Luis Wells juega con el arte en Roca
Conectado desde hace un tiempo con la región, el artista plástico Luis Wells inaugura hoy en el Museo Municipal de Bellas Artes "Juan Sánchez", de Roca, la muestra "Toys" en la que también muestran sus trabajos los plásticos regionales. Una propuesta que apunta a lo lúdico.
Pasado el furor de los 60, época en la que Wells creó el movimiento informalista, el plástico quien junto a otros colegas también fundó el Museo Imaginario Latinoamericano en Nueva York, recorre el país alentando las producciones de talento artístico.
Ayer aterrizó en Roca para exponer en la muestra "Toy" (juguete), que se inaugura hoy a las 20 en el Museo Municipal de Bellas Artes "Juan Sánchez", junto a nueve artistas plásticos de la región: Ana Zitti, Lucía Seijo, Gabriela Fernández, Daniel Deambrosi, Rafael Roca, Julio Ojeda; Elisa Algranati, José Tuñón, Antonio Ortega Castellano y Marina Robledo. Recientemente Wells estuvo en la ciudad como invitado en una exposición de veinte artistas premiados por la fundación Antorchas y en 1999 mostró su obra individual "Adiós Kenneth", un pintura que hace tres años pinceló para su amigo Kenneth Kemble.
"Toy" es el nombre con el que Wells describió a la libertad de plantear una propuesta plástica desde los materiales, incluso en la que el mismo espectador pudiese interactuar con la obra.
-¿Cómo recuerda el principio de la obra de Toy?
-La propuesta en el año 1965 era involucrar activamente al espectador frente a la obra de arte. Esto se lograba con estas pequeñas obras que son manipulables y que están compuestas por dos partes que se pueden ensamblar de distintas maneras a modo de juego y a voluntad del espectador. Estamos hablando de esos años en los cuales involucrar al espectador era tomado como una ruptura. Estaba la discusión de si el arte era considerado algo que no podía ser tocado. Incluso hoy se pueden ver obras en las que se les coloca delante un cordón para que no se puedan apreciar de cerca. Ahora todo eso está bastante superado.
-¿Qué es el juego para usted?
-Es una de las expresiones fundamentales del ser humano. Si perdemos la capacidad lúdica ya estamos con un pie en el otro lado.
-¿Lo relaciona con la salud?
-Puede ser pero se me ocurre que tiene que ver con la libertad de la mente y del espíritu. El juego es en los chicos imaginarse cosas, y en los grandes ejercer una parte fundamental de uno mismo. Soñar, ir más allá.
-¿Ahora usted jugaba mucho en su infancia?
-(Se ríe) La pregunta es divertida, supongo que nada en especial, yo jugué como cualquier chico.
-Y en los grandes hay mucho de recuerdo en el juego.
-Sí. El artista si realmente lo es nunca debería perder el juego, porque siempre está jugando de alguna manera. Los actores juegan a que son otra persona, nosotros también, inventamos nuevos mundos en un cuadro, cosas que no existen, jugamos a ser Dios.
-¿El artista necesita estar solo para crear?
-El pintor desgraciadamente tiene que hacer su obra en la soledad. Pero no necesariamente. La soledad es algo interior, es un diálogo con uno mismo que no es mirarse el ombligo.
-¿Cómo fue su proceso interno cuando pintó "Adiós Kenneth"?
-Fue una etapa bastante triste de mi vida, fue una obra muy sentida porque Kenneth Kemble era mi mejor amigo y teníamos toda una vida haciendo cosas juntos. Fue todo un homenaje que le hice al amigo agonizante y tiene una carga muy especial para mí. Además creo que es una de las obras más lindas que hice.
-¿Le llevó mucho tiempo?
-No, en general mis obras se hacen rápido, una semana, o una semana y media, no más tiempo que eso.
-¿Le asusta pensar en la muerte?
-No, para nada es otra etapa más, incluso es algo que me intriga un poco.
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