Jueves 24 de mayo de 2001
		Crece el trabajo infantil en el Brasil
		El número de "niñas domésticas" es superior a 360.000. Está prohibido por ley
		Un total de 363.512 niñas de entre 10 y 16 años trabajan en Brasil como empleadas domésticas, en abierta violación a las leyes, según un relevamiento realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En general, son chicas que provienen de hogares numerosos y pobres, sin educación, que trabajan jornadas tan largas como las de un adulto, pero que ganan menos que ellos: en promedio, no llegan a obtener un salario mínimo mensual, es decir 78 dólares. El número de "niñas domésticas" representa el 8% del total de 4.480.000 trabajadoras del sector. En 1998, una enmienda constitucional elevó la edad mínima de trabajo en Brasil de 14 a 16 años. "Fue una tarea difícil porque no siempre es fácil ingresar a los hogares y muchas adolescentes tienen vergüenza de decir que son domésticas", señaló Pedro Américo Furtado de Oliveira, coordinador del relevamiento. La OIT está realizando investigaciones similares en Colombia, Paraguay y Perú para trazar un perfil del servicio doméstico infantil y luego elaborar políticas para eliminar ese tipo de tareas. En Brasil, a pesar de las restricciones legales, trabaja uno de cada diez niños. Se trata del porcentaje más alto de América Latina, similar a los de Honduras y Guatemala. La situación brasileña es más impactante ya que, por su volumen, se trata de la novena economía del mundo. Pero, es también un país muy desigual: según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, un 20% de los brasileños vive como si estuviera en Francia, mientras otro 20% sobrevive como en el Congo. Las "niñas domésticas" no cuentan con ningún tipo de protección legal en sus tareas. Los inspectores del gobierno no tienen acceso a las viviendas para observar el trabajo doméstico, como sucede en el caso de los comercios y las industrias. Recientemente, un sondeo realizado por el Centro de Defensa de los Derechos de los Niños y Adolescentes (CEDECA) de Belem, capital del estado amazónico de Pará, constató una serie de delitos contra "niñas domésticas". Las chicas eran blanco de distintos delitos: asedio sexual, agresión física, cercenamiento de la libertad y opresión. "Cuando la patrona viajaba, su marido intentaba entrar a mi cuarto", señaló J. P. a los investigadores. La mayoría de las "niñas domésticas" provienen del nordeste del país, la región más pobre. De acuerdo con Oliveira, "muchas chicas son dadas por sus familias porque no las pueden mantener y terminan convirtiéndose en domésticas en las casas donde van a vivir". En promedio, las "niñas domésticas" trabajan 43,2 horas por semana. (ANSA)
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