Un marqués en medio de un cóctel de personajes
"Rajemos marqués rajemos" es el título de la obra que el grupo "Araca la barda" presenta hoy a las 16 en la sala Conrado Villegas de Neuquén. La pieza, dirigida por Gustavo Azar, se estrenó la semana pasada y se verá todos los domingos de junio. "Es muy dinámica, porque trabajamos mucho con los códigos del cine mudo, la música de cine mudo. La obra es muy ágil y pasa de una situación a otra", explicaron los protagonistas a este diario.
La pieza está dirigida por Gustavo Azar y los actores son Juan Pablo Ríos, Santiago Salaburu, Laura Ratto, Lala Vega, Lucila Delgado, Mónica Racciope, Mauricio Michelli y Cecilia Lisazoain.
La obra se mostrará todos los domingos de junio en dicha sala a la misma hora y la entrada cuesta 4 pesos en general.
Desde su perspectiva de director, Azar contó a este diario que "es una obra difícil de definir, porque se parece más a un juego disparatado de chicos que a un trabajo para adultos y tiene una lógica infantil".
Se trata de una serie de personajes "que no tienen una conexión lógica entre sí, que se encuentran en un lugar indeterminado y se ve lo que pasa entre ellos".
En realidad nosotros ideamos una versión donde un grupo de actores, decide contar un cuento, una historia y un director que es el que pone cierto orden en ese disparate, en ese orden mismo", explicó Azar.
Los personajes son un marqués venido a menos y su ayudante "y luego aparece una bailarina de la nada, de la que el marqués se enamora y también surge un guardián con su mamá, que los tratan de llevar presos".
En la catarata de episodios que se suceden "en el medio de eso aparece una maga y luego un árbitro de box y un jefe o sea que hay un cóctel de personajes y lo que es interesante es ver nueve personas en escena con una estética particular", sugirió el actor y director.
Tanto Azar como Ríos coincidieron en que la pieza "es muy dinámica, porque trabajamos mucho (con los códigos del) cine mudo, la música de cine mudo. La obra es muy ágil y pasa de una situación a otra".
Su director admitió que "realmente cuesta definir la obra porque está más cerca de la lógica de los chicos que de los adultos y hay un espacio de juego que de pronto termina cuando termina, pero ni siquiera tiene un mensaje, un contenido explícito".
Para los hacedores, "en realidad el juego mismo es el mensaje, es una obra que tiene como una estética de la historieta, en cuanto a personajes estereotipados o arquetípicos".
En un intento por captar a todo tipo de público, adelantaron que "no es para muy chiquitos solamente, hasta los adultos se van a divertir y tiene mucho texto y también hay mucha complicidad".
"Yo quisiera ver chicos más grandes en esta obra, porque hay toda una franja de público que no se considera invitada y no es así, es para todos y queremos ganar un público que no va, la franja de 9 para arriba, fundamentalmente varones que no concurren al teatro, ya sea por prejuicio de ellos o de los padres".
Con una puesta en escena más basada en el recurso actoral la obra -definió Azar- "no tiene una escenografía delimitada, se describen las cosas y se actúa como juegan los chicos, el vestuario le da el carácter a los personajes y no es pesada en cuanto a lo escenográfico".
® Copyright Río Negro Online - All rights reserved
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación
