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Miércoles 16 de mayo de 2001 | |
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Gobernadores aliancistas avalarían megacanje |
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Firman si se contempla situación de endeudamientos anteriores. |
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| Los gobernadores de la Alianza estarían de acuerdo en la firma de una ley convenio o de adhesión al megacanje, propuesto por el Ejecutivo, que "contemple la situación de los endeudamientos anteriores" de los diversos distritos, informó el gobernador de Entre Ríos, Sergio Montiel. En el encuentro, durante el cual "se discutió el tema financiero relativo al crédito público", el gobierno estuvo representado por el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo; el ministro del Interior, Ramón Mestre; y el asesor de Economía, Horacio Liendo que luego se retiró y participó del cónclave con mandatarios del PJ. Allí no hubo avances, pues los justicialistas pidieron el cumplimiento de cláusulas del Compromiso Federal del 2.000 En concreto, reclaman los 225 millones para gasto social que el Gobierno derivó a las provincias en el Compromiso Federal de diciembre del año pasado y que, según los mandatarios del PJ, no fueron girados.En el gobierno nacional "ponen en riesgo la paz social y la gobernabilidad", aseguraron allegados a los gobernadores, reunidos en la sede del CFI. A la reunión con gobernadores aliancistas asistieron Angel Rozas (Chaco), José Luis Lizurume (Chubut), Roberto Iglesias (Mendoza), Pablo Verani (Río Negro), el vicegobernador Waldino Acosta (San Juan), el interventor Oscar Aguad (Corrientes), y la vicejefe del gobierno porteño, Cecilia Felgueras. Al finalizar la reunión, Montiel adelantó que "el convenio" que se firmaría entre la Nación y las provincias "trataría todo lo relativo al crédito público y la situación de deuda" de los distritos, "y tiene que desembocar en una ley porque sería para establecer la voluntad común". Altas tasas Se supo, por otro lado, que el canje de la deuda se haría a una tasa de alrededor del 15% y se podría concretar en los próximos 15 días, según lo consignado por fuentes parlamentarias. Estos serían los términos centrales por los que discurrió la "sesión secreta" que llevaron adelante los diputados de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas donde el secretario de Finanzas, Daniel Marx, informó los alcances de la megaoperación de reprogramación de vencimientos de la deuda pública. Los legisladores resolvieron convertir en secreta la reunión de ambas comisiones donde Marx dio explicaciones sobre el canje que impulsa el gobierno. Sin dar especificaciones acerca del contenido de la información que presentaría a los legisladores, el viceministro de Economía dijo que "el material es bastante sensible", al momento de justificar la decisión de cerrar las puertas de la comisión. Pero los diputados revelaron después a la prensa que el funcionario precisó que la tasa del canje podría ser del 15%, aunque explicó que el acuerdo traería una disminución del riesgo país y una rebaja en el valor nominal de los títulos canjeados. (DyN/AR) Río Negro pide colocar parte de su deuda Río Negro solicitó a Nación que incorpore a la provincia en la reestructuración de pasivos originada por el megacanje de bonos. Así, lo anticipó el secretario de Hacienda, Pablo Verani, quien indicó que quien efectuó el pedido en ese sentido fue el propio gobernador. Hay dos opciones para Río Negro: las refinanciaciones de compromisos asumidos con el Fondo Fiduciario 2000 y 2001 o la reestructuración de obligaciones pendientes con organismos nacionales. Cualquiera de las alternativas oscilan entre 350 a 400 millones de dólares, según proyectó Verani. El secretario también admitió que ese instrumento no se daría inmediatamente por "la coyuntura", en relación a la volatilidad del mercado financiero. La reestructuración pretendida requiere un período de gracia, un mayor plazo de pago de la deuda y tasas más bajas. Verani resaltó que el escenario de hoy no garantiza esas metas. El secretario reconoció la decisión provincial de adherirse al mecanismo de reestructuración planteado por la Nación. Economía siempre procuró la refinanciación con un esquema individual pero ahora selló su suerte a la medida de Nación. La provincia ingresó en el 2001 con 1.150 millones de deuda, con 160 millones que vencen este año por amortización de capital