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Jueves 31 de mayo de 2001 | |
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Condenas en suspenso por falsificar registros |
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Un ex empleado de Senillosa las adulteraba en su domicilio.Las licencias de conducir eran vendidas en 70 pesos.En el juicio penal los imputados admitieron su culpabilidad |
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| NEUQUEN (AN) - La justicia condenó con penas de uno a tres años en suspenso, es decir que no irán a prisión, a los imputados de falsificar y usar carnés de conducir de la municipalidad de Senillosa. El fiscal los acusó inicialmente de integrar una asociación ilícita, pero se los terminó condenando por falsificar documentos públicos, con distinto grado de responsabilidad en la maniobra. Además deberán cumplir actividades en favor de la sociedad, durante dos años. La pena recayó en Roberto Sanhueza, Julio Ibáñez, Néstor Melgar, Marta Rebolledo, a quienes les dieron tres años de condena por ser coautores de la falsificación de las licencias. En tanto a Daniel Díaz, Sandra Mañay, Santiago Poo y Humberto Labriola se los condenó a un año de prisión, por ser partícipes necesarios de la maniobra. En todos los casos se trata de condenas de cumplimiento condicional y por lo tanto seguirán en libertad. Precisamente, el proceso se resolvió en un juicio abreviado porque los imputados reconocieron la responsabilidad que les imputó el fiscal Alejandro Cabral que investigó el caso, y de esa manera sus abogados acordaron con el fiscal y los jueces de la Cámara Criminal Primera, sanciones que los liberaran de ir a la cárcel. Después de negar en dos ocasiones cualquier participación en el hecho, Roberto Sanhueza le dijo al juez que él era el exclusivo responsable de gestionar y vender los carnés de conducir "truchos", con formularios de la municipalidad de Senillosa. Admitió que después de dejar de trabajar en la dirección de Obras Públicas y Tránsito municipal, se llevó a su casa los papeles membretados y los sellos con los que confeccionó las licencias. Sin embargo el fiscal desestimó de que él solo fuera el gestor de la defraudación y a partir de abundante pruebas recolectadas, entre las que figuraron máquinas de escribir utilizadas para falsear la documentación, testimonios de personas que pidieron las licencias, escuchas telefónicas y otros elementos, involucró a su esposa Marta Rebolledo, Ibáñez e Ibáñez, por su directa participación. La maniobra consistía en ofrecer licencias de conducir con el sólo trámite de entregarles una foto y 70 pesos. La confección de los documentos los realizaba Sanhueza, pero también se le secuestraron formularios en blanco y otra documentación que lo incriminó a Ibáñez, en su domicilio de Cipolletti. A Melgar los investigadores le atribuyeron también un rol importante, ya que se comprobó que en algunos casos fue el nexo entre los clientes y los falsos gestores. A Rebolledo, en tanto, la complicaron entre otras cosas los testimonios de algunos de los involucrados en el hecho. Los hechos comprobados, una decena, se produjeron entre enero y noviembre de 1998, pero trascendió que los investigadores sospecharon que la maniobra se venía realizando desde hacía mucho tiempo antes y que los "clientes" que lograron captar fueron "numerosos". Entre los clientes, precisamente, figuró un famoso delincuente, Alejandro Martín Espiase, a quien se le secuestró el carné falso después de que otros rivales lo balearan en el barrio San Lorenzo. La licencia que llevaba encima estaba a nombre de un tal Daniel Gómez. Espiase, cabe recordar, fue rescatado por sus compinches del hospital Castro Rendón donde estaba internado y huyó. |
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