Miércoles 16 de mayo de 2001 | ||
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Peripecias de los contribuyentes a la hora de pagar |
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Las familias rionegrinas se las rebuscan como pueden para cumplir con el pago de servicios. La prioridad es abonar lo esencial y dejar para después lo que no es tan indispensable. |
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La falta de dinero efectivo en Río Negro repercute cada día más en las cajas de los comercios y de las empresas de servicios. La gente paga lo imprescindible, en muchos casos en respuesta al aviso de corte y las prestaciones que no implican interrupción de servicio quedan en segundo plano. El gas y la luz tienen prioridad, pero la televisión por cable, el agua y el teléfono padecen la escasez monetaria en la provincia y sólo la mitad de los contribuyentes abona sus facturas antes del primer vencimiento. Ni hablar de los impuestos provinciales y las tasas municipales, que quedan siempre para "después" ante la necesidad de "estirar" al máximo los recursos familiares. En una ciudad como Roca, que posee uno de los índices más elevados de recaudación por tasas, los ingresos llegan al 70 % recién al tercer vencimiento, ya que luego del primero no más del 40% de los vecinos pasaron por ventanilla. Sólo resta imaginar lo que ocurre en las ciudades más chicas. La radiografía del contribuyente rionegrino muestra hoy las enormes dificultades que atraviesa cada hogar y las flexibilizaciones a las que deben apelar las prestadoras para no perder un cliente o profundizar más la crisis a los vecinos. A esto se suma que miles de familias dependen de un salario estatal y los consecutivos atrasos complican el panorama al máximo. Sin dudas que la ciudad donde más se siente esta situación es Viedma. Allí el pago del salario a los estatales abre y cierra la canilla para comerciantes y empresarios. Los atrasos de los últimos meses quebraron notablemente la cadena de consumo en la capital rionegrina pero el engranaje vuelve a funcionar el día del cobro. No obstante, en algunos rubros es cada vez más fuerte el impacto en la decisión de los rionegrinos por necesidad o por opción de gastar cada vez menos. En algunos negocios las puertas se abren sólo para el ingreso y salida de sus dueños. La gente mide cada vez más el gasto y los supermercados son los únicos que renuevan stock en forma permanente. En cuanto a las empresas de servicios, el cobro de las facturas se volvió una tarea cada vez más complicada. Según informaron fuentes de las empresas, Cable Visión del Comahue, Telefónica y Aguas Rionegrinas (ARSA) no logran que más del 50 % de los contribuyentes rionegrinos pague antes del primer vencimiento. Por su parte, Edersa y Camuzzi obtienen mejores resultados, aunque responsables de ambas firmas atribuyeron el mantenimiento de los bajos índices de morosidad a que se trata de servicios fundamentales y la gente los prioriza. De los 27.000 clientes que tiene Edersa, por mes se envían un promedio de 700 intimaciones. La información oficial transmitida desde las oficinas roquenses indica que del total de avisos de corte, llegan a concretarse el 6%. De todas maneras, Avelino Montupil, responsable de la sucursal, indicó que en las últimas semanas se evidenció un mayor registro de pagos en las oficinas de la empresa, lo que permite estimar que a muchos se les venció el plazo para pagar en los bancos autorizados. En el caso del gas, los números de Camuzzi indican que un promedio del 20 % de los clientes no pagan en término. Carlos Desanto, gerente de la unidad operativa de Roca, explicó que se registran variaciones estacionales y desde septiembre hacia fines de abril la morosidad aumenta, pero en los meses del invierno la mayoría cumple. Camuzzi posee una estructura de intimación mediante aviso escrito inmediatamente después del segundo vencimiento y los cortes llegan casi al mes de último día estipulado para el pago en la factura. El gerente agregó que del total de morosos, sólo llegan a suspender el servicio a un 8 %. Sin embargo, la realidad es muy distinta para la TV por cable, el teléfono y el agua. Las facturas de estos servicios pasan mucho tiempo "pegadas" a la heladera o en carpetas esperando pasar por ventanilla. Mientras tanto, las empresas ruegan a los gobernantes que paguen los sueldos y generen más empleo, para no tener que "apretar" a las familias rionegrinas, que cada vez hacen más malabares para mantener un nivel de vida digno. (AR / AV) Morosidad en aumento La falta de efectivo ha generado desde moratorias a una gran cantidad de intimaciones de pagos o de corte de servicios como en el caso de Aguas Rionegrinas Sociedad