Domingo 20 de mayo de 2001

 

Bossi presiona a Berlusconi por ministerio clave

 

El líder de la Liga Norte lo apoyó en los comicios. El premier electo quedaría en una frágil posición.

  ROMA (ANSA) - Umberto Bossi puso ayer contra las cuerdas al futuro premier italiano, Silvio Berlusconi, a quien pidió un ministerio clave para su partido, la ex secesionista Liga Norte, que sufrió un duro revés en las elecciones del 13 de mayo.
Bossi, quien hizo caer al primer gobierno de Berlusconi en 1994, dijo muy claramente que en el nuevo gobierno a la Liga Norte le corresponde "un ministerio importante o la presidencia de una de las dos Cámaras del Parlamento".
En caso contrario, la Liga Norte podría incluso decidir quedar fuera del gobierno, al que daría de todos modos un "apoyo externo firme y leal", según precisó el mismo Bossi en una entrevista al diario milanés Corriere della Sera.
De una u otra manera, lo que Bossi quiere es más "visibilidad" para la Liga Norte en el gobierno que Berlusconi está preparando y que entrará en funciones los primeros días de junio. El líder liguista afirmó que es justo un reconocimiento político para su partido "que se sacrificó para hacer ganar la Casa de las Libertades", la coalición de centro-derecha liderada por Berlusconi y que obtuvo una clara victoria electoral frente a la alianza de centro-izquierda El Olivo. "Sin nuestro aporte, en las regiones del norte del país la Casa de las Libertades no hubiera obtenido tantos parlamentarios", precisó Bossi.
Frente a estos primeros chispazos entre Bossi y Berlusconi, algunos analistas vislumbraron el fantasma de lo que ocurrió a finales de 1994, cuando el líder de la Liga Norte hizo caer después de sólo siete meses el primer gobierno de Berlusconi al quitarle el respaldo parlamentario de su partido.

Blair seduce a los jubilados británicos

Londres (EFE).- El primer ministro británico, Tony Blair, prometió ayer ayudas significativas y mejoras sociales a los pensionistas, en su pugna con la oposición por captar el voto de la tercera edad para las elecciones del 7 de junio.
Blair, al igual que otros miembros de su Gabinete y algunos acompañados incluso por estrellas de televisión, recorrió ayer varias zonas de la geografía británica para hablar a los pensionistas de las ventajas del programa electoral de los laboristas.
"La elección está muy clara: optar por un gobierno laborista que tenga en cuenta a los pensionistas, o por un Partido Conservador que reduzca gastos y, por tanto, también pensiones", dijo Blair en un centro de pensionistas en Cardiff (Gales).
El primer ministro, que también acudió al teatro New Olympus en Gloucester (suroeste de Inglaterra), alertó de "la amenaza" que implicaba para los pensionistas votar a los conservadores puesto que pretendían terminar en el futuro con el sistema de prestaciones sociales.
"No se trata únicamente de una amenaza al aumento de la pensión mínima anual, al mínimo de ingresos garantizado o al pago de combustible en invierno. Es una amenaza sobre la existencia misma del sistema de pensiones", dijo.
"Los tories (conservadores) acuden a estas elecciones con la promesa de comenzar a privatizar el sistema público de pensiones", pero los laboristas harán "todo lo posible" en defensa del conjunto de los jubilados, aseguró el primer ministro.
Uno de los peores errores de los laboristas fue precisamente haber subido únicamente 75 peniques semanales (algo más de un dólar) la pensión mínima, admitió el primer ministro.
Esa mínima subida de las pensiones ha sido motivo de reiteradas críticas de los conservadores.

   
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