Viernes 8 de junio de 2001 | ||
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Asesinó a un hombre en su casa y lo tiró a la calle |
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Después se presentó espontáneamente en
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NEUQUEN (AN).- "Yo lo maté y vengo a presentarme para que me detengan...". Juan Antonio Gutiérrez, un jornalero de 31 años, padre de dos chicos y buen concepto entre los vecinos, llegó a la 1.30 de ayer a la guardia de la Comisaría Tercera y confesó el crimen de Hugo Vidal, también de 31 años, al que sólo un cuarto de hora antes le aplicó certeras puñaladas en diversas partes del cuerpo. Cuando los efectivos llegaron a Acosta al 2700, en el corazón del sector Amanecer del barrio Progreso, frente a la vivienda del confeso hallaron el cuerpo de la víctima bañado en sangre, en el medio de la calle, hasta donde lo había arrastrado el homicida. A la noche le hicieron la autopsia y se comprobó que murió desangrado, según trascendió. Nadie sabe bien qué pasó en el interior de la casa de Gutiérrez, donde se desarrolló la feroz pelea. Tampoco se sabe el motivo que desencadenó la tragedia. Una versión indicaba que pudo tratarse de un intento de robo, pero nadie lo confirmó y el hecho seguía anoche envuelto en el misterio. Lo poco que se supo, además de la escueta información policial, es que el crimen ocurrió apenas unos instantes después de un espectacular enfrentamiento de uniformados y desconocidos, en una plaza que está frente al escenario del crimen . Fuentes policiales aseguraron que ambos hechos no tuvieron nada que ver entre sí. Los pormenores de la trágica pelea permanecían anoche en el misterio. Una persona que vive muy cerca de la casa de Gutiérrez, comentó que "no escuchamos disparos ni ruidos. La verdad, sólo sentimos cómo se rompían unos vidrios, que después nos dimos cuenta que era de esa casa. Como en los momentos previos hubo una balacera que nos obligó a refugiarnos, no nos animábamos a salir". Sin embargo, añadió que "cuando me asomé sólo vi el cadáver y me asusté mucho. Pero igual llamé a la Policía. Cuentan que el vecino lo arrastró hasta donde lo encontraron...". La víctima, de acuerdo a otros testigos, presentaba al menos tres puñaladas. Una debajo de la tetilla izquierda, otra en el brazo de ese lado y la tercera en la espalda. Vestía una camisa celeste y un pantalón vaquero. Al mediodía todavía se observaba el reguero de sangre de la víctima sobre el pedregullo, desde la puerta de la casa hasta donde los abandonaron. Todavía estaba fresco el barro que provocó el agua con el que limpiaron la sangre donde ocurrió la agresión. "Sólo puedo decirle que es un muy buen hombre. Trabaja de albañil o hace cualquier otra changa y nunca lo hemos visto en nada malo. No sé que pudo pasar, pero cuando quisimos hablar con su señora no estaba y el nene todavía no había vuelto de la escuela", dijo una persona vecina de Gutiérrez, que tampoco quiso identificarse La Policía hizo una serie de diligencias para tratar de esclarecer el hecho. Hubo un allanamiento en el lugar del crimen, se buscó a testigos y se le hizo la autopsia a la víctima, pero hasta anoche no había precisiones sobre lo ocurrido en la casa de la calle Acosta. "El detenido asumió la responsabilidad del crimen, pero es necesario hacer las investigaciones para determinar si efectivamente fue él y relevar datos y elementos para la causa judicial", dijo una fuente policial. Foto: El cadáver de Hugo Vidal apareció bañado en sangre. Cuando llegó la policía, el presunto autor ya se había entregado en la comisaría. |
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