Enseñan como pueden en la escuela especial de Cipolletti

Los problemas del edificio se multiplican y causan serios trastornos

CIPOLLETTI (AC).- Los 160 alumnos de la Escuela Especial 4 de Cipolletti sufren a diario los severos problemas funcionales y de hacinamiento del edificio que utilizan.
El miércoles y el jueves -días de lluvias- hubo que suspender las clases porque adentro caía mucha agua. "Las goteras en el techo impregnan de humedad las paredes. Esto lleva a que todos corramos riesgos físicos, por la electricidad", dicen en el establecimiento.
Esta escuela tuvo que ir dando respuestas a distintas demandas cada es más complejas. Atiende a una población de 160 alumnos con discapacidades mentales, visuales, auditivas, motoras y a multiimpedidos.
Hace muy poco la institución cumplió 27 años de vida y tampoco en este 2001 pudo celebrar en el tan prometido edificio propio, porque desde su creación funcionó en lugares prestados o adaptados.
Desde la comunidad educativa se enfatizó que la escuela sigue en pie y funcionando "gracias a la voluntad e imaginación de docentes y padres que acompañan el proceso educativo de sus hijos".
La mayoría de las aulas son pequeñas, y cada dos salas hay un baño, pero externo, que de manera cotidiana son clausurados por desperfectos.
Esta realidad edilicia dificulta la movilidad de los alumnos en particular de los discapacitados motores.
Por el edificio propio, en 1999 y el año pasado el personal de la escuela se entrevistó con Ana Mázzaro y el gobernador Pablo Verani. En abril del pasado año el mandatario, en presencia de los padres, comprometió el inicio del nuevo edificio escolar. Nada pasó y con falencias de todo tipo las clases siguen.

Foto: Los chicos no tienen las mejores condiciones para concretar su aprendizaje.