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Miércoles 9 de mayo de 2001 | |
 MAS INFORMACION Después de 33 díasde conflicto, arribaron a un acuerdo en Zanon |
La gente se resignó a caminar y los puentes se convirtieron en peatonales |
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Hubo algunas quejas, pero en general el público tomó con humor las incomodidades. |
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| NEUQUEN (AN).- Los puentes carreteros que unen las provincias de Río Negro y Neuquén se convirtieron ayer en peatonales. Con paso apurado cientos de vecinos caminaron sobre el asfalto debido a la medida de fuerza adoptada por los trabajadores de la empresa Zanon que interrumpió el tránsito vehicular entre las 7.30 y las 17. Del lado neuquino, los colectivos interurbanos llegaban a metros del puente donde los pasajeros descendían y atravesaban con cara seria las vallas improvisadas con palos y gomas apagadas. También los taxistas trasladaron sus paradas en los accesos a los puentes. Sin embargo, ni colectivos ni taxis pudieron evitar que la gente caminara un buen trecho hasta el próximo vehículo. Cerca del mediodía, Juana Otelo pasó por el puente viejo cargando un bolsa con sus 71 años. La jubilada comentó animada que "no es la primera vez" que debe apelar a sus cansadas piernas por alguna protesta. "Ojalá les paguen a estos chicos", comentó mientras caminaba hacia Cipolletti. Manuel, un hombre de edad avanzada, aseguró que "el país no va a avanzar con paros" y bastante molesto agregó que "en vez de estar acá se podrían ir a trabajar". Una joven pareja de Cipolletti -Lorena y Raúl- optó por tomar las cosas con humor: "somos primerizos por partida doble", dijeron en alusión al hecho de que ella está embarazada de ocho meses y medio de su primer hijo y ayer era la primera vez que ambos tenían que cruzar el puente a pie por el corte del tránsito. La futura mamá aseguró que "conocemos el reclamo que está haciendo la gente, pero nos parece que esta no es la solución". Raúl agregó que a Neuquén "la gente va a trabajar, a hacer trámites y compras y con el corte lo que hacen es complicarnos la vida". Quienes se desplazaban en bicicletas y motos fueron los afortunados de la jornada, ya que "como no hay autos llegamos más rápido", explicó Florencio montado en su bicicleta, que tenía el plástico de los pedales tan roto como sus zapatillas. A Mauricio, un muchacho de 23 años, le pareció "correcta" la decisión de los obreros de Zanon, porque "además de ser un justo reclamo, permite que la gente aprecie mejor el paisaje", dijo en tono humorístico mientras miraba las hojas color ocre de los árboles que bordean el río Neuquén. |
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