o una estimación inicial de otros 100 millones por pagos de intereses. El acuerdo de refinanciación con Nación le garantizará ingresos por 234 millones, que posibilitará cancelar gran parte de esas obligaciones. Las perspectivas rionegrinas se centran en la liberación del 13% de la coparticipación que Río Negro tiene afectada para pagar un crédito del Banco BBV Francés y cancelar directamente la garantía ante el Banco Patagonia por la cartera crediticia cedida en la privatización. Ese porcentual se proyecta como aval del instrumento de refinanciación. Si bien es cierto que Nación deberá aceptar la pretensión rionegrina, el nuevo proyecto del Palacio de Hacienda en respaldar el megacanje con la garantía de la recaudación de impuestos requerirá un apoyo político de los gobernadores, por lo cual, se advierte que Verani reclamará -con otra suerte- por ese beneficio para las provincias. Según la última estimación oficial del año pasado, la provincia adeuda 139 millones a los organismos nacionales y 227 millones a entidades internacionales (que cuenta con respaldos de Nación). Ambos compromisos suman 366 millones. El Fondo Fiduciario entregó el año pasado 207 millones y el compromiso para el 2001 equivale a 234 millones. Los aportes totalizaría 441 millones. En base a esos datos, Verani estimó que cualquier "enganche" de Río Negro con el mega-canje podría originar una refinanciación de 350 a 400 millones. Leve reacción de la Bolsa ante el recorte de tasas de Estados Unidos La jornada financiera local arrancó con optimismo que llegó a un clímax tras anunciarse el esperado recorte de las tasas básicas en Estados Unidos. Así, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganó 0,82% y los bonos 1,04 %. En contrapartida, el riesgo país cayó 59 unidades y las tasas interbancarias se mantuvieron dentro de los rangos de la víspera. Tal como esperaban los mercados, la Reserva Federal de los Estados Unidos redujo ayer medio punto la tasa de interés de corto plazo, por quinta vez en el año con el fin de de evitar que la economía norteamericana se desacelere rápidamente. La tasa interbancaria de fondos federales se ubica ahora en 4%, el mismo nivel de comienzos de 1994; en tanto que también redujo en medio punto la tasa de descuento de los préstamos de la FED a los bancos que quedó en 3,5%. La medida es una buena noticia para la Argentina, ya que se abarata el costo de endeudamiento al disminuir los intereses que debe pagar por su deuda flotante, lo cual trae un poco de alivio para las cuentas fiscales. El ahorro que logrará así la economía Argentina es del orden de 130 millones de dólares netos sobre la deuda flotante. El efecto total sobre la deuda es de aproximadamente 200 millones de dólares, pero hay que descontarle los menores intereses por las reservas del Banco Central. La anterior rebaja de tasas fue el 18 de abril cuando sorpresivamente la Reserva Federal anunció una reducción de medio punto. Con esta nuevo recorte -anunciado mediante un comunicado después de la reunión del Comité de Libre Mercado de la FED- las tasas de interés bajaron 2,5 puntos desde el 3 de enero de este año. La noticia no causó gran impacto en el mercado, que ya descontaba esta baja, por lo cual la bolsa de comercio porteña -donde sigue la ansiedad de los inversores por el megacanje de deuda- subía apenas 0,82 por ciento, luego del anuncio de la FED. La Reserva Federal justificó la reducción de tasas al expresar su preocupación por el bajo crecimiento económico y sugiere que habrá más recortes si fuese necesario para acelerar la actividad económica. En el comunicado, el organismo indica que la parsimonia de las inversiones de las empresas "unida a los efectos posibles de las reducciones anteriores de los activos sobre el consumo y al riesgo de un crecimiento más lento en el exterior, continúan pesando sobre la economía". La FED precisó, además, que existían señales de erosión de la competitividad económica con la amenaza para los gastos de inversiones de las empresas. "La erosión de la rentabilidad actual y en perspectiva, en combinación con una incertidumbre considerable sobre el panorama de negocios, retendría el gasto en capital hacia adelante" puntualizó y agregó que "esta restricción potencial junto con los posibles efectos sobre el consumo de reducciones anteriores en la riqueza accionaria y el riesgo de menor crecimiento en el exterior siguen pesando en la economía". |
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