Anónima (ARSA). Si bien esta metodología ha sido siempre utilizada por la empresa se advierte, como en otras, que aumenta la morosidad. El gerente de administración y venta de esta firma, Gustavo López, explicó a "Río Negro" que se intima a pagar a quienes firmaron convenios para saldar sus deudas y se han atrasado. Respecto de los cortes aclaró que son muy pocos los avisos y un ínfimo porcentaje de ellos el que se concreta, puntualizando que "no se corta el agua a quien no puede pagar". En este sentido sostuvo que "cada caso es analizado" pero la empresa tiene como objetivo mantener la calidad del servicio y para ello es necesario que la gente lo pague "sobre todo los que pueden". Sobre el nivel de recaudación final, López destacó que se encuentra en un 80% al que calificó como "bueno". En Viedma se advierte otra característica en la prioridad de pagos común con otras ciudades rioengrinas: luz, gas y la tevé por cable. El gerente de Transcable, Gerardo López, admitió un incremento en el pago en coincidencia al cobro salarial de los estatales y una disminución cuando el cronograma se atrasa. Detalló que la cobrabilidad se mantiene sobre un 60% y que los cortes no se han incrementado. López no descartó que hayan aumentado los avisos a los usuarios ante un inminente interrupción del servicio, pero también aclaró que no se concretan en la mayoría de los casos porque la gente misma lo evita, efectivizando la cuota para mantener la conexión. Esto no es casual sino que habla de una necesidad de la gente para quien la distracción y el entretenimiento ha pasado a ser un elemento prioritario que le permite evadir problemas, reir, festejar goles y vivir vidas ajenas aunque sean de telenovelas, pero que logran soluciones como por arte de magia. El aumento del IVA dio un nuevo golpe a la televisión por cable y en este aspecto López añadió que los incrementos anteriores del 10,5 y del 13% fueron absorbidos por la empresa. Pero aclaró que éste último que lleva el impuesto al 21% inevitablemente será trasladado al usuario. (AV) Empresas aguzan el ingenio para evitar cortes de servicio La mitad de los hogares del Alto Valle de Río Negro y Neuquén tienen televisión por cable. Muchos sociólogos explican que "la caja boba" es considerada por los argentinos como un elemento básico en su estructura familiar y eso se evidencia al conocer que un porcentaje mínimo de familias en la región no posee televisor. Entre los que no tienen cable, hay muchos que se volcaron hace poco hacia la televisión satelital y el resto cuenta al menos con los canales de aire. Sin embargo, la franja que paga para que su control remoto salte entre más de 60 canales cada vez debe aguzar más su ingenio para cancelar su factura a la empresa que provee el servicio. En la zona comprendida entre Villa Regina y Chos Malal, los registros de Cable Visión del Comahue (CVC) indican que sólo un 60% paga abono al día y el resto lo hace con un atraso de un mes. Sobre la base total de clientes, un 6% de ellos ve cortado el servicio mensualmente, aunque luego existe un recupero, que actualmente es del 78% de los que sufrieron el corte. Según graficó Sergio Iglesias, gerente de marketing de CVC, aquí también se evidencia una baja, ya que el promedio normal de reconexiones es del 82% de los clientes que vieron interrumpido el servicio. Los registros de la empresa marcan que cada mes se emiten más avisos de deuda y en Río Negro, la morosidad es superior a Neuquén. Según se informó en CVC, los atrasos en el pago a estatales rionegrinos hacen que en la provincia sólo pague al día la mitad de los clientes. "Esto no significa que se hagan más cortes, sino que la gente al momento de cobrar su sueldo está disponiendo sobre la necesidad de urgencia. Lo que está haciendo es estirar su cadena de pago", explicó Iglesias. El esquema de pagos en CVC prevé la oportunidad de que el cliente pague hasta el 30 (la factura vence el 15) sin recargos. Se espera hasta el 15 del mes próximo y luego se envía un aviso de deuda, más tarde se efectúa un llamado telefónico con un mensaje grabado que recuerda la obligación. Si el cliente no se hace eco en esas dos alternativas se vuelve a enviar un aviso de corte, luego se hacen llamadas personales, que son acompañadas por visitas de promotores para evitar llegar al corte. Por lo general se llega a esta instancia luego de dos meses de deuda vencida. "El efecto de esta batería de recursos es positivo porque la empresa está asumiendo parte del financiamiento de deuda del cliente, con lo que se le da una posibilidad de que adecúe su economía al pago de todos los servicios", agregó el gerente de Marketing. (AR) |
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