Miércoles 9 de mayo de 2001

 

Temor a un pacto del PNV con el brazo político de ETA

 
  Vitoria, País Vasco (Télam-SNI).- La campaña electoral vasca, con miras a los comicios del domingo, se reanudó ayer con la posibilidad de que los nacionalistas del PNV acepten, finalmente, el apoyo del brazo político de ETA para seguir en el gobierno.
El temor surgió tras el atentado del domingo pasado que le costó la vida al senador y presidente del Partido Popular (PP) de Aragón, Manuel Giménez Abad.
El asesinato de Abad, que fue atribuido por las autoridades españolas a la organización separatista vasca ETA, motivó la suspensión hasta ayer de la campaña proselitista.
La preocupación surgió a raíz de las declaraciones de Xabier Arzalluz, el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), el grupo político que gobierna ininterrumpidamente esa región del norte español en los últimos veinte años y que en estas elecciones, según los sondeos, "podría perder su hegemonía".
Ante esa posibilidad y en contra de su postura de los últimos días, Arzalluz dijo que si la coalición Euskal Herritarrok (EH, el brazo político de ETA), votara a favor del candidato nacionalista Juan José Ibarretxe como presidente regional vasco, éste "no tendría más remedio que aceptar" ese apoyo. Arzalluz, se refirió así a la votación que tendrá lugar cuando el Parlamento regional vasco, que surja de los comicios del domingo elegirá al presidente del gobierno autónomo, en la llamada sesión de investidura.
Ibarretxe fue nombrado presidente autonómico vasco tras las anteriores elecciones regionales de 1998, gracias al apoyo parlamentario que le prestaron los 14 diputados de EH. Esa colaboración quedó rota en febrero de 2000 ante la negativa de EH a condenar los atentados de ETA, reanudados un mes antes tras la ruptura del alto el fuego que la organización separatista mantuvo durante casi quince meses.
Los últimos sondeos publicados por los diarios españoles vaticinan que el Partido Popular (PP, en el gobierno en España) y el socialista PSE (rama vasca del PSOE) conseguirían en conjunto 37 de los 75 diputados que componen el Parlamento regional del País Vasco, a un escaño de la mayoría absoluta. El PNV, en coalición con los también nacionalistas de Eusko Alkartasuna (EA), lograría 30 , mientras que la coalición EH sufriría un descalabro y lograría 6 parlamentarios.
   
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