Casalla se acerca a la historia con su mural
El salón de actos de un hotel céntrico de Bariloche alberga el mural en el que Carlos "Chingolo" Casalla refleja parte de la historia regional. El artista continúa con su tarea a pesar de la apatía general. La actualización de los personajes realizada por el historietista encierra detalles que incentivan a conocer un poco más de aquellos pioneros que transformaron la Patagonia.Un folleto y un video dan más información a los visitantes sobre el mural.
Las imágenes de algunos de los personajes que recorrieron este suelo entre 1620 y 1920 integran un colorido conjunto que invita a profundizar en el pasado.
El apoyo recibido se limitó a las contribuciones de Altec y Tecnosur, cuyos logos están estampados en la plaqueta identificatoria de la obra, y la familia Gressani que ofreció el espacio para su exposición.
La apatía fue patente para Casalla cuando "gente de acá ni me recibió, ni me hizo pasar, para saludarme aunque sea".
Quizá sea una de las características sociales que debemos padecer pero no por generalizada debe ser aceptada. Aunque prefiramos enaltecer la figura de un hombre cuando ya no puede escuchar los elogios, sería bueno valorar a quienes lo merecen.
Casalla publicó "Cabo Savino" entre 1951 y 1984, creó también "Perdido Joe", "El Cosaco", "Alamo Jim", "Larsen", "Chaco", "Finch" y "Memorias de un porteño viejo".
Nacido en mayo de 1926 en el barrio del Abasto, desarrolló desde muy joven el dibujo y la música.
En los 40, mientras trabajaba en los diarios "La Razón" y "Democracia", cofundó su banda de jazz Bop Club Argentino. Actualmente continúa con ambas actividades y mantiene un contacto diario con los lectores de "Río Negro" a través de la tira "Los pioneros del sur".
Cuando decidió radicarse definitivamente aquí, en 1969, sabía que no tendría las mismas posibilidades que en la gran ciudad pero prefirió la tranquilidad de la Patagonia para asentar su hogar junto a su esposa y sus hijos Silvia, Patricia y Carlos.
"El gran lago" también es el título de un libro de su autoría publicado en 1994 por Ediciones Caleuche. Sus páginas permiten un entretenido repaso de las acciones de exploradores, indígenas, científicos y sacerdotes que hicieron su aporte a la historia.
Entre ambos extremos del mural de 12 metros de largo por 5 de alto quedaron plasmados más de 300 años, desde el arribo de Juan Fernández al lago en 1620 hasta el empresario Primo Capraro, pasando por el jesuita Nicolás Mascardi, Guillermo Cox, George Chaworth Musters, Francisco Pascasio Moreno, los caciques Saihueque, Inacayal, Foyel y Huenuleo y el progresista Bailey Willis cuya imagen en el extremo inferior derecho del mural cierra el conjunto.
"Este norteamericano planeó una ciudad en Rincón Chico y diseñó una traza de vías de ferrocarril hacia Chile que algún día a lo mejor se concreta", consideró el artista.
Casalla incluyó también detalles posteriores a 1930 como el arribo del tren a esta ciudad (el 5 de mayo de 1934), insinuado en el fondo.
Entre las mujeres, "la monja-alférez" Catalina de Erauso quien llegó al lago con los primeros exploradores y la escritora Ada María Elflein cuyas vivencias en la zona quedaron reflejadas en los relatos publicados en el diario "La Prensa" y en "Paisajes cordilleranos".
La narradora nacida en Baradero en 1879 falleció en 1919 poco después de haber disfrutado de su viaje por Neuquén, esta ciudad y Chile desde donde retornó a Buenos Aires.
Hasta allí llegó el ingeniero Emilio Frey, su coterráneo y amigo, al cumplirse el primer aniversario de su muerte para plantar un ciprés en su tumba de La Chacarita.
El mural permanecerá expuesto en el salón del establecimiento hotelero "hasta que Chingolo lo disponga", señaló Sandro Gressani, agregando que "somos los alegres depositarios de la obra para que pueda verla todo Bariloche".
Folleto y video para saber quién es quién
Para conocer un poco mejor quién es quién en el mural, Casalla preparó un folleto desplegable con el rostro de cada uno de los personajes retratados y una somera explicación de su actividad.
Además realizó un video con música original creada por él y arreglada por Diego Rapoport. La interpretan junto a Graciela Novelino (voz), Edgardo Lanfré, Juanjo Miraglia (guitarras), Carlitos Casalla (percusión y bajo). Fue grabada en el estudio de Alejandro Fatur.
La filmación y compaginación son de Lalo Stagnaro y la locución de Rubén Darío Lagrás.
Para su realización contó con el apoyo económico de Ensamble, la asociación sin fines de lucro que permitió "hacerlo cómodamente y que la gente vea un peso porque si no seguimos trabajando a ver a quién se le ocurre pagar", señaló el músico y dibujante.
Su "desfile de personajes" durante trescientos años fue acotado porque "a partir de 1920 Ricardo Vallmitjana ya hizo un buen trabajo con su libro de pioneros", consideró.
Fue el responsable del Archivo Histórico Regional quien le facilitó algunas fotografías de los personajes para retratarlos lo más fielmente posible.(AB).
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