gusten, hay que ponerlas en práctica y no lamentarnos después porque perdimos la oportunidad", dijo.
Este lugar "tiene un atractivo extraordinario y el turismo cultural es hoy la fuente más importante de divisas de la mayor cantidad de ciudades en el mundo como París o Bilbao". (AB).
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