Jueves 17 de mayo de 2001

 

Falso, el río no crece

 
  Luego de escuchar la certidumbre con que el radical Rafael Pascual ratificaba en un cable "el vigor de la Alianza", salí de la corresponsalía Viedma del diario recordando una reflexión de Ezequiel Martínez Estrada en "Las 40": "Si razona el caballo, se acaba la equitación"...
- El día que los políticos razonen sobre las barbaridades que suelen decir, habrá un suicidio masivo -murmuré en voz baja, y de golpe me tocan el hombro...
- ¡Eduardito! ¿Vos en Viedma? -me dijo Felipe, un peronista amigo que me estrechó en un abrazo sin dejar de lado los dos portatrajes largos que tenía en una de sus manos.
- ¡Felipe, años...! ¿Qué llevás ahí?...
- En una de estas bolsas, un sobretodo que Remo le prestó a Pichetto para ir al Senado... Tuve que llevarlo al sastre...
- Claro, le quedaba grande...
- No, no, nada de eso... Miguel quería asegurarse de que debajo del forro Remo no se hubiese olvidado un sobre... aquellos sobres famosos del Senado... Hubo que descoserlo todo... Pero no, ya no están...
- ¿Y en el otro portatraje, qué llevás?
- Otro sobretodo... Se lo prestó Ruckauf a Rosso, también para ir al Senado...También hubo que descoserlo todo...
- ¿Para ver si había sobres?...
- ¡No, no... para asegurarnos de que no quedaba guita suelta de los fondos bonaerenses con que Ruckauf le financió la campaña a Eduardito para senador!... No sea cosa que la guita haga ruido y Rossito tenga que andar dando explicaciones -dijo Felipe y le formulé una invitación...
- ¿Vení, vení... acompañame hasta la costanera, que después de Bariloche es lo más lindo que tiene Río Negro!... ¡Quiero ver cómo viene la crecida del río... En el Valle está bravo!... ¡Tengo un mambo con ese tema!...
- ¿Qué, te compraste una chacra y te la está comiendo el agua?...
- No, no... mi dilema es otro... ¡Felipe, realmente yo no creo que el río Negro esté creciendo!... Te lo digo sinceramente...
- ¡Pero Eduardito... si esto no es una...!
- ¡No hay crecida, Felipe: no hay!... ¡El Comité de Cuenca nos envuelve la víbora!...
- ¡Eduardito!...
- ¡Sí Felipe, sí... Toda la milonga ésa de que crece y crece el nivel del río Negro es nada más que una maniobra distractiva!...
- ¡Pero Eduardito!...
- ¡Felipe: es una maniobra distractiva... como los submarinos espías que aparecían en Madryn en tiempos de Frondizi!... ¿Te acordás Felipe?... ¿No era una maniobra destinada a correr la atención de la opinión pública de las apretadas que le pegaban los militares a don Arturo?...
- ¡Pero Eduardo!...
- ¡Sí Felipe... Lo de la crecida del río es una maniobra distractiva destinada a lograr objetivos que nosotros, sencillos penitentes, no alcanzamos a descifrar, Felipe!...
- Está bien, pero si no crece el río, ¿qué es lo que está pasando, Eduardito?...
- El río Negro no crece...
- ¿Y entonces, por qué tanta agua?...
- Es la provincia de Río Negro que se hunde, Felipe: se hunde. Te lo dije aquí hace cinco años y no te convencés...

Eduardo Gilimón

   
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