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Jueves 10 de mayo de 2001 | |
 MAS INFORMACION El paro de estatales en defensa del ISSN se hizo sentir en las escuelas |
Un comerciante demandó al Estado por el saqueo de su local |
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Sostiene que la policía no lo protegió del ataque de los desocupados |
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| NEUQUEN (AN) - Un comerciante que en 1998 perdió todo porque un grupo de desocupados arrasó su local tras la represión policial, decidió demandar al Estado provincial por la falta de protección de la policía. La causa se transforma en un "caso testigo" para el resto de los damnificados en este tipo de episodios comunes en Neuquén porque de prosperar abriría la puerta a una catarata de juicios similares. Guillermo Filipponi, quien tenía una relojería en Belgrano y Godoy, reclama 36.000 pesos de resarcimiento más un reconocimiento por "daño emergente, lucro cesante y daño moral" Desde un inicio esa protesta fue inusual porque apuntó a cortar una vía utilizada mayoritariamente por la clase media: el ingreso al aeropuerto. Además, fue la primera vez que un jefe de Policía, Marcelo Jaureguiberry, decide reprimir una manifestación de este tipo sin que mediara una orden judicial. Ello ocurrió durante la administración anterior de Felipe Sapag. Los desocupados, como es clásico en Neuquén, enfrentaron el 31 de marzo de 1998 con piedras a las balas de goma y los gases lacrimógenos de la policía. Los manifestantes fueron arrastrados hasta la esquina de Belgrano y Rodhe, donde siguieron los incidentes. Finalmente, encendieron neumáticos en Belgrano y Godoy, en el centro comercial del populoso oeste neuquino. Pero a la madrugada, cuando la policía no custodiaba -o lo hacía desde lejos- el reducido grupo que mantuvo el corte atacó dos comercios: una zapatería y la relojería-joyería de Filipponi. Ambos locales fueron saqueados. No era la primera vez que ocurría. Cinco meses antes, en una de las jornadas más violentas de la historia reciente de Neuquén, la policía había reprimido un ataque con piedras de estatales a la Legislatura con tan poca pericia que instaló los enfrentamientos en el centro comercial de la ciudad, Alcorta y Olascoaga. Hacia la noche, los locales más grandes y emblemáticos de Neuquén fueron saqueados. El abogado de Filipponi, Omar Busqueta, planteó las cosas de tal manera que el Tribunal Superior de Justicia admitió entender en la causa con el argumento de que el Estado no es sólo responsable de lo que hace sino también de lo que deja de hacer. Aunque el fallo que admite la demanda, que fue dictado hace apenas una semana, es el primer paso de un largo proceso, la opinión de los cinco vocales del Tribunal deja entrever que sobre aquella premisa se desarrollará la causa. En realidad, Filipponi pidió antes el resarcimiento al gobierno, mediante un recurso administrativo que fue rechazado por un decreto de Jorge Sobisch. "Nos encontramos frente a un supuesto de responsabilidad del Estado por falta de servicio, que es aquella que se genera con motivo de su funcionamiento anormal o irregular", opinaron los vocales del Tribunal Rodolfo Medrano, Arturo González Taboada, Marcelo Otharán, Armando Vidal y Fernando Macome. "La responsabilidad estatal por falta de servicio abarca no sólo los supuestos de daños producidos por la actividad de la administración, sino también por su inactividad u omisión cuando pesa sobre ella la obligación de actuar", añadieron. Paulatina normalización de las tareas en la cerámica Zanon NEUQUEN (AN).- El primer turno de más de un centenar de obreros comenzó ayer a trabajar en Cerámica Zanon, un proceso que terminará con la normalización de la producción al cabo de 48 horas aproximadamente. Poco después del mediodía, los trabajadores que habían cobrado su sueldo de marzo llegaban en ómnibus especialmente contratados a la planta de la empresa en el parque industrial de esta capital. Raúl Godoy, secretario general del gremio, dijo que el inicio de las tareas se había producido paulatinamente, luego de percibir los haberes en las oficinas del banco provincia en el centro de esta ciudad. Hoy cobrarán, tal cual lo acordado, la mitad del sueldo de abril, y el resto en diez días más. El convenio fue aceptado a pasadas las 22 del lunes luego de intensas deliberaciones en la subsecretaría de Trabajo de la provincia. Además del pago de salarios, los trabajadores obtuvieron una concesión de la empresa, que quitó de su propuesta la condición de trabajar "sin interrupciones de ningún tipo", en alusión a la posibilidad de celebrarse asambleas en futuros conflictos. Por el lado obrero, se aceptó el pedido de productividad que supone un objetivo de 600 mil metros cuadrados de cerámicos por mes. Godoy dijo que la normalización total de las tareas productivas "luego de 34 días de paro de actividades" ocurrirá "en un día o dos más". Indicó que el sector administrativo ya estaba trabajando con normalidad, mientras supervisaba el ingreso de los obreros desde la carpa instalada en las afueras de la planta. El gobierno, la tercera pata del acuerdo, se comprometió a adquirir 450 mil pesos de cerámicos -equivale a unos 500 mil metros cuadrados, es decir, casi la producción mensual que la parte empleadora exige de los obreros- para los complejos habitacionales que construye a través del IPVU. Ese importe sirvió para destrabar el pago de los sueldos por parte de la empresa, tal cual lo reconoció el gerente general, Guillermo Sorondo. |